viernes, 26 de abril de 2002

que alguien me explique
como se apaga esta sed
que tengo que hacer
(Secretos)

El texto de arriba, aparte de evidenciar que estoy en un ciber sin acentos, es lo que me venia a la cabeza las dos ultimas noches, cuando me sentaba a la orilla del mar, en la playa de dos kilometros de Benidorm, con mi copa sacada a hurtadillas de los bares de los guiris. Es pura sed y furia, supongo que la solucion seria no desear, como los budistas. Aunque que rollo. El problema no es de deseo, es de la lucha de siempre entre la realidad y el deseo, snif. O sea que sigo siendo un cazo para eso de ligar suecas.
Ayer estuve en Terra Mitica. Despues de todo el paseo oficial (a la izquierda teneis... -zzzzzzz- y a la derecha podeis ver... -ZZZZZZZ-) me fui a dar una vuelta por mi cuenta, a peticion propia. De entre todos los paraisos artificiales del parque yo me fui a meter en lo peor de lo peor (hay que ver como me tira lo cutre), una sala de maquinitas de arcade. Y de entre todas las maquinas me fui a la de la adivina que te lee el futuro por un euro. Por el camino salude a la monisima vigilanta pelirroja, que no me dijo nada. Tengo que reconocer que, tal y como os ha pasado a todos, lo hice solo para contarlo en el blog, para escribiros sobre lo que me depara el futuro. Lo que me deparaba el futuro era que la maquina se iba a tragar mi moneda sin darme la tarjetita. Como soy un cutre me fui a la pelirroja monisima para reclamarla mi euro. Se acerco, abrio el aparato y me dijo que estaba estropeado. En las tripas del bicho habia tacos y tacos de tarjetas, asi que, con mi mejor cara de malote (la que me hizo famoso en la universidad) le pedi que me diera una tarjeta y yo le daba el euro. Me dio el papelin, pero en Terra Mitica no aceptan sobornos. Lo lei por encima y encontre una frase que decia mas o menos: "deberias empezar una buena amistad con una persona pelirroja". Me agache junto a ella, y con voz de mataor se lo lei, susurrandoselo a unos centimetros de su oido. Me miro y contesto algo como "pues mira" o "pues ya sabes". Como soy asi de derrotista para estas cosas, me retire con una sonrisa. Cuando sali, el fotografo me pillo alejandome de la atraccion mas cutre del parque tematico. Nos alejamos juntos, me gire y vi a la pelirroja monisima mirandome desde la puerta.
Lo que me pasa es que no remato. Siempre he sido poco constante.

miércoles, 24 de abril de 2002

Estoy en Benidorm, a ver si me ligo unas suecas. Así que sólo dos apuntillos.
Se supone que es un hotel de lujo pero a) en mi mini nevera sólo había agua. Dos botellas, por si no tengo suficiente con una. Aparte, como entrañable detalle para los clientes vips, en vez de bombones o una cesta de frutas me ponen ¿adivinais? otra botella de agua. Estos tipos me han tomado por un pez de colores. Si fuese el moro Muza recién llegado del Gobi estaría encantado, pero soy periodista, salaos. ¿Se ha parado alguien a analizar el porcentaje de sangre que corre por las venas de alcohol de la profesión? No bebemos agua si podemos evitarlo. En todo caso café y cocacola light.
b) no hay body milk ni nada parecido entre las pijaditas del baño. ¿Para que quiero dos peines? ¿y un gorro de ducha? ¿y las toallitas desmaquilladoras? Tengo que practicar el onanismo (eso de hacérmelo siempre con el mismo) a pelo? Para rematarlo en la tele hay unos canales penosos, sólo consigo ver una teta en un anuncio de champú.
En fin, wellcome to benidor, sexo, pirulas y rock & roll. De momento, como veis no tengo mucho que contar.
Bueno sí, que ayer me bañé en una piscina bajo las estrellas de Javea y le mandé un mensaje a Noe y me llamó y fue precioso. ¿Estará interesada en un tipejo como yo? Luego escribí un poema, bueno, un penema (aplíquesele toda la gama semántica posible al neologismo):

Es que me gusta tanto
tu pelo paje,
tu sonrisa a las cosas que te digo,
tu aparecer a veces
como un rayo asombroso
entre la luz brillante
(aunque no tanto)
que ilumina mi vida en los últimos tiempos.
Es que me gustas tanto
que a veces no lo entiendo
ni sé de dónde viene
esta mirada mía
insensible al reloj,
petrificada,
aprendiendo a contar, las letras, los colores,
cuando tus ojos negros, tus palabras de fuego,
pasean su belleza ante mi nueva
alma de niño tuyo.
No sé de dónde viene el amor nuevo,
sólo sé que no sale
del sitio que solía,
sólo sé que seré
un tipo afortunado
si me sigues llamando,
si apareces los martes,
si vienes a mi cumple el dosmiltres,
si existes y me existes,
Noelia amor amén.


La semana que viene, del 1 al 5, estaré en Barcelona. ¿Alguien de por allí quiere que preparemos una cita a ciegas? ¿A que no hay?
¿Os he dicho ya que ahora me voy a los chiringuitos de la playa a ligar suecas?

viernes, 19 de abril de 2002

Una notita más. A veces me pregunto por qué nadie ha puesto un enlace a mi página desde la suya. Hay quien tiene una lista de links de blogs que se sale por arriba y por abajo. Yo creo que algunos están cerrados desde la época en que triunfaba Gloria Gaynor y nadie se ha dado cuenta. Pero yo no estoy en ninguna lista (que tampoco me tenía que extrañar, nisiquiera estoy en el padrón ni en las listas de votantes) ¿Será porque no me lee nadie más que las tres bellísimas personas que se han comunicado conmigo por mail? ¿Será porque soy nuevo? ¿Será porque tengo el fondo más cutre de la redpública(y lleva unos colorines intencionados, ojito)? ¿Será que cuento cosas muy para mayores? ¿Será un coñazo de blog? Supongo que de todo un poco y mezcladito.
Al fin y al cabo no uso este espacio (¿espacio?) para dar información o escribir literatura, eso lo hago en otros sitios. Ya lo expliqué: aquí cuento las cosas con las que no quiero dar el coñazo a todo el mundo, las íntimidades de las que necesito descargarme (joer, que metáfora escatológica). Así que lo lógico es pensar que todo esto no le aporta nada a nadie. ¿A nadie? La irreductible aldea de los fisgones debería de estar interesada en este ojo de la cerradura que da al WC (y dale) de mis interioridades. A veces en la ducha o frente al espejo hasta hago cosas interesantes.
De entre ese público potencial, de entre esos mirones con sentido del post, el blogger de Lamentira (ver enlace a la izquierda) es el único que me menciona y me enlaza, qué bien. Parezco bobo, pero después de unos diez años saliendo en prensa, radio y tv (hombre, en cutreprogramas locales, pero era yo con mi linda carita) me ha hecho más ilu que nada, tanta como cuando me publicaron un cuento en la revista de la facultad de Letras. Y es que al final uno quiere que le quieran por lo que escribe desde su propio mundo de colores/perro mundo (depende), sin más imposiciones técnicas que las interiorizadas.
Yo quiero que me lean y me enlacen, lo juro, pero es que me han dibujado así. ¿Me hago más blando a ver si? ¿Hago como que soy una tía buena y encabezo la página con una foto de mi prima? (sospecho que si supiera hacerlo ya estaría ahí). Pero no.
No.
No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad


Hala, cuánta ausencia. Es que he tenido (con perdón) la polla metida en el trabajo toda la semana. Y esto que digo no es una zafiedad tan gratuita como parece. Hoy mismo discutía con mi redactor jefe sobre qué era mejor, el mejor de los polvos o un buen reportaje, una idea genial, un punto en su sitio. Aunque no os lo creais el que apostaba por el periodismo como superorgasmo era yo. Y es que me pone.
Ayer nuestro director nos dio una arenga de cuatro horas y media (verídico, de ocho a doce treinta de la noche sin dejar de hablar ni de darle al ron dominicano). El resumen es algo así como que publicamos demasiadas mariconadas, que hay que escribir con los cojones, que los redactores somos dioses y el director el enemigo, que el quiera ser contable que se vaya a una de las revistas que hay detrás del biombo, porque nosotros somos los únicos que hacemos periodismo, que tenemos el privilegio del folio en blanco para decidir lo que queramos, que nos tocan los cojones los compromisos publicitarios, que al final el que decide es el director, pero que si antes de que lo decida nos hemos callado y no nos hemos cagado en su puta madre para defender nuestra idea es que somos unos mierdas, que nada de titulares del tipo el orgullo del tercer mundo y que si esto se hunde por lo menos que estemos satisfechos de haber hecho una cosa con personalidad y cojonuda.
Os lo creais o no a mí esto me ha dado mucha moral, jopé, que es verdad que es que eran un poco mariconcillos los titulares y todo, y yo me había creído que es que tenían que ser así, pues no, como dice él, la revista soy yo y lleva mi sangre.
Piensa mi redactor jefe que es que me emociono con todo, y también es verdad, que soy un emocionao, pero a mí lo de ayer me pareció un momento histórico. Desde luego esto ha sido mejor que un sicólogo para subir mi autoestima ¿Follar? No, escribir, que ahí es donde (¡también!) soy un figura y puedo hacer cosas tremendas ¿Para qué quiero mi vida si no es para eso? De momento estoy venga a parir ideas blancas y furiosas, como los conejitos del cuento de Cortazar (está en Bestiario, pero no sé cómo se titula). Y ahora me voy a Alicante toda la semana, así que no sé si escribiré algo. Bueno, lo intentaré.
–¿Qué te pareció la charla de ayer?– me preguntaba el redactor jefe.
–Pues como Apocalypse now. Es una película cojonuda pero le sobra la última media hora.

sábado, 13 de abril de 2002

Hoy me vais a permitir una de globeros y otra de blogueros.
La primera tiene que ver con el globo que tengo ahora. Me jode muchísimo descubrir las cosas tarde, y por lo que veo ya no hay nada nuevo bajo el sol de blogger. Y sin embargo, hoy creo poder decir que soy el primer bitacorista que escribe empastillado. Tengo la cabeza volando y los primeros síntomas de arrepentimiento: por fin he visto a la hermana de la novia de mi hermano, después de un mes intercambiando mensajes, que es una forma de conocerse que en el pasado me funciono muy bien (mañana os lo cuento, que hoy no estoy para muchas complicaciones). El caso es que estaba tan puesto que no he dicho nada coherente, tenía una sonrisa estúpida en la cara (la misma de ahora) y me metía en silencios demasiado interruptores. Así que nada, otra que me pierdo. Y yo no quiero perderme una chica, un polvo, un mundo. A nadie.
En cuanto a los blogueros, dos cosas. En cuanto recupere el control de mi mente os cuelgo la dirección de pezpalo, mi blog hermano. Varones con una edad parecida y los mismos intereses separados por un océano. Yo mismo me he hermanado sin consultar a nadie, que conste. Y la otra, que me llena de rubor, es que he puesto la foto de nazaret como fondo de mi escritorio en el trabajo. Joer, cómo me estoy volviendo, me avergüenzo un poquito (y eso que me cuesta avergonzarme de nada). Espero que el lunes no haya ningún compañero cerca cuando encienda el ordenador. Naz, cielo, si estás leyendo esto mándame un email cariñoso, que estoy un poco confundido.
Y ahora a esperar que se me baje esto. Besos. Quiero al mundo, a todos uno por uno.

jueves, 11 de abril de 2002

Ahora si que necesito ayuda. Acabo de ver que no aparecen mis primeros posts. Si alguien que disfrute leyendo todo esto y quiera ser bueno conmigo sabe cómo hacerlo para que los lectores (casuales siempre) puedan acceder a ellos que me lo diga porfa, me da mucha pena que se los coma esta máquina del demonio y que mis días sean de nuevo días sin huella, snif.
Subiendo las escaleras del Casino, frente a mí, se bambolea un culo glorioso. Melena rubia, vestido rojo, medias de rejilla. Un poco fuera de lugar ¿no? Antonio Gala me acababa de mirar el paquete, José Toledo me había pedido un cigarro negro (¿querría rollo?). Sigo a la chica de rojo. En cuanto se siente me pongo a su lado. Se para en una mesa a hablar con alguien. Vaya. Freno un poco y me hago el despistado. Me adelanta. La sigo. Se para con el camarero para preguntar dónde se tiene que colocar. Yo cojo una silla en una mesa, al lado, hasta que me doy cuenta de que tiene un papelito "acompañante de doña Isabel Gemio". Uy, qué grima. Yo no quiero ser ese. Me levanto y me acerco al mismo camarero, que sigue con ella, haciendo como que es mudo, ciego y sordo, para preguntarle lo mismo. Decidido, donde se siente me siento yo, qué nariz tan mona. Viene un conocido. "Estamos ahí, siéntate con nosotros". Ah, gracias. Grrr. Me siento, no se puede luchar contra el destino, el que nace lechón muere gorrino. Abro el menú para no pensarlo. Dío mío, otra vez la tortilla desestructurada de Ferrán Adríá. Y sigo teniendo sólo un traje. Estoy meditando sobre la maldición que nos persigue a este traje y a mí cada vez que venimos al Casino cuando una mano se posa en mi hombro. ¿Te importa que me siente contigo? La chica de rojo. Así que existen los finales felices.
Toda la cena charlando. La coca gratis en las redacciones de los periódicos peruanos, el número de su novio, que borra cuidadosamente del móvil, debajo de mi nariz, lo bien que sienta el cava, los reportajes de viajes... Cuando me giro casi sólo quedamos en la sala la Gemio, su acompañante y nosotros dos. Salimos. En Sol una hora hablando bajo su paraguas, buscando un taxi pero sin buscarlo. ¿Qué es lo que debería haber dicho? Encuesta: ¿debí hacerle una amable invitación? ¿debí pararle un taxi? ¿qué creeis que hice?
Hoy tengo dos fiestas sucesivas y quiero que me acompañe una chica que me guste. pero no quiero que Noe me diga que no puede. Así que aquí estoy, esperando a Ana, quien, por cierto, no lee este diario (¡ni ella!) para que me dé un teléfono de una amiga suya adoradora del glamour, que pega conmigo y que tiene un polvo. Francamente, no sé si debo meterme en un club en el que admitan a socios tan parecidos a mí, no sé si me entendeis.

miércoles, 10 de abril de 2002

Al fondo de la página queda, por unos días, un texto incoherente como recuerdo de que una vez intenté poner un contador aquí para saber si estoy gritando en el desierto, ladrando a la luna, llamando a la puerta de la iglesia equivocada, .......... ............ ................... .................... ............... ............. ..................(pon sobre las líneas de puntos tu metáfora tópica particular)
Hoy no he pensado en ninguna moza en todo el día, en serio. Y eso me lleva a la conclusión de que mi ansiedad sexual es sólo producto de la inactividad. Si trabajo y voy a fiestas (ahora mismo me voy a uuuuna, enviiiiidia) no pienso en chicas que, en el fondo, me importan un carajo.
Y me voy y os dejo hasta mañana... mmm, ¿os dejo un poema que habla de dejar o lo dejamos?
Venga, ahí va, que esto ha quedado como sin chicha hoy. Es de la primera y única vez que me enamoré. Hace tres meses, lo que puede uno descubrir de mayorcito.

DESPEDIDA
Te dejo con tus cosas cotidianas,
con tus negociaciones,
con tu cepillo eléctrico,
con tu sobrino, ahora
que ya sabes limpiarle las caquitas.
Te dejo, aunque no quiera,
con tu mirar de asombro,
con tus amaneceres tibios,
quizás en otros brazos,
con tu lunar y con tus tatuajes.
Te dejo con tus largas noches blancas
en que buscas, tal vez,
la voluntad perdida,
el amor imprevisto,
o una risa afilada.
Te dejo unicamente un par de notas,
un par de camisetas,
dos canciones
y un recuerdo brumoso,
poca cosa.
Te dejo, aunque no quiera.
Ya no más telegramas,
no sonará el teléfono en mi nombre,
no te haré más visitas en los sueños.
Te dejo, y sé que pierdo
una vida hipotética
ajazminada y dulce.
Te dejo con la incógnita
de no saber qué quieres,
si me quieres,
si quieres que te quiera,
si sigues extrañando
mi nariz, mis orejas,
mis labios y otras cosas familiares.
Te dejo deplorando
ser tan cobarde
de no mandarte un poema cada día
hasta estar cierto
en que no quieres decorar tu vida
conmigo como amante, como amigo.
Te dejo, y no imaginas como duele
abandonar ahora este destello,
este brillante, inesperado amor,
este verano intenso en pleno invierno.

martes, 9 de abril de 2002

Leyendo un artículo de elenis (www.estrambotica.com) sobre pintadas en paredes, baños y pizarras, me acabo de acordar de una que hice antes de un examen. Ese día había un ambiente de especial histerismo en clase. Unos últimaban las chuletas y otros intentaban acordarse del tercer paso de las técnicas de Goebbels para seducir masas. Agarré una tiza y escribí en la pizarra
"No te inquiete el saber, yo no tengo ninguno
pero mi canto surge, natural, al calor
no te inquiete el saber, yo no tengo ninguno
y el ocaso me escucha
KEATS"
Encesté la tiza en su sitio, me sacudí las manos y la gente aplaudió, lo juro. Suspendimos el examen felices y en armonía. Qué fácil era y es la vida casi siempre.
Ayer me pegué una cena de siete platos en una presentación de nosequé (pollo de corral+trucha+cochinillo+etcétera) y acabé en un puti con un grupo de cocineros de excursión. A las 4. ¿Se estará volviendo esto una costumbre? Era un sitio taaan raro. Unas 60 chicas, vestidas más o menos como las que me rechazan en los afters pululaban de aquí para allá o esperaban sentadas.
Me voy, que ni aquí me hacen caso
Es que van a por los viejos, hombre
Ya, que tengo cara de pobre
Mala racha sexual, amigosgas. ¿A alguien le apetece un polvo furioso?

lunes, 8 de abril de 2002

Me he quedado dormido en el tren y, veinticinco minutos después de que se parara, me he despertado en un vagón vacío. ¿Es posible que ni una de las cerca de cien personas que viajaban conmigo haya sido capaz de zarandearme y decirme que ya habíamos llegado? Sigo descubriendo Madrid.
Con las prisas me he dejado los zapatos que me regalaron por mi cumple. Deben de ser carísimos. He bajado corriendo al andén y el tren estaba parado en un semáforo. Cuando ya estaba llegando a la ventanilla, el maquinista ha arrancado. Mis zapatos, de todas formas, estaban en "atención al cliente". Resultado: una hora y media tarde al trabajo, mil quinientas de taxi y juro que nunca me volveré madrileño in that way. (Lo siento, es que tengo que practicar inglés)
La fiesta fue la bomba. Se me pasó volando, amaba a todo el mundo, cada vez que llamaban al timbre me daba un subidón. Y eso sin drogas y sin cenar. Treinta personas. Gente a la que quiero, gente a la que podría llegar a querer y gente a la que me tiraría. Acabamos en un karaoke a las ocho, previo paso por un puti del que casi salimos agujereados. Mantuve el tipo mientras mi amigo insultaba al dueño y salvé la situación con algo de diplomacia. Cuánto autocontrol, casi no me reconozco. Llegué al trabajo a la una.
Cuando apareció Nuria en la fiesta casi me pongo a llorar, nos dimos un abrazo de diez minutos, le regalé los pendientes y la pulsera de plata que la había traído de México, nos dimos un abrazo de tres minutos y casi me pongo a llorar cuando se los puso. Le dije que creí que ya no quería saber nada de mí ("qué poco me conoces", contestó) nos dimos un abrazo y casi me pongo a llorar. Todo el mundo se lo pasó muy bien, fuimos más de treinta, les encantó mi casa, mi terraza y mis invitadas. Casi me pongo a llorar cada vez que uno se iba a casa. Apenas crucé dos palabras con Noelia. Sólo le dije. "Has venido muy guapa, pero no te lo quería decir delante de todos estos". A mi derecha, sentado con una cerveza, estaba mi/su compañero de trabajo. Después de esa cagada no sabía muy bien qué decir. Creo que podría gustarla. Fue ella la que eligió los zapatos, Camper, marrones, de piel, con ribetes rojos. Qué buen gusto. Me sonríe a veces. A mí se me pone cara de bobo, y se me nota. Eso es lo malo, como siempre.
En Valladolor me pasó una cosa muy extraña. Si hace un par de fines de semana llegué a la conclusión de que Carmen no estaba a la altura de Noe, y que eso es lo que cuenta más que quién esté interesado en mí y quién no, el sábado me parecieron geniales los diez minutos que estuve con ella. Si hay algo que me atrae irremediablemente es la gente activa, divertida, hermosa y rabiosa, virgen y furiosa. Cuando llegué al Malecón Carmen estaba bailando sobre la barra ("como una puta de diez dólares", según mi amigo J.). Yo apenas vi el baile, porque estaba en el baño metiéndome mi primer trozo de pastilla de la noche. Estaba resplandeciente, vestida de blanco, más desnuda que nunca con esa ropa apretada. Parecía feliz, me sobaba cuando hablaba conmigo. Sólo que se fue a los diez minutos, no sin antes enrollarse con un tipo de 1,90, según vió mi amigo Jorge Dosneuronas que, por lo demás, nunca se entera de nada. Pongamos que se enrolló con ese tipo y se piró. Más a mi favor. Coño, cuanta vida tenía Carmen el sábado. Nada como la furia.
Su amiga (también es mi amiga, pero supongo que menos) me preguntó el domingo por ella: ¿te gusta? sí ¿por qué te gusta? porque es una posibilidad -debería cambiar ese argumento, lo he utilizado demasiado ultimamente, claro que peor sería decir la verdad completa, me venía a la cabeza, peligrosamente, la palabra tetas- ¿para qué la quieres? es curioso, pero por una vez, no me apetece tanto acostarme con ella con urgencia como empezar algo y hacer cosas juntos. Creo que eran las respuestas correctas. Coincidió que además eran verdad. Me pasé todo el domingo pensando en ella. Ya no me entiendo.
El sábado terminó cuando me encontré a unas amigas. A una de ellas le había mandado un mensaje hace unas semanas "¿nos enrollamos?" "sí". Con ellas y sus amigos acabé en una discoteca. Un par de trocitos más, para que me dé el globito, venga. Le recordé nuestra conversación por sms. Sonreía. Al rato se estaba enrollando con uno de los tipos. Dos en una noche. Dice Rafa que es que las doy suerte, que doy suerte a todo el mundo y que es un chollo salir conmigo porque todas se acaban enrollando con qlguien que les gusta. Humor negro.
Estoy agotado hoy. Si me enrollo con alguien que me guste proximamente¿dejaría de darle vueltas a todas esas cosas? ¿por qué tengo siempre unas quince candidatas, aunque a menudo haya una o dos principales? ¿me amo a mi mismo?
"¡Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la peor de todas
que es amarse a sí mismo!"

miércoles, 3 de abril de 2002

El domingo echaban Corazón Salvaje. Cuando la estrenaron, en el 91, la vimos Ana y yo de la mano. A Ana le he dado la dirección para que lea todo esto. No quería que nadie conocido lo supiera para no cortarme a la hora de escribir. Pero con Ana no importa porque es un trocito de mi alma, así que no hay nada que no pueda saber. Con Ana me pasa que me pongo un poco líricocoríntellado cuando escribo sobre ella. Pero no pasa nada. El año pasado escribí un cuento corto sobre un sueño (real como la vida misma) en el que salía ella y me lo publicaron en una revista de la facultad de Letras. Yo creo que ni lo ha visto. El otro día la escribí un mensaje "Otra noche maravillosa con Anita. Eres mi primavera". Lo bueno de los mensajes cortos es que luego te acuerdas de lo que has puesto y no tienes que romperte la cabeza intentando averiguar si has metido (¡otra vez!) la pata.
Por lo demás todo este tiempo ha transcurrido como era de esperar, como pasan las cosas ahora. Pequeñas dosis, amor infinito, desear a chicas no muy conocidas (las amigas de Ana) y nada de sexo.
El blogger de lamentira (tiene un enlace a la izquierda) me ha escrito para darme una recomendación. Así que ahora tengo un link a mi email (también a la izquierda, supongo) y dos lectores. Aunque es posible que Ana ni se acuerde. También ha salido una frase mía en Sonria de Tequila, que es un sitio que está muy bien para empezar a conocer los weblogs. Y que es y tiene arte, dicho queda.
Mañana tengo mi gran fiesta en la terraza. Noelia va a ir. Hoy me ha dicho que le ha gustado mucho mi penúltimo reportaje. Y no tiene pinta de decir las cosas por decir, ni de ser una pelota. Es más, no la pega nada decir esas cosas con su enternecedora pose de medio dura (chicazo, dice su madre). La he querido dar un poco de caña (porque eso de que sea tan bueno las abuuuurre) diciéndola que no tenía posibilidades de pillar en mi fiesta (es que son 19 tías buenas confirmadas y sólo dos tíos y yo, me parece que me he pasado) y me ha respondido con eso. El caso es dejarme desarmado. No sé, alguna me lo podría poner fácil de vez en cuando, que yo para los acertijos soy penoso.
Mañana, de resaca os contaré alguna triste historia, no creo que haya mucho sexo en el texto (o eso espero, porque lo más probable es que se quede a dormir conmigo mi amigo gay).
se despide virgenypenoso