miércoles, 27 de noviembre de 2002

(a ver, rubia, no me seas contradictoria, he dicho que ni un enlace más y ni uno más hasta que tú hables de mí en tu blog)

"Lo del piso, ya te lo he dicho, no va a venir a buscarte, asi que mueve ese culito, anda, que tiene muchos mas usos de los que tu le das". Reconozco que hace dos meses que le dije al casero que me iba y que, desde entonces no he movido el dedito de marcar para buscar nada. Lau me acoge. Pero lau me echa pasado mañana, porque viene el nuevo a ocupar la habitación. Hoy por fin me he decidido, a eso de las ocho de la tarde. En la misma calle de mi trabajo. 130 euros menos que el anterior. Para entrar pasado mañana. Vaya, parece que tiene buena pinta. Asi que por fin he hecho mi primera llamada. "¿Puedes venir a verlo ahora?".
Tiene dos compañeras, una argentina que cuenta unos chistes que no entiendo muy bien y otra que estudia por la Uned por puro afán de conocimiento. Pero mejor, así aprendo un sentido del humor nuevo y puedo contarle mis batallitas de abuelo cebolleta a la del saber no ocupa lugar. Mmm, juraría que la argentina me ha mirado el culo cuando me he girado, y eso es un punto en contra, porque no es que lo tenga infrautilizado, como insinuaba mi amigüita en el mail, es que no tengo culo. Mis primeros ahorrillos van a ir para la Corporación Dermoestética, para que me pongan un trasero.
Me encanta esa forma de vender los pisos. "Este armario tiene mucho fondo". Pues tendrá fondo, pero lo que es superficie... "Y es la única habitación con espejo". Ah, ¿en ese trozo de cristal colgado de un clavo te puedes mirar? Pues como mucho cabe una espinilla o un ojo.
Luego, durante todo el cásting he tratado de recordar el sabio consejo que me ha dado mi redactor jefe, mi kindergardener, que me conoce: "si quieres que te den el piso, mejor no abras la boca". Asi que sólo contestaba a lo que me preguntaban. "Sí, sé que el orden y la limpieza son los principales problemas en un piso compartido. Yo nunca he tenido problemas con eso" (ningún problema, si me sale una rata del baño la saludo y cada uno por su lado. Nunca me meto en la vida privada de mis compañeros). "No hay ningún problema con el dinero. Pero hoy no te lo puedo dar, mañana me acerco al banco" (mejor que no me acerque a menos de 50 metros del banco porque me apedrean. A ver a quien se lo pido).
Asi que todo iba muy bien hasta que ella me ha dicho: "bueno, mi novio viene algunos fines de semana y me apetece estar con mi novio y cuando viene quiero estar con mi novio" (novio novio novio, ay, en cuanto lo pillan cuánto se les llena la boca de novio a algunas lagartas, pobre chaval). Y he tenido que hablar: "no, si por mí no hay problema, no tengo novia, pero no pienso mantener el celibato". Y entonces se le ha encendido la bombillita: "oye, pero que aquí no traemos a cualquiera, ni hacemos fiestas, ni hay gente todos los días...". "No, si tampoco tengo tanto éxito".
Hala, ya me he quedado sin piso, por hablar.
Eso sí, como me llamen y me lo vengan a traer a casa, JUA, lo que me voy a reir.
Pero eso sí, como no me llamen, JUA, lo que me voy a mojar.