martes, 29 de abril de 2003

A MODO DE EPÍLOGO

Uno se hace adicto facilmente a las emociones fuertes. A las fuertes y positivas, a las fuertes y energizadoras, a las fuertes y buenas, a las fuertes y embriagadoras y pacificantes y alegres. Engancha el amor sin condiciones. El de ida y el de vuelta. Saber que todo lo que hagas estará bien, que todo lo que te hagan será desproporcionado. Ya sólo quieres que te quieran así, sin un solo pero.
A veces me quedo durante minutos mordisqueando un trozo de su piel, uno cualquiera, hasta que de pronto despierto y ella me está mirando. Y me avergüenzo, porque pienso que piensa que qué cosa más extraña. Y resulta que no, que ella no estaba usando la cabeza tampoco. Sólo lo disfrutaba. Justo como yo.
Estoy enganchadísimo, y me siento igual de bien entre sus brazos cuando ríe que cuando llora, y no sé si eso debería ser así, pero sus lágrimas en mi hombro me llenan de paz, su risa ahogada sobre mi pecho me transforma, me hace mejor.
No hay nada material entre nosotros, nuestro sexo no es de verbos ni de nombres. No he hecho con ella una sola cosa pensando en mí, jamás ha tenido un mínimo gesto de egoismo. Aunque claro, todo eso es el egoísmo máximo, la avaricia del otro que nos hace sentir como dioses.
A veces me asombra su sensatez, su fuerza y su optimismo. Todo lo que yo necesito lo tiene ella. Y me lo da tan gratis que ni sabe que me lo está ofreciendo. Y no entiendo nada, no entiendo cómo existe alguien así, ni por qué me mira con tanto amor.
El primer choque de mi piel contra su cuerpo desnudo es exactamente un golpe de agua fresca en el río, un despertar en el suelo del monte, con todos sus sonidos y su luz temprana, una lengua deseada que hurga tu boca por primera vez. La primera descarga de serotonina tras el MDMA. Es todas esas cosas que ya he vivido y muchas nuevas.
Debemos ser sociables y comportarnos. Nada de cariñitos ni miraditas ni manitas ni diminutivos, nada de aislarnos. Sabemos que debemos, pero no queremos ser sociables ni queremos comportarnos ni queremos no aislarnos.
Y me sigue preguntando si mañana querré verla, y me sigue proponiendo cada día el mismo plan como si fuera la primera vez.

A veces siento que no me creeis, y me horroriza pensar que debajo de la hojarasca de los guiños y los trucos no estoy siendo capaz de que veais ese inmenso territorio de amor o de cariño. Ella me dijo una vez que tampoco se fiaba, ya me había pasado antes. Así que me pregunto para qué, si ya sólo escribo para sus ojos, y me pregunto cuál sería el atajo para borrar mi pasado, para ser uno nuevo, ser quien quiero y puedo ser hoy, y no un efecto de la causalidad. Y me sé la respuesta.


Y me escribe:

"Qué de conciertos! al de Presuntos podíamos ir...... jejeje o al de Chenoa jajajajaj cuando tu vas....

jo! yo tampoco te voy a ver hoy, no voy a ver como me besas, y me mimas y me quieres, aunque solo sea un poquito.

Ni voy a ver la cara de interesante que pones cuando trabajas.

Ni voy a oír los suspiros que se te escapan.

Ni voy a ver tu cara negándome.

Ni me vas a traer todo lo que quiera.

Ni me vas a encender un cigarro mientras conduzco.

Ni vas a ir asustado en mi coche.

Ni me vas a llamar taxista cuando me meta con los demás conductores.

Ni me vas a pedir un beso, de los de verdad, cuando te deje en casa.

Ni me vas a llamar nena.

Ni me vas a decir "Te quiero".

Ni me vas a poner el pijama.

Ni vas a hacerme sufrir.

Ni te vas a reír de mis lloros, grititos, suspiros, y "dioses y joderes" varios.

Ni ná.

Pero mañana todo, ¿vale?

t

e



q

u

i

e

r

o"

Porque con esta carta, porque con su mirada me inventa, me modela, me crea, sólo puedo repetir mil veces un verso,

"yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío"

Y nada hay que pueda añadir a esto.


Pero mañana todo ¿vale?

lunes, 28 de abril de 2003

HOY SOY TODOPODEROSO

Puedo hacer lo que quiera,
puedo hacer una esfera
y viajar en su interior,
y llegar a las estrellas.
Puedo hacer que te vuelvas
desde dentro hacia fuera,
puedo hacer que no haya sol,
puedo hacer que no lo veas
y que nadie lo recuerde nunca más.

Puedo hacer una prueba,
puedo hacer que me quieras,
puedo andar dentro de ti,
puedo estar en tu cabeza,
y que no mires a nadie nunca más.
(de los planetas)

viernes, 25 de abril de 2003

"Nació con el don de la risa y la convicción de que el mundo estaba loco"
(más o menos empieza así)

Ya he pensado que es lo que me quiero regalar para cuando termine toda esta locura laboral: Scaramouche. Muchos ratos con Scaramouche otra vez.

jueves, 24 de abril de 2003

HA NACIDO UNA ESTRELLA

Una nueva modalidad ha hecho su aparición entre los deportes olímpicos, el caming, por decir algo. Cuando nos hemos girado, la cama, que empezó en la esquina, estaba como a dos metros de una pared y a un metro de la otra. "Hoy si que hemos llegado lejos", ha comentado asombrada E la rompecamas. Yo ni he dicho nada ni había hecho mas que estarme quietito y un poco acojonao esperando el momento en que todo se hundiera y acabáramos en el suelo. Pensaba: este golpe en la cabeza puede ser el definitivo. Así no hay quien se concentre, claro.

Mis compis de piso me han contado que van directos en los descansos a cotillear esta historia de porno sentimental. O sea que es como si hiciéramos todos los días jornada de puertas abiertas, glups. Pues nada, pal próximo no la cerramos, ya total. O. se TIENE que hacer un blog pero ya, que está en desventaja, tú piensa que en caso de guerra eres la única sin órgano de propaganda, jeje. (y en caso de amor, también)

Entre una cosa y la otra estoy bastante ausente de mi nueva casa hasta cuando estoy presente. Es una pena, pero bueno, algún día acabaré el puñetero libro y estaré presente ruidoso y presente borracho y presente chistoso y presente (más) robacocacolas y presente promotor de salidas a destiempo y presente robalibros y presente cotilla y añorareis estos tiempos :)

Creo que hoy me he enemistado con los tíos que van a juzgar y condenar mi trabajo, el que me tiene sin salir de casa desde hace mes y medio, que se dice pronto. Gran jugada.

24 de abril por la mañana, el ejército desnudo cautivo y desarmado etcétera. "¿Qué tengo que decir para que pares? ¿qué me rindo? Pues me rindo". ¡Oe oe oeo! eso es lo que tiene el decirme que ya no voy a poder con la cuarta hora ¿¿que ya no voy a poder?? Tevaenterartú.

Anteayer me acosté a las 6 y me levantaron a las 8 con unas cariñosas bofetadas (eres un cielo). Hoy me acosté a las cuatro y me levantaron con una frase: "tranquilo, que no llevo ningún arma" (eres un cielo ocurrente). A ella le dolerá el pecho, le temblarán las piernas, pero yo empiezo a ver visiones. Y oigo voces. Nadie dijo que fuera fácil (pero vamos ganando, jeje).

Me pregunta que si me voy a ir a ligar hoy. Jaja, que graciosa. Pero si no puedo mirar a otra chica. O sea, que no puedo. Que me tiene dulcemente atrapado y no hago otra cosa en mis escasas horas libres. Que por cierto no eran libres, eran de sueño.

Ha habido un ratito que se ha enfadado conmigo. Y todavía no sé por qué. Se enfadaba cuando estaba empezando las frases, supongo que por la sonoridad. No sabía que hacer. Bua.

Ibamos a ser novios hasta el domingo, pero hemos cortado, creo. Llevábamos fatal el noviazgo. Ahora somos amantes otra vez. (FE DE ERRORES: que no, que me está amenazando con hacer lo que quiera si no somos novios hasta el domingo, y yo no sé que es eso de hacer lo que quiera, pero suena mu mal, así que nada, esto era una ERRATA)

Cada día es más hermosa. Desnuda mucho más. Ahora me acostaré y mi almohada olerá como ella. Y dormiré como un bendito. La felicidad atareada.

miércoles, 23 de abril de 2003

LA ROMPECAMAS

Yo estaba bastante quietito, lo juro, fue la rompecamas (oh, ya tengo un nick para ella) la que se estaba emocionando. Yo, a pesar de que me estoy quitando de lo de hacer comparaciones y listas y jerarquías en pleno ajo, que es una cosa superelegante, le comentaba que justo así parece que es una postura que gusta. Lo que pasa es que mi vocación es la de explorador, desde que hice, hasta el número dos, la enciclopedia de los jóvenes castores, y no puedo dejar lo de tomar notas y descubrir y conectar datos. Es un tic.
Así que yo le decía lo de la postura y me explicó que con ella se estimula esto y esto, y yo tomando notas, y la cama decidió ponerse a explorar también, el otro día llegó hasta la puerta y ayer parece que se había decantado más bien por la ventana, por el rumbo. Y de repente hizo ¡catacrok! y no sé cómo aparecimos en el suelo entre la pared y la cama y el colchón, que se quedaron inexplicablemente en diagonal.

Preocupaciones que se tienen y frases para decir ante un accidente de estas características (nosotros ya lo hicimos, que sirva para algo y os pille prevenidos)
a) para un mueble que tenía...
b) ¡el ordenador y la cerveza! seguro que se han caído
c) no, no, no, no te salgas
d) ahora sí que nos han oído, nos van a nominar
e) ¿ves como sí que estoy gorda?
f) ¿quién vive abajo?
g) definitivamente, me voy a tener que comprar una cama
h) ¿ponemos el colchón en el suelo o traemos la otra cama?
I) ¡no te vistas!
j) esto te va a venir muy bien para el curriculum ¡ROMPECAMAS!

Lo siguiente es sentarse en el suelo y reírse. Reír una hora.

lunes, 21 de abril de 2003

DE MAL ROLLO

Veo que la contabilidad de este diario va fatal, que los comentarios que antes lo llenaban de numeritos crecientes han migrado hacia latitudes más cálidas como los regazos más satisfacttorios de bandaluna y betty. ¡Pues muy mal!, pues vale, ¡pues no me dejeis comentarios! con lo que a mí me gusta leerlos cuando estoy hasta el culo de trabajo (no cuando tengo mucho, cuando estoy hasta el culo, con perdones).
Para acelerar esta decadencia progresiva y no sufrir más, vengo con dos armas infalibles:
a) pedirlos (me acuerdo de cuando os pedí dinero, que todavía lo estoy esperando, majetes)
b) publicar uno de mis (presuntos) poemas. El silencio suele ser absoluto y definitivo.

No sé por qué, el otro día me acordé de uno de cuando me dejo la innombrable, tiempos difíciles. Y completo. Para los tiquismiquis diré que no es que se repitan palabras, que es que los homónimos clónicos son lo que mejor rima entre sí, lo tengo comprobadísimo.
Y a ver si así os convenzo también de que esto es un blog serio, que la gente me dice que viene aquí a reirse y eso sí que no. Aquí somos intelectuales tol rato.
Va:

TIEMPOS DIFÍCILES

Se me agarra el recuerdo a la memoria
En los ratos más tontos:
Yendo en el autobús,
Viendo una peli mala,
Meando en el periódico.

Yo quisiera
Acordarme de ella
Cuando riego las plantas,
Cuando llueve
O cuando hago el amor con otra chica.

Pero nunca me acuerdo de las plantas,
Si llueve, corro sin pensar en nada,
Y, bueno, de follar ni hablamos.

miércoles, 16 de abril de 2003

PORNO

me levanto tarde
la almohada huele a ella y me voy acordando de todo lo que pasó anoche
conozco a Pilar, la asistenta, que lo primero que me dice es que tengo unos ojos muy bonitos
me compro unos calcetines de rayas con un tigre asomado arriba, con las orejas y la nariz en relieve
ella me escribe un mail cada diez minutos, yo le escribo un mail cada diez minutos
hablamos de organizar una importantísima cena de despedida, que vamos a estar mogollón de tiempo sin vernos, de miércoles a domingo
quedamos a las ocho y media, a las siete me escapo al super, compro su cerveza, el jamón que le conviene, soja, espárragos, anchoas, remolacha, la botella de aceite de oliva virgen más bonita de la estantería, vinagre de módena, me paro mucho rato frente a los tomates en rama, tomo una rama y no me convence, elijo otra y tampoco, al final me quedo con los mejores, tienen muy buen color, puede que mañana no sirvan, pero esta noche estarán perfectos
ya no puedo trabajar más
llega a recogerme, el pelo todavía un poco mojado, una minifalda vaquera que no es nada al final de esas piernas largas como un bastón de caramelo, la camiseta roja apretadísima que estrenó conmigo, una cara de felicidad y un besuqueo que no sabe ella lo que vale
pongo sal de ajo en el fondo de la fuente, corto los tomates en rodajitas finas, corto el queso fresco en rodajitas finas, corto el pavo en tiras, echo el perejil despacio, hacía cosa de un año que no cocinaba y antes de entonces otro año más, probablemente
leemos un artículo de una revista masculina que cuenta diez maneras de volverla loca, el primer orgasmo se consigue con un beso, el siguiente mordiendo los pezones, según un doctor tibetano que dice que el orgasmo pectoral es el segundo más frecuente entre las mujeres, no pone cuál es el primero, pero suponemos que es el de nariz, superfrecuente
me cuenta muchas cosas mientras cenamos, la escucho y la miro
nos entra mucha prisa por ir a la cama
pero me meto en la ducha y cuando salgo, ella me está esperando apoyada con cara de gatito en la pared, junto a la puerta del baño, dice que se aburría y que me echaba de menos
descubro que tengo agujetas, pero casi no tengo que hacer nada, porque a ella le gusta todo y a mí se me mueven las manos solas y esos son los beneficios del sexo con amor
luego me dice que invite a uno de mis compañeros de piso a la fiesta temática que tenemos: de sin ropa, de coronitas y de diminutivos, pero está dormido ya
seguimos y seguimos, me cuenta sus historias del pueblo, le cuento algunas de las mías, los pueblos de kastilla se parecen como una gota de Ribera a otra gota, me cuenta las cosas que le preocupan, seguimos y seguimos, me pregunta que si me va a matar, y le digo que sí que sí que sí, se vuelve a hacer un vestido con la manta, dice que lo va a llevar a una boda
tenemos sueño y se pone de espaldas a mí, la abrazo y le beso ese punto en el cuello y se le pone la piel de gallina, invariablemente, tiene la mejor postura, y me pregunta si la quiero yo, digo que no, pero al rato, con la excusa de que su pelo me hace cosquillas en la cara, me la quedo
nos despertamos a las cinco y ella ha soñado que le hacía cariñitos a otra y se enfurruña y me echa la bronca y me da la espalda, yo no entiendo nada, es más, no sé dónde estoy, necesito dormir, tengo unas ojeras espantosas y los pelos de tom jones, me abrazo a ella, creo que hasta me disculpo, quiero que sea mi almohada, pero tiene que irse con sus papás, que no se vaya
se arranca un colgante de oro con su inicial de la pulsera, dice que lleva tres años sin quitárselo, no sé dónde ponerlo, no tengo muebles, sólo cajas, lo coloco con mucho cuidadito, como si se fuera a romper, en un travesaño de mi única silla
son las siete de la mañana y no puedo dormir, llevamos unos días bromeando con lo de nuestra larguísima separación, pero ahora que ha llegado, otra vez con la almohada recordándome todo el rato el olor a pan nuevo y a verano recién cortado, me parece que son demasiados días, que qué voy a hacer, que no quiero
"Yo te voy a querer
como en las canciones de los Camela"

Me manda un correo. ¿No es preciosa?

>>¡que me voy ya! en breves minutos pero que me ha dado tiempo a leer tu mail, y a transformar este otro que me han mandado sin lo que hay entre paréntesis:
60 cosas que te puedo asegurar que están sucediendo ahora mismo,> >mientras tú estás leyendo esto:> >1. Alguien está muy orgulloso de ti. (YO siempre)> >2. Hay alguien que está pensando en ti. (YO como siempre)> >3. Alguien está preocupado por ti. (YO, porque no quiero que tengas que trabajar tanto, quiero que te diviertas) > >4. Alguien te extraña.( yo, jo! Ya lo sabes)> >5. Probablemente alguien necesita hablar contigo. (yo a todas horas)> >6. Alguien quisiera estar contigo. (también a todas horas)> >7. Alguien espera que no estés en problemas. (YO)> >8. Alguien te está muy agradecido por el apoyo que le has dado. (yo, eres un sol)> >9. A alguien le gustaría estrechar tu mano. ( a mi, y ya sabes cómo)> >10. Alguien espera que todo resulte bien. (claro que quiero que todo esté bien)> >11. Alguien te necesita para ser feliz. (yo, que tus mimos me hacen feliz)> >12. Alguien quiere demostrarte cuán importante eres. (Yo, ya sabes que lo eres para mi)> >13. Hay alguien celebrando todos tus triunfos. (yo los celebro contigo cuando quieras)> >14. Alguien quiere darte un obsequio. (yo, pero estoy pensando cual)> >15. Alguien está convencido de que tú eres un regalo. (Claro que lo eres)> >16. Es probable que alguien esté celoso por el resto de tus> >amistades. (¡eso no!)> >17. Alguien quiere acariciarte. (yo todo el tiempo, todo el cuerpo)> >18. Alguien que desea decirte "te quiero" (un pokito, un poco)>

martes, 15 de abril de 2003

Veamos: estoy a las mil de la noche de un sábado trabajando como un idiota, preguntándome qué narices hago aquí en lugar de estar dibujando nuestra silueta en el colchón de mi cama nueva, escribiendo sobre las bondades de un producto al que le estoy cogiendo una manía horrible. Soy una puta. No, ellas a veces saben decir que no, seguro que mantienen su dignidad mejor que yo.
Elisa me llama. Que si quiero que me pase a buscar. ¿¿que si quiero?? Cuando bajo, allí está sonriendo desde ese coche extraplano tan bonito. Abro la puerta y me encuentro a metro setenta y siete de jovenzuela espectacular, con una sonrisa afilada en la boca y en los ojos, el pelo de anuncio de L'Oreal y esas manos largas y acariciadoras, con un vestido negro minifaldero, el escote que trato de no mirar tanto, las piernas que parecen interminables pero acaban en unas botas altas que me están matando. Y que quiere besarme y que quiere llevarme a casa y que quiere venirse a casa. Dios lo que es existir no existirá, pero a mí me cae supersimpático Él también.
Se va a las siete de la mañana, en el intervalo le he detallado el plan para cuando tengamos las cuerdas, me ha dicho un millón de cosas bonitas y yo dos millones. Su chupetón ya se va borrando, quiero otro. Por problemas técnicos no he podido hacer mucho más que sufrir, hacer de manta, recibir su cuerpo haciendo de manta, hablar, besar casi cada rinconcito y sufrir. A la décima vez que me dijo que quería que quería que le apetecía mucho, me puse malísimo y ya no sé, perdí la noción del tiempo y el espacio y no estoy muy seguro de lo que pasó, porque ya sólo tenía una idea dominando a todo lo demás que pudiera pasarme por la cabeza. Pero eso no, eso seguro que no lo hicimos. Sus medias estaban destrozadas en el suelo cuando me despertó al mediodía su voz al teléfono.
-¿Te he despertado? Soy una egoista, sabía que ibas a estar dormido pero tenía muchas ganas de hablar conmigo.
Debo de estar soñando todavía (vale, si esto es muy empalagoso me lo decís, pero vamos poneros en mi lugar)

A las 4,20 AM del domingo estoy volviendo a casa yo solito recordando los bonitos tiempos en que tenía fines de semana y escribía sobre cosas que me motivaban o al menos decidía yo qué decir sobre la materia de los reportajes. Sí, fue hace tiempo, ya no me acuerdo. No hay taxis, los cajeros no me dejan cargar el teléfono para la llamada de mañana, tengo sueño y hambre, llueve mucho. Y no sigo, que esto parece un blues. A las 8 AM me llama, viene a hacerme una visita con el desayuno. ¿te importa si sólo dormimos?, sí, no te preocupes. Evidentemente no ha venido hasta aquí a dormir, pero es buenecita. Pero yo no. Salimos de allí a la 1,15 PM. Estoy definitivamente curado. Ella moja un dedo en el vaso de cocacola y lanza una gota sobre la colcha, canta conmigo, me da órdenes. No sé muy bien lo que significa eso, bueno, sí, que está mucho más relajada y, por lo tanto, mucho más hermosa. Por lo que veo es superreligiosa. Bueno, lo que es es un prodigio. Nunca se cansa, nunca dice que no, me va a terminar matando. O yo a ella, veremos, que a insistente no me ganaba nadie en mi vida pre gatillazos. Como no falla que algo falle, los condones no son de mi talla. Qué difícil, qué difícil es despegarse de esta chica. No quiero, no quiero, no quiero. Pero me deja en la puerta de mi trabajo. Parece que, de los dos, va a tener que ser ella la responsable.
Luego revelo unas fotos en las que está feliz, con esa sonrisa tonta que yo me sé. Quiero hacer una ampliación y colgarla sobre mi cama.
A las 8,45 PM mi cara sonriente da cabezadas sobre el teclado del ordenador. No sé muy bien dónde estoy, hay gente a mi alrededor, creo que alguien estaba hablando conmigo hace un minuto, abro un ojo. Si Dios quiere matarme así, hágase su voluntad

domingo, 13 de abril de 2003

Tú tienes que levantarte,
yo escondí el despertador.
tú llevas los pantalones,
yo no uso camisón.
vas a ver qué luna de miel
qué hoteles qué baños al anochecer
vas a ver que cielos y qué
canciones nos cantan al amanecer.

-me tengo que ir.
-nonono, está mal el reloj, está fatal, no es esa hora.
-¿quieres que me quede un poco más?
-bueno... si te apetece...
desnuda de cintura para arriba se agacha a dejar el móvil a los pies de la cama, es superelástica y hace un escorzo raro, porque el suelo está lejos, le asalto desde atrás y le beso la espalda, se la mordisqueo.
-¿Me hago un ovillo?
-Vale, y yo una esponja.

Aunque qué te voy a contar yo a ti, te lo cuento: a veces pasa, bandaluna, que a un ovillo le sucede Teseo y lo desenreda y se ayudan a salir del laberinto. En otras ocasiones las esponjas se bañan en sirope y se quedan compactas y empalagosas, pero tan a gustito. No pasa siempre ni para siempre, claro, y por eso hay que disfrutarlo con más de cinco sentidos, con todos menos el de la cautela.
Lo cierto es que sucede, sucede continuamente. Hay pruebas, científicos versos que lo certifican.
digo ¡puf!, y ella me pregunta que por qué.
porque es muy fuerte y muy bonito y muy físico lo que siento.
mientes, mientes como todos.
¿ah, sí? ¿esas tenemos? pues no pienso volver a decir puf.
al rato digo ¡bof!.

viernes, 11 de abril de 2003

CHICO AFORTUNADO
pensé: no quiero nada más que apoyarme en el balcón con la cerveza mientras ella se envuelve en una manta para ir al baño, recibirla con una sonrisa y un beso cuando vuelve con la manta convertida en un vestido sin hombros, con un corte perfecto, con sus brazos pecosos al aire, con la mirada baja y brillante, pensé, no quiero más que este momento, quiero Madrid, quiero a ella, todo es perfecto, mi vida está donde tenía que estar, he elegido todos los caminos correctos, todos los que me traían hasta aquí
pensé: nadie se mueve así, nadie, nadie se entrega con esa timidez, nadie me hubiera relajado con esa dulzura para que no vuelva a pasarme eso que te juro que nunca me pasa, nadie lo hubiera conseguido
pensé: llevo todo el día con Elisa en la cabeza, no, llevo toda la semana ¿y si me estoy enredando?
pensé: la quiero, pero no sé hasta dónde, no quiero saberlo no quiero medirlo, no quiero complicar las cosas sencillas
pensé: me encanta que me lo cuente todo, quiero saberlo, quiero que ella lo sepa, quiero que no nos mintamos, que la amistad sea lo que salvemos primero de cualquier incendio e incluso de una buena inundación, quiero que tenga su vida, quiero tener la mía, quiero que sólo nos juntemos para los buenos momentos ¿por qué no? quiero ser su amante, pero hoy no me ha gustado imaginármela con otro.

Coincidí con Elisa una mañana tonta valladolorana en casa de fer. La típica sesión cinéfila, al menos no eran las tres partes del Padrino ni Jesucristo Superstar esta vez. Elisa me gusta, nos gusta a todos, cada vez que la veo aparecer es como si se alzase un telón, siempre me sorprende, nunca la recordaba tan guapa. No lo sabe, ni lo sabrá nunca, que uno ya es perro viejo como para andar hablando de sus puntos débiles, pero me tiemblan un poco las rodillas cuando surge y no puedo dejar de mirarla y tengo la sensación de que estoy quedando como un tonto, y me pregunto qué habré hecho de bueno para merecer sus besos.
Las cosas empezaron con algunos roces que se convirtieron en caricias que se convirtieron en besos. Los más viejos del lugar recordarán mi miedo a los latidos de mi propio corazón. Aquélla noche pensé que se me escapaba, podía oirlo más que sentirlo, no se si estaba más excitado, nervioso, incrédulo o desconfiado. No me fiaba de mi mismo. Dos gatillazos con Silvia en mis dos últimas escenas de cama, escenas de serie B por mi parte, me habían dejado más tocado de lo que suponía. Quería acostarme con ella, quería dormir con ella, pero no sé, quizás sólo quería cariño, quizás me aterraba fallar justo esa noche, justo con Elisa. Fue ella la que me propuso dormir en su casa.
El camino hasta su cama no acabó con mis miedos. Ella se apartaba un poco, quería y no quería, demasiados amigos comunes, demasiada confianza como para que se olvidara de repente, como para que mis dedos recorriendo su eje desde atrás se convirtieran en unos dedos sin cara, como para que ante un "sabes muy bien" no recordara que hace unas horas yo era un amigo que le decía otras cosas con otro tono, con otra sonrisa. Todo tenía que salir regular, por fuerza. Pero nos teníamos el uno al otro, desnudos en una cama, justo dónde queríamos estar. Y ella me quitaba la manta y me abrazaba con fuerza y su voz me sonaba como una sinfonía, como un soneto en alejandrinos y no podía despegarme de su lado y sus besos eran cascadas, riachuelos, olas y mareas propicias, porque me estaba meando. La había conseguido sonsacar su punto débil, el hueco posterior en el cuello, y mis manos la recorrieron de espaldas mientras se lo besaba, y ella pensaba "me gustaría que me hiciera el amor, así, ahora", y a mí me hubiera gustado tanto oírselo pronunciar, porque no sabía, no estaba seguro, a ratos la sentía lejos, Aún no la conocía. Pensé: eres un chico afortunado, deja de pensar, acaricia su cuerpo desnudo.
NB: algunos de los datos de situación de este post son MENTIRA, porque me pidieron que los falsease para proteger la identidad de la prota. Y sus deseos son órdenes a punta de pistola y a mí me gusta hacer como que soy un caballero.

martes, 8 de abril de 2003

Bolero (para Jaime Gil de Biedma):

A ti te ocurre algo
yo entiendo de estas cosas
hablas a cada rato
de gente ya olvidada
de calles lejanísimas
con farolas a gas
de amaneceres húmedos
de huelgas de tranvías
cantas horriblemente
no dejas de beber
y al poco estás peleando
por cualquier tontería
yo que tú ya arrancaba
a que me viera el médico
pues si no un día de éstos
en un lugar absurdo
en un parque en un bar
o entre las frías sábanas
de una cama que odies
te pondrás a pensar
a pensar a pensar
y eso no es bueno nunca
porque sin darte cuenta
te irás sintiendo solo
igual que un perro viejo
sin dueño y sin collar.

jose agustin goytisolo
Que no me vendan más nada, que hoy no compro. Que no me toreen, que no me cuenten cuentos, que no me engaño. Que me echen 269 veces, a mí por todos. Que me vaya al desierto a fabricar oasis, para que mi soledad y mis lágrimas sirvan de algo.
Este diario, con sólo dos entradas, me tiene boquiabierto. Se le quitan a uno las ganas de seguir escribiendo.

sábado, 5 de abril de 2003

Jose viene del pueblo y salimos un rato. El Babia está lleno de chicas imposibles. Sobre todo una, morena, exótica, con un niki rojo, baila como el demonio. La contemplo un par de veces, aparta la mirada, aparto la mirada. Quiero ser un objeto de consumo sexual, pero no lo soy. Hablamos, bebemos. Bailar es hoy algo excepcional que me apetece del mismo modo en que se lo pide el cuerpo al público de Maria Jesús y su acordeón en el bar de la playa de Levante de Benidorm. La chica de rojo aparta la mirada, se ríe con su amiga. Jose parece más comedido que de costumbre, habla de drogas sin hipérboles ni anatemas, escucha cuando le digo que con tanta mini bronca se está preparando para enfadarse con todos, que a lo mejor el problema está en él. Mientras salimos, me grita que me va a decir algo, pero que no sabe como explicarlo sin que me enfade. El atasco me planta justo detrás de la morena. Me mira de reojo y se reclina del todo contra mí. Jose me dice: "mira, a mí me parece muy bien, cada uno puede hacer lo que quiera, tu amigo Santi me parece un tío de puta madre... -miro con extrañeza ¿de qué va esto? La morena baila apoyada sobre mí- ...pero eso no quiere decir que ser homosexual sea lo normal". Quisiera decir algo, pero estoy tan asombrado como paralizado, pero, no os lo vais a creer, mi timidez no me deja. "Mira Jose, a mí no me hables de lo que es normal, yo soy mu rarito".

Hoy voy a una comida. Presentan un libro, y por primera vez en mucho tiempo, me siento cómodo, a pesar de mi barba de tres días y mi camiseta guarrona. A mi derecha se sienta el editor. Hablamos de aventuras en África, hasta yo intervengo, el vino está riquín, me da su tarjeta para que le llame por lo del reportaje. Le digo que le llamaré para hablar de mi novela. La gente se me queda mirando. Qué vergüenza da lo de decir que eres escritor.

Crispi recibe un mail en el que le pregunto si era ella la residente esquizofrénica que se ha cargado a nosecuantos y me contesta que qué alegría oirme aunque sea por casos extraños, que todavía no se ha vuelto majareta del todo, que quiere saber qué vueltas ha dado mi vida, que espera que todo me vaya muy bien, que un beso.

Hace mucho que burbuja no me pide un poema. No sé nada de burbuja, cada vez menos. Seguro que está bien.

Betty me cuenta que me iba a invitar a comer, pero que estaba reunido cuando ha llamado. Está sola en casa y le propongo una fiesta de pijamas. Claro que Betty no usa pijama. Pues por eso. Me recuerda que prometí contarla un cuento. Le garantizó que se lo contaré, y que le remeteré las sábanas. Dice que eso no, que le da vergüenza, digo que eso es las primeras veces.

Hablo con la maquetadora, la rubia, por segunda vez desde que la conocí el miércoles. Creo que ha sido hora y media de estar pegados al teléfono, con muchas muchas risas, pero sin una insinuación ni un tonteo. Trabajo, opiniones sobre el periodismo en general, opiniones sobre lo nuestro en particular, trayectoria profesional, historias sobre pisos y la vida en Madrid, y planes de futuro. Planeamos montar desde Cádiz una revista para el sector de las funerarias. Ya existe una que trata temas como "los muertos en el cine" o "especial Drácula", y que en su publicidad ofrece urnas para guardar cenizas con forma de libros: el Quijote, Hamlet. Puede uno hacerse una biblioteca estupenda a medida que vaya cayendo la familia. Me cuenta que vive a la vuelta de la esquina, le cuento que voy a cenar solo en el VIPS. A las doce y cinco, hora y media pegados al teléfono, ni una insinuación, ni un tonteo, a los dos nos cuesta colgar, y, cuando lo hacemos, nos quedamos con una dulce sensación de vacío, de silencio amplificado, de ganas de más.

Me llama mi concuñada, que tiene miedo, que me vaya a dormir a su casa o se viene a la mía. Me voy.
Pero antes llamo a Rafa. Me cuenta su último proyecto sobre el libro que tenemos que escribir. Me dice que me vaya a Sevilla, que tiene ganas de verme. Me vuelve a recordar nuestra vida en Londres, me cuenta que Paco todavía no tiene muy buen concepto de mí por la hucha de pences que le robé para invitar a todos a chocolatinas ("sí, era un poco Robin Hood"), me dice que tenemos que volver a hacer un diario como el de Salamanca, que le quiere comprar la casa a su abuela la de allí por el valor sentimental, que me vaya a Sevilla, que me quiere mucho, que eme spere un momento que si no le quitan la raya. "No me digas eso, so cabrón". Me metería dos mil rayas. Y eso que tampoco es que me guste mucho la coca. Pero todo está bien, y las cosas tienen un cauce y lo van buscando y al final lo encuentran, como los ríos cortados y los ríos despistados, que no existen, y los días me dan paz ahora y me metería dos mil rayas.

martes, 1 de abril de 2003

DÍA 2 (adios al celibato y la abstinencia, si ya lo sabía yo, la implacable ley de murphy...)

Al carajo el plan la misma noche del DÍA 1. Mejor que deje de fumar.