sábado, 29 de mayo de 2004

estoy seguro tiene que haber algooo
que me ayude a soportarlooo
en las farmacias del espaciooo
o en un laboratorio mágicooo
(los planetas)

...y está, entonada con alegría, se la dedico a mi jefe desde la oficina un viernes a las tres de la mañana.

lunes, 24 de mayo de 2004

respuesta

el autor reponde a un correo de laura stuart en el que la corresponsal hace consideraciones sobre el turismo e inquiere sobre lo que ha pasado en la civilización en el tiempo en que estuvo ausente

Ser turista tampoco está tan mal, ser turista sobre las cosas que para los demás son cotidianas, no pensar en las necesidades básicas, porque ya aparecerán resueltas, saber que tu cama no es tu cama, pero sí; que el vehículo en el que te mueves no te pertenece; que las costumbres a tu alrededor son raras y habría que investigarlas; que hay un programa y un horario, pero estaría bien saltárselo. Ser viajero es más jodido, el viaje sí que te pertenece, es tu patrimonio y hay que cuidarlo, nunca puedes estar a gustito, porque nunca estás satisfecho del todo. Demasiada pose. Yo prefiero no tener que mirar alrededor antes de chuparme los dedos con la paella del chiringuito. Lee artículos de opinión de viajeros, siempre quejándose, qué pereza. Seguro que entonces me entenderas, le pongas o le quites la metáfora.

¿Qué ha sucedido en la civilización? Yo bajé la persiana de mi cuarto y practiqué el número del hombre estatua durante todo el fin de semana. Pensé un poco, eché 48 horas a los perros. Me sentía culpable por no hacer nada hasta que me di cuenta de que precisamente por eso tenía la obligación de no hacer nada. Afuera, en la tele, los cotillas y los pelotas se ufanaban de su consagración, ya tienen carta de nobleza sus estribillos de estribillos de la nada. Al parecer, volvieron a aparecer en debates y debates televisivos, sólo que ahora el tema tratado les elevaba. Casi les prefiero cuando hablan de Mari Cielo. Me temo que la tele y los periódicos seguirán retransmitiendo en el futuro esta escalada de violencia rosa, con más legitimidad que nunca.

viernes, 21 de mayo de 2004

AL FONDO DE LA MESA

AL FONDO DE LA MESA

Al fondo de la mesa y en penumbras
la vermeeriana Merte me regaña.
Ya sabe sus efectos,
sus despliegues
son trampas o algoritmos.
Hoy le deslumbran cosas más tangibles,
el hotel y la cena, mi camisa.
Yo la miro, y a veces
aún no hemos salido de esa playa.

miércoles, 12 de mayo de 2004

EXHIBICIONISMO

Exhibicionismo

(nada de lo que diga en este email podrá ser utilizado en mi contra. Son las doce de la noche y me quedan 4, 5, 6 horas de escribir un reportaje que no me interesa ni un poquito pero que me permitirá salir de los números rojos) (al menos durante unos días)

Soy demasiado impaciente para el ajedrez siempre juego al ajedrez express, una manera de perder rápido.

Antes de septiembre de 2001 vivía en un ático frente a la vía en una capital de provincias. Mi hermano pequeño y yo. Junto con un inquilino con el que hacía pruebas de resistencia a ver quién aguantaba más teletienda sin levantarse a cambiar el canal. Teníamos una piscina de plástico y una planta de marihuana indestructible que nadie se ocupaba de atender, pero que volvía a crecer cada primavera. Acababa de salir de un infierno tonto por un caso de orgullo herido que se prolongó 18 meses, terminaba mi primer año y cuarto curso de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y pretendía revolucionar la sección de Televisión del periódico local con estratagemas impropias. Como colarme entre el público de un especial nochevieja de José Luis Moreno, decir lo que pensaba de verdad de una grabación de un programa local o utilizar a mi novia de entonces para ver lo que pasaba en la cabina de realización durante la grabación de Caiga Quien Caiga. Había descubierto el MDMA, que me hacía inmensamente feliz cada fin de semana.
Me habían ofrecido un trabajo glamurosísimo en Madrid.

Por cierto, la otra opción al esguince de conciencia es contar la verdad. Y eso es imposible. Nunca podría decir la verdad, siempre se escucha otra cosa. Malditas interferencias, maldito MacLuhan.

La verdad sólo es
un periódico de Murcia
(Bonilla)

Y por lo demás, yo te voy a pedir apariencias. Falsas o verdaderas. Te dejo ser lo que quieras si tú me dejas a mí.

Y por lo demás y con curiosidad malsana ¿cómo fue tu ex boda?

Y por lo demás

Llegan mis cosas esenciales.
Son estribillos de estribillos.
Entre los juncos y la baja tarde,
¡qué raro que me llame Federico!

Pues sí que es raro, porque yo no me llamo así
y estoy practicando