martes, 30 de marzo de 2010

VACACIONES DE NO ESTAR JUNTOS

VACACIONES DE NO ESTAR JUNTOS

Dos meses de no estar juntos a tiempo completo.
Dos meses de cualquier cosa agotan al menos disperso de los dispersos. Aprovechando que ella piensa que nada es para siempre y que lo de no estar juntos, lo que menos, y que por eso no le ha contado nada a nadie, nos vamos a su pueblo a tomarnos esas vacaciones.
Otra vez todo. Pasaremos muchas horas en la mesa camilla de su abuela -que se escandalizará porque duerma con ella y con su prima "un macho y dos hembras oioioioioi"-, me llevarán a un pueblo de la Sierra a comprar un queso de cabra raro, pasearemos de la mano el puente arriba y el puente abajo, acabaré las reservas de licor café de su tío y nos iremos a la casa de campo de su tía a oir cintas de flamenco del güeno. Saludaré uno por uno a sus treintaitantos tíos, besaré a sus veintitantas primas, le preguntaré al oído los nombres en cuanto se den la vuelta. Me harán un tratamiento de belleza casero en la cocina.
Y luego su padre nos dejará en Madrid, a la puerta de casa. Terminarán las vacaciones, se irá a donde vive de verdad y volveremos, cada uno, a su no estar juntos.

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