viernes, 17 de noviembre de 2017

Vuelvo a Madrid

Vuelvo a Madrid y cambio de barrios. Cuando empiezas la misma ciudad a partir de una casa nueva se te mueve el eje y todo el plano se balancea de un lado a otro antes de asentarse, como en el Google Maps. Un Madrid cambia mucho en dos años y pico, pero es que también cambia mi pueblo. A la gente le pone nerviosa eso, como en un memento mori. Pero yo miro la cafetería que ahora es un tex mex y me alegro de que ya no estén esas mesas en las que tuve que desayunar con aquella tipa tan gratuitamente agresiva. Me río con los camareros nuevos del bar en el que la cagué tanto. Me alegro del cartel de Se alquila en el garito de madera en el que casi le di el primer beso a esa chica que era un metro setenta de error. No me da ninguna pena ver un gastrobar de vendehummus en el bareto en el que tanto me reí con toda esa gente a la que adoraba y que luego se esfumó. El capitalismo loco del centro me ha hecho el favor de apartarme esos recuerdos con la sutileza de un típex y me ha dado otra oportunidad, otra más. Al que quiera que sea yo ahora y a los que todavía amo nos están esperando todas las nuevas viejas tascas de Madrid.