lunes, 31 de marzo de 2003

No voy a volver a mirar a una mujer jamás. Se acabó. Me chupan demasiada vida, demasiado tiempo, demasiada energía. Vida, tiempo y energía despilfarrados que podría utilizar para... para... bueno, aunque fuera para nada. Como le decía a mi amigo Jorge el otro día “prefiero tirar los conguitos antes que darte uno solo a ti, so cabrón”. Y los echaba por la ventanilla.

No hay comentarios: