viernes, 28 de julio de 2023

El día que saqué un 1 en patinaje artístico

Creía que no te gustaba, porque aquella vez no me quisiste besar.
Tenía ganas de vomitar, tío, te lo dije.

Así que fue eso. Así que la beso.

 ¿Me das un poquito de eme? Está pareciendo que te he besado para que me dieras.

 Es exactamente lo que parece  —me dice preguntándose si eso es mi sentido del humor o qué cosa.

Quiere irse y dejarme con los demás, con Y y con aquella chica de la espalda larga, no me acordaba de que tenía esa voz de dibujo animado, a saber qué voz tenía yo aquella noche, a saber qué oí. 

Pero me apetece su piel y nos vamos a mi casa. Estoy harto de acariciar a los tres gatos con los que vivo, que me dan alergia. Sólo quiero dormirme acariciando una piel que no me llene de pelos ni dé granos y no sé cómo decírselo. Nos lo decimos a la vez.

-          Yo, en noches como ésta funciono fatal.

-          Estoy muerta, quiero dormir.

A la mañana siguiente mis dedos buscan el punto exacto donde lo dejaron. Hacen, por su cuenta, patinaje artístico por cualquier trocito de piel que deja libre la camiseta extra grande de Galicia Calidade que la puse anoche Me quita la mano. Por descartar que sea un problema de comunicación, se lo explico:

-          No sé cómo decírtelo, pero ahora mismo te follaría. Y te comería entera.

-           Estoy muerta.

-           Ya veo lo que pasa. Que a ti sólo te gustan los besos y los abrazos.

-           Quiero los besos y los abrazos y todo. Todo el paquete.

-           Al paquete no les has hecho ni caso.

Me ducho, se ducha, me expulsa del baño, no deja que me quede a mirar.

-          ¡Los pervertidos también tenemos derechos!  grito desde el otro lado de la puerta.

Sale envuelta en la toalla y se pone una raya en la encimera. Me ofrece, pero no.

-           Tú no sueles tomar ¿no?

-          Hombre, para desayunar… Además  improviso , me estoy haciendo formal justo ahora, cuando vengas dentro de dos semanas ya seré formal del todo.

Y cuando salgo para la boda a la que llego dos horas tarde, ella se va a callejear por Madrid en lo que abren las puertas de su festival en Getafe. Y es entonces cuando me acuerdo de que, mientras ella nacía al otro lado del Atlántico, yo me estaba colando en la final de Waterpolo de las olimpiadas de Barcelona. Y me pregunto cómo le voy a seguir el ritmo.