Hoy nadie me ha dicho que mis ojos marrones son verdes canica
Nadie me ha ofrecido barra libre de su cuerpo
Tampoco he perdido la voz berreando un disco entero de Los Ronaldos
Ni le he llamado a nadie bruja espacial
Nadie me ha parecido noqueántemente sexi en sudadera ni abroncando a gente por teléfono
A nadie le he tapado los ojos cuando conducía a 140 para limpiarle una gota de sudor de la frente ("ay, perdón")
Nadie me ha besado con todo el cuerpo
Nadie me ha arañado un poco la espalda, como con cuidado, mientras me gritaba al oído
No he tenido que elegir entre si prefiero su desnudez de salir del agua entre las rocas o la de entrar
Hoy nadie me ha dicho que huelo bien, como dulce
Nadie ha elaborado el astuto plan maestro diario de dejarme dormido en un mueble para mudarse tiernamente de puntillas a otro
Nadie me ha dicho "no te flipes"
Nadie me ha dicho "me vuelves loca señor vyf"
Nadie me ha sonreído todas las veces que me ha mirado
Nadie me ha sacado los tanques para discutir sobre La la land
No he repasado cada milímetro de la cara de nadie mientras dormía
Tampoco me han besado por primera vez y sin venir a cuento en la arena, a la luz de la luna llena con las olas rompiendo a nuestros pies, con todos los tópicos a la vez trasmutados en lo nunca visto
Nadie me ha llevado a naufragar con ella en una cabaña perdida entre los árboles, las vacas, los campos secos y las flores pimpantes
Nadie ha preferido seguir besándome a recuperar unas gafas de sol que se han caído por un barranco
Nadie se ha estremecido con un roce
Nadie me ha dicho "no me dejes estropearlo"
Hoy no le he dicho a nadie que cuando quiera y donde quiera, que como si me cita a las 4 de la mañana en una rotonda
Nadie se ha frotado contra mí cuando pasaba cerca
Nadie ha llorado de la risa con el relato de mi cronología sexual más reciente
No he espiado a nadie en la ducha
Ni nadie se ha metido conmigo en la ducha
Nadie me ha dicho "me fascinas"
Hoy no le he encontrado un uso nuevo a una mesa de merendero
No me he reído con nadie hablando de criptofalangismos propios y memeces generacionales ajenas
Nadie me ha ronroneado en el cuello mientras le redibujaba uno por uno los tatuajes de la espalda
No me han dicho "cuando estás contento todo te sabe rico" y sólo he pensado en una cosa
No le he leído el pensamiento a nadie
Ni he cambiado todos los planes sobre la marcha para que todo saliera sobrenaturalmente bien
Nadie me ha dicho que iba a huir, que de hecho ya estaba huyendo, para más tarde despertarme a besos y luego
huir.