Estoy indignado y voy a aprovechar que me han venido a ver todos esos tipos estupendos (como mínimo numerosos) de barrapunto para hacer campaña.
Mariscadores, vecinos y voluntarios de fuel hasta las cejas. Los pescadores pagan de su bolsillo los materiales para recogerlo. Para el gobierno no hay marea negra. Sobre todo para el gallego, tan acostumbrado a la desinformación que aprendió, precisamente, en el Ministerio de Información de hace unos añitos, cuando hacer propaganda de ellos mismos era un negocio tan próspero y tan legal como para mantener edificios de oficinas, millones de resmas de papel, muchas máquinas de escribir, cajoneras, archivos, ministros, secretarios, subsecretarios, funcionarios de carrera, contratados, bedeles, comilonas y francachelas nocturnas de las del Chicote. Ahora he oído espeluznantes historias gallegas de despidos y depuraciones por simples críticas, listas de gente de la que se puede hablar y de la que no en los medios no gubernamentales, acojonados por si les quitan las tres o cuatro publicidades semanales o la cuña. Algún día nos enteraremos de que estas cosas son más rentables al revés, que el medio tiene capacidad para asustar a los gobiernos con una campaña en contra cuando compren a la competencia y no repartan la publicidad institucional adecuadamente. Todo ello para que nada sea perfecto, pero sí mejor.
Y claro como están acostumbrados a que periódicos, radios y teles sean su jardín, para esta vez han actuado como siempre, mintiendo descaradamente, como el propio consejero de Pesca, que habló por la Ser, la bestia negra de la Xunta, los únicos que dan ciertas noticias, para asegurar que Fraga no estaba de cacería, que había estado al pie del cañón, trabajando con él codo con codo, y que el que dijera lo contrario era un hijoputa y un vendepatrias. Lo que pasa es que esta historia se les ha ido un poco más lejos de su chiringuito, concretamente a los medios de comunicación del mundo. Y claro, los pobres están desolados, no entienden cómo es posible que no publiquen lo que dictan acompañándolo de una reverencia con doble volatín. Pero no te creas que dimite, el tío.
¿Qué más da resolver o no los problemas, aunque adquieran consistencia viscosa de petróleo y altura de catástrofe? Lo primordial es salvar la imagen, una lección que los amigos de la familia comodebeser y de la mujer-mujer (y del hombre-hombre, como Ismael Álvarez) del pepelín aprendieron hace años, sin que hayan sido capaces de pasar a la siguiente. Asi que, para mantener el culo en su confortable sitio de cuero, lo que hay que hacer es a) inventarse algo. Rápido, Sáinz de Gonorrea, invente. "¿Qué le parece esto, excelencia?: Fraga estuvo en la cacería, pero no cazó". Brillante. Y b) marear: "es una vergüenza que los buitres de la oposición se aprovechen de una desgracia para conseguir votos".
Uno puede entender que el objetivo número uno de un partido en el poder sea conservar el poder y el de la oposición alcanzarlo. Escribía Julio Camba en un magistral artículo que lo normal es que un concejal robe, como es natural que un toro embista. El escándalo sería que el concejal se pusiera a cornear a los contribuyentes. Y no te cuento el escándalo que se formaría en la plaza si el noble astado se atreviera a quedarse con un solo duro del bolsillo de los del tendido siete. Asi que, como sabemos que robar es consustancial a los políticos votamos al que mejor nos cae, para que prospere.
Y por lo tanto, uno puede pasar porque los compañeros de pupitre de estos tipos se lleven a Miami cuatro mil kilos en stock options o se forren inflando los precios de los pisos sin que nadie ose arañarles el negocio billonario con viviendas oficiales de alquiler o venta. Y mira, aunque tenga que vivir en un piso compartido y le haya pagado la vidorra a las generaciones venideras de internacionales Villalongas con unas facturas teléfonicas de asustar (cuando todavía no tenía más opciónes que pagar a Telefónica o utilizar el tam tam) tampoco os he echado un mitin nunca, porque pa qué. Pero es que este nosotros contra todos, que además son imbéciles, es el colmo de la desfachatez y no se diferencia de, por ejemplo, el régimen de Castro, en nada más que en una presunta sutileza que no se ve por ninguna parte. En realidad aquí se usan fondos públicos para pagar medios en lugar de para pagar policías.
¿Qué hacen los vecinos recogiendo fuel cancerígeno? ¿Por qué no mandan equipos adecuados o al ejército u organizan un voluntariado o van ellos mismos a currar, con lo bien que quedarían en la foto? Porque algún genio del departamento de imagen ha decidido una vez más que lo mejor es quitarle importancia al asunto hasta que desaparezca de los medios, como hacen con todo.
A mí me parece que es ya pasarse de hijoputas. Que roben, que compren medios, pero que no estorben cuando sucede un auténtico desastre. ¿Qué pasaría si hubiera una guerra, un terremoto, una crisis económica fulminante? Es más ¿son capaces de provocar al menos dos de estas catástrofes? Están acostumbrados a asegurar que nunca pasa nada, que España va bien. Y es que el día que lo arrase todo la bestia de muchas cabezas que anunció San Juan en el Apocalipsis el día aquél que se fumó esa maría tan chunga, saldrá Rajoy comentando en el No-Do de TVE (o en el de Antena 3, más papistas que el Papa) "me pareció ver un lindo gatito".
Asi que se acabó, yo no espero a la próxima. Vengo oyendo que las alternativas son igual de malas. No. Me resisto a creer que nadie pueda tener tan poco respeto por todo, me resisto a creer que no sirva de nada el decirles: "oye, que con todos los medios a favor, con inversiones de miles de millones en hacernos creer que el IPC se mantuvo cuando llegó el euro a pesar de que era EVIDENTE que todo subió una barbaridad, os podemos echar. A vosotros y a los que vengan".
Yo no he votado nunca, ni siquiera sé en que ciudad estoy empadronado, dudo entre tres. Pero esta vez me voy a ocupar de enterarme y voy a ir a las urnas para votar a cualquier partido que NO sea el PP. Haced lo mismo, no les voteis, elegid al que menos rabia os dé, al que os caiga más simpático para que se forre, votad si quereis a extrema derecha, a extrema izquierda o a extremo centro, da igual. Nuestra ley electoral perjudica a los partidos grandes cuando aumentan los votos de los pequeños. Pero no voteis al gobierno franquista (y lo digo con todas las letras y me temo que no estoy exagerando, a la vista está) de Galicia. Ni al que le importa todo un pijo desde Moncloa.
Y recordad que el europeísimo Ruiz Gallardón, nuestro posible futuro candidato a presidente, es el que ha conseguido que, en Madrid, yo no me pueda comprar una botella de vino a las diez de la noche, ni sentarme en un banco a leer el periódico con una lata de cerveza un domingo por la mañana. Porque solucionan los problemas así: el problema es el ruido y la suciedad, no actuemos contra el ruido y la suciedad, sino contra la bebida en la calle. Brillante, una vez más. Eso es cortar los problemas de raiz. Concretamente, recortar las libertades individuales, que son la raiz de todos los problemas de estos tipos.
Y por supuesto, si le quieres pasar este texto por email o como sea a cualquier indeciso, no lo dudes. A lo mejor resulta que un email sirve, que un voto sirve. Si no lo intentamos nunca lo sabremos.
Las islas Cíes acaban de morir, el fuel está entrando en la ría de Vigo, Rajoy le dice a la Ser que no, que sólo se han visto unas pequeñas manchas a lo lejos. Tú verás.
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