/////"Sigo virgen y furioso". Arthur Cravan, recién llegado a la ciudad, en una carta a un amigo/////
viernes, 14 de febrero de 2003
En el amor, sólo hace falta que pidas para que no te den. O mejor, para queteden.
Pero si te escondes un ratito, te buscan con urgencia y un poco de miedo.
Y luego está lo mejor, los dulces reencuentros.
Es muy juego.
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