Martes, 5 de abril de 1994
Kurt se pegó un tiro.
Yo no sé lo que hacía.
Era abril y pasábamos los días
tumbados en la campa.
La hierba de ahí afuera
era justo del verde
que sólo crece en los recuerdos.
Courtney era buena chica,
una chica muy dulce,
con esa boca sucia.
Estaba preocupada.
Me fui a la biblioteca,
andaba yo muy lejos,
con el poeta aquél de las barbas en punta.
O quizás allí mismo,
en los montes
del erizo que cruza la carretera.
Frances no lo sabía,
pero ya para siempre
No fue lo suficiente
para que alguien sólo,
simplemente,
prefiriera vivir a no dejarla.
Por la noche escribí
algo que no recuerdo,
que no recuerda nadie.
Pero a quién le importaba.
Yo tenía una novia
a la que no quería.
La cagué tantas veces
bajo el cielo infinito…
Pero a quién le importaba,
yo tenía una novia
con las tetas en punta.
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