viernes, 3 de marzo de 2023

Prefiero tener suerte a tener buen corazón

A mí ya me iba mal de antes

Me dicen que si la llamo no lo va a coger. No he llamado ni una vez desde que nos metió aquel gol en propia puerta, pero es bonito saber que fantasea con que la llame para no cogerme. También que lo que pasa es que ella no quería un novio, culpa mía por no notar las señales. La de no despegarse de mí o la de retenerme por las buenas cuando decidía irme o la del dramón aquella vez que le retrasé el vernos. También que está muy enfadada conmigo. Normal, es indignante todo ese amor, el cuidadito y el sexo pródigo cuando estás esperando que te traten como siempre.

Y es por eso que ya está, que ya estuvo. Que no me vuelven a pillar en una de esas.

Qué tontería todo y qué desperdicio. Qué enorme estupidez pequeñísima. Como si nuestra felicidad dependiera de otra cosa que de nosotros mismos, como si le importara a alguien más.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta el silencio que queda después de leerlo en el que sólo se escucha la respiración, los latidos propios...esa tristeza de pasillo oscuro con descansillo frente a las ventanas, o de amanecer cansado, que es mediocre e innecesariamente real

voy a ir pasando con más frecuencia por aquí, el esfuerzo lo merece

oye! está muy bien


Anónimo dijo...

La diferencia entre mente y corazón es complicada, puede ser verdad que ella no quiera novio, eso le dice su cabeza, y a la vez demostrarte que lo eres con sus actos, que vienen del corazón. Un abrazo: una vieja amiga

virgenyfurioso dijo...

Bien vista la sopa de tristezas de fondo, Anónimo.

virgenyfurioso dijo...

Vieja amiga, me quedo con esa explicación. Porque es verdad.