Ahora que esto está tan bonito gracias al chavalín de lamentira (si es mayorcete se lo tomará como un piropazo, que se lo merece) y me podeis hacer comentarios y podeis haceros publicidad y puedo saber cuánta gente lee la página (¡qué barbaro!)... ahora, precisamente, que no tengo ninguna gana de abandonaros, no hago más que viajar y comerme marrones y es un poco difícil escribir sin interné en casa (supongo que en mi caso daría igual, nunca piso por allí). Vendrán tiempos peores y nos harán más ciegos. De momento, viajo y me cuesta pararme en el blogger. La semana que viene a Cuba.
Pero lo peor lo peor que le podía pasar a este diario, que en realidad es lo mejor lo mejor, es que he encontrado a una chica en Barcelona. Cris es increiblemente guapa, sólo con deciros que tiene unos ojos igualitos que los míos.. (mentira, son muchos más bonitos los suyos que llevan guarnición de sonrisa). No sé si alguna vez me había sentido así de feliz y así de yomismo con nadie. Le gusto tal cual, se le nota y no le da miedo que se le note. Esta mañana he cogido el avión, pero sigo allí.
En algunas cosas se parece demasiado a mí, pero ni eso me preocupa. ¿Habeis atado a alguien a la cama y habeis hecho de malos aún siendo buenos? ¿Os lo habeis hecho con alguien que os volvía loco en la cabina de un sex shop hasta que, uy, se han acabado las monedas y se ha encendido la luz? Yo ya sí.
Tiene mapas colgados por toda su habitación. Quiere dedicarse a viajar de aquí a tres años. Y la veo capaz. Es, posiblemente, el espíritu más libre que he conocido. Y sin embargo, tal día como hoy y hasta que se nos pase, si se nos pasa, lo único que queremos los dos es no separarnos ni un segundo. Tener más noches nudistas de poesía corporal. Queremos, con todas nuestras fuerzas, pasar esta noche juntos.
Cris está en Barcelona y yo en Madrid.
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