martes, 15 de octubre de 2002

Después de un año sin hablar con él, y dos sin verle, llamo a un ex compañero, redactor del periódico en el que hice mis primeras prácticas, para pedirle el teléfono del viejo y estúpido amigo del que hablaba ayer.

–¿Diga?
_Gñ gñ ñam ñam
-¿Quién es?
-Hola M., soy yo, Vyf, es que estoy comiendo unas patatas.
-Ah, muy bien, que aproveche.
(y a partir de aquí, M. Y yo compartimos un ataque de risa non-stop hasta el final de la conversación)
-...y ahora un trago de cocacola para que pasen
-Me alegro de que me lo estés radiando. Gracias por llamar. Y ahora un eructito.
-Ya.
-¿Y qué? ¿Dónde estás trabajando ahora? ¿En Gominolas y Eructitos?
-Oye, no me hagas reir que está aquí al lado el director general y me está viendo escojonarme.
-Así, que te vea feliz.
-Es que la última vez me pilló con una tía en tetas en la pantalla de mi ordenador. Y te juro que estaba buscando una cosa sobre Amsterdam y apareció esto.
-Sí, es que en Amsterdam también hay eso.
-¿Qué tal la familia?
-Pues seguimos sin tener descendencia.
-Pero ya te has comprado el libro de instrucciones, ¿no?
-Sí, sí, ¿y sigues en la revista esa?
-No, la cerraron.
-¿Y esta cuánto te va a durar?
-Hombre tiene veinticinco años...
-...ya, pero eso no significa nada...
-...bueno, le doy unos meses.
-Oye cómete las miguitas de las patatas, que es donde está la sustancia y el sabor a barbacoa.
-A ver, vamos a ponernos serios, por favor, que estoy en medio de la redacción. ¿Qué tal tu carrera literaria?
-Fíjate si estará cerrada que estoy escribiendo poesía.
-Ah, muy bien, me han dicho que con eso se gana mucha pasta.
-Ya te digo.
-¿Y el Nadal?
-El Nadal se va a acabal, porque me duele mucho la espalda.
-Para ya.
-Aquí todavía guardo tu artículo de opinión (uno que no se publicó)
-Pues enséñaselo a las generaciones venideras como ejemplo de lo que se debe hacer para que no te contraten. Oye, que te llamaba para pedirte el teléfono de Chema.
-Sí, apunta, 696...
-Espera que no tengo boli.
-Menuda redacción esa sin bolis.
-Ya va.
-Puedes hacer montoncitos con los ganchitos: seis ganchitos, nueve ganchitos, seis ganchitos...
(dos minutos de llorar de risa, estoy a esto de caerme de la silla)
-Oye, Chema era de Cáceres o de Badajoz.
-De Cáceres.
-¿Y ahora dónde está?
-Creo que sigue un poco más abajo de Salamanca y encima de Badajoz.
-Joer
-Ha ido a ver a su abuelo, que está malo.
-Le voy a ofrecer un reportaje sobre Cáceres, pero a ver qué me dice, porque está muy gilipollas, y ha roto relaciones conmigo.
-Sí, a mí tampoco me quiere como antes. Ya no me enseña su tripa peluda a las cuatro de la tarde, cuando viene de comer. ¿Y tú?, ¿tienes novia formal?
-Hombre, formal no es, me pone los cuernos cada dos por tres.
-Pero seguro que la cuarta parte que tú a ella.
-Sí eso sí, pero me parece fatal.
-¿Lo suyo o lo tuyo?
-Lo suyo, claro. Lo que pasa es que vive en Barcelona.
-Ah, claro así que estais esperando a que se inaugure el AVE en el 2012 para formalizar vuestras relaciones.
-Sí, nos lo tomamos con calma.
-Y entonces tu revista...
-Pues sí, cómpratela, aunque en este número lo único que vas a encontrar mío es la sección de libros.
-Ah, asi que el viaje más largo al que te han mandado es a Espasa-Calpe.
-Ni eso, al VIPs a ver las novedades. Pero bueno, ¿hay cambios en tu vida?
-Bueno, sí, he movido un sillón porque me quitaba mucha luz. Y ayer tuvimos la revisión médica anual y decidí cambiarme de calzoncillos, que lo tenía pendiente.
-Pues suerte y que sean para bien todos los cambios.
-Gracias.
-Mira, mejor te llamo otro día porque hoy veo que no.
-Sí, sí, llámame otro día, que hacía tiempo que no me reía tanto.

Me duele el estómago de reirme, me van a sentar mal las jodías patatas.

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