LO QUE ESCRIBÍ AYER
"El amor es ciego, pero el matrimonio le devuelve la vista"
He comido con Betty más que nada para ir formalizando los detalles de la boda para cuando cumpla los 40... Bueeeno, no hemos hablado de eso pero sí de Japón, la industria farmaceútica, las facturas, la creatividad y sus tarifas, el sexo en el asiento de atrás de un coche, tamaños y cariños, la chica de la radio, su amiga la del bar, su amiga la que se sube a bailar en la barra del bar, la mujer de su jefe, las putifaldas de colegiala, su futuro profesional, las posibilidades en una empresa grande y en una pequeña, las conductas poco inteligentes y sus consiguientes oportunidades perdidas, la vez que me puse a mear a tres centímetros de la cara de una pareja que estaba en un coche (sin querer) y el zuzto, la amistad y lo buenos y lo guapos que somos y lo atractivo que soy yo, ea.
Me ha regalado unos calcetines de rayas, los que llevo puestos. Se ha trincado la media botella de vino que le he dejado. No hacía más que llenarme la copa, pero se ha portado como una dama y no se ha aprovechado de la situación. Betty, hijita, aprovéchate pa otra vez, anda.
(lo que he escrito hoy)
Por la tarde me fui al preestreno de un muermo. Debe de ser temporada de becarias, porque iban todas muy arregladitas para el cóctel anterior y se comían los canapes con bisoñez. No vayais a ver la peli, Love actually ("love actually is in all", dice su lema, "love actually is compartiendo celda con el Conde de Montecristo" diría yo). Ahora estoy dudando: Valladolor, León, Valencia... Tengo una habitación en un hotel de Valencia ¿si voy me sacas a pasear, irenita?
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