"Dios ha muerto, Nietzsche ha muerto y yo mismo no me encuentro demasiado bien"
(ésta no sé de quién es)
Supongo que al final es verdad eso de que las cosas tienen su caminito, que de tanto rezarle de cani, conseguí un ángel de la guarda y soy un tipo con suerte hasta cuando no la tengo. Ayer me ardía y me dolía el pecho, tenía un ataque de ira con profusión de taquicardia que me estaba asustando. Pero encontré un Valium. Y, justo después, miguelito, mi sicólogo, decidió hacer de séptimo de caballería en una peli de sábado por la tarde y llamarme. Y es que esta relación, me temo, sólo se podía analizar en términos médicos. La buena noticia es que puede que esto se ponga más divertido a partir de ahora.
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