LO JURO POR LA CARA DE HOGAZA DE MARY JANE WATSON
Hay gente por ahí que no tiene vergüenza. Por ejemplo, están esas dos niñas inteligentes, que, sin embargo o a consecuencia de, no tienen vergüenza. Ya sabeis, esas dos, daurmith y eva. La primera desaparece para darnos un zuzto o la muerte (si alguien no se sabe el chiste que me lo pida, me niego a repetirlo a no ser que sea estrictinamente necesario). La segunda dice que se ha ido a Galicia. Y luego está dementa la de las cartucheras (¿o eran pistolines?), que dice que lo deja un rato y se va a estudiar para ser periodista. ¡Para ser periodista a escribir! ¿eh?. Y te lo digo con todo el mal rollo, que para eso he estado entrando en tu página vacia nosecuantas veces. Pues vale, no penseis en nadie, hala, que yo voy a hacer lo mismo y desaparezco una semana. Lo he hecho a manera de huelga os lo juro por (ver título).
Y ahora que os he dado esta explicación que os debía como alcalde vuestro que soy (os–debo–una–explicación–y–esa–explicación–que–os–debo–os–la–tengo–que–dar), os diré que venía a cuento a proposito de lo mucho que me habeis echado de menos y de la cantidad de emails que llenaban mi buzón preguntándome que dónde estaba (o sea, ni uno, claro que no es tan raro, teniendo en cuenta que la única lectora que me conoce, Anita Punto, no sólo pasa sino que además no se pone al teléfono porque le han dado un masaje y está tirada en la cama. Hala, pa que nos vamos a inventar una excusa). Pues bueno, después de la jeremiada vamos con mi semana del orgullo gay. Telegráfica, que son demasiados días.
Enlazamos con la fiesta de la revista masculina en la que me quedé el martes pasado. Lau casi se duerme de pie. De vez en cuando despertaba para decir "mira, Gayola Berrocal", "mira el ex de la ex de el ex". Más que nunca estaba justificado el pastillazo. En la zona vip y ante mis jefes, ole, torero. Las chicas, sonámbulas, se van. Kike y yo nos quedamos observando a los pibones. "Vamos a sentarnos donde se vea bien a la de negro", me dice. Le explico que esa chica si no fuera vestida como un objeto de lujo no despertaría nuestro instinto consumista sexual, que si la miras bien tiene poco por arriba, poco por abajo, nada por el centro y menos pa dentro. Me da la razón. La de teorías que nacen y mueren en las terrazas de verano mientras ves pasar o quedarse a las starlettes del barrio (bueno, en realidad siempre pasan).
Todo va subiendo, me deja en casa, me cojo un taxi, me voy a la sala Sol. Modernillos de mierda. En mi época (¿lo de "en mi época" lo he puesto yo?, ni lo borro, es un lapsus arqueológico que merece la pena conservar) eran conocidos como pijos y hasta eran más simpáticos, porque no estaban tan preocupados por recordar qué era lo que tenían que decir o por dónde se llegaba la última moda alternativa. Los lacostes los compraba mamá y no había que estar pendiente de las cambiantes modas musicales o estéticas. En cuanto al cine, Rambo, Rocky y películas con las que se lo pasaban como enanos. Me imagino lo que se tienen que aburrir estos pobres modernillos volviendo a ver Holocausto caníbal o Karate a muerte en Torremolinos. Son unos tristes. Ahora ser pijo es toda una carrera. Antes era taaan fácil... Esto es lo que deben de ser los JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados) que nos profetizó la publicidad.
A lo que íbamos: aquella noche les odié porque tras pagar la entrada tuve que aguantar una sala vacía con cuatro guachis sentados en los escalones y oyendo ¡chill out! ¿Pero qué coño es eso del chill out? Si alguien se entera que me lo expliqué. Por lo que sé es una música que te baja la pastilla y acompaña como ninguna los impulsos suicidas y las depresiones de los adolescentes granulientos.
Así que me voy al Mito, discoteca semigay y la única que abre hasta las seis y media un martes. Sigo metiéndome trocitos, porque me da la sensación de que me han vendido ketamina y esto no sube. Pero sí, se me va la mano y estoy por las nubes en un ratito. Y ahora llega el momento en que la cago, ese que no puede faltar en ninguna de mis noches vírgenes ni en ninguno de mis días de furia. Del grupo de travestis que bailaba conmigo y me decían nosequé cosas que yo no entendía muy bien. Se descuelga una. Pega su frente a la mía, se frota y nos enrollamos. A celebrar la semana del orgullo gay. ¿El motivo? Bueno, es el estandar en estos casos: "en ese momento me pareció buena idea". Veo que este razonamiento ya lo he esgrimido alguna otra vez y me temo que seguirá apareciendo invariablemente en mi vida a no ser que me olvide de la liposucción y me decida por el transplante de neuronas, que me está haciendo más falta. Así que lo llamaré "razonamiento tonto número 1". Seguro que nos lo volveremos a encontrar por aquí. Abreviemos: se llamaba Tiffany, tenía un cuerpazo, ejem, trabajaba en la casa de campo, desayunamos juntos, me llevó a "su casa", un cuarto de pensión en la calle Montera que olía a semen, me dijo que me quería porque era bueno, que no quería mi dinero, me puso música romántica, Luis Miguel y eso, nos tumbamos en un colchon que se atisbaba debajo de todas aquellas manchas y cuando se durmió me marché y vi desde la puerta una escena dantesca (del anillo número uno, concretamente) que nunca olvidaré: recuperados más o menos mis sentidos, sobre la cama descansaban los muslazos de un mulato descolorido que roncaba, con una peluca naranja y ropa interior de mujer.
Lo siguiente fue presentarme en mi trabajo, por una vez antes que nadie, y aguantar hasta las tres de la tarde como un campeón. Creo que se me fue tanto la mano con las pirulas que ha sido el día en que he estado más despierto, aunque eso sí, me eché la siesta obligatoria en el suelo del baño.
Luego me fui a comprar el móvil nuevo, y en lo que me lo preparaban, me metí en la biblioteca de mi barrio a leer Víboras atrasados, que es para lo que me llegaba el coco. Y justito. Pero al parecer, ni eso, porque me quedé frito. Tres horas dormido como un tronco en una mesa colocada en alto desde la que me veían y supongo que me oían estudiantes y bibliotecarias. La salida, dando tumbos y con la melena revuelta, fue aún más espectacular. Menos mal que ya me habían quitado el carnet hasta septiembre por los gigantescos retrasos. Una patada en el culo como multa suplementaria tampoco hubiera estado mal.
Al día siguiente estuve en la presentación de una guía que ha escrito Mamoncín. Menuda mierda de rollo ultra conservador que nos soltó: que en Madrid no se puede andar con niños por la calle, que sólo hay putas y yonkis... Una rubiaza neumática con toda la pinta de ser supernumeraria del pepelín, se enfurruñaba cada vez que se metía con el alcalde (como dice María Jiménez "Ah, sí, ese que era un fruto... eeeh, ¡el manzano!" ) y sacudía su hermosa cabeza pantene pro-v escandalizada. Estuve a esto de solidarizarme con ella y pedir a gritos el "litros de alcohol corren por tus venas". Quién te ha visto y quién te ve, Mamoncín, de "rey del pollo frito" a "cuido mi chiringuito". Y es que ese día también me había metido mi trocinín de pastillín. Es lo malo de tenerlas en el bolsillo, es como lo de los euros pero peor: te queman y te queman y te queman hasta que las gastas. Es evidente que uso fatal estas drogas. No son para los días de diario, la coca sí, pero esto es para finde+tecno+amigos. Bueno, pronto se me pasará la tontería.
El viernes vino Crispi. Tuvimos una serie de disfunciones sexuales, empezando por la de siempre, que se corre y se duerme. Yo es que casi lo entiendo. Ellas están acostumbradas a la precocidad masculina, a que, en todo caso, somos nosotros los que curramos, porque lo suyo es más difícil y lo nuestro más fácil. Pero es que yo soy una excepción. Y si puedo tomármelo con calma, acariciar, morder, lamer, susurrar, vuelta a empezar y etcétera, no sé porque no lo puede hacer conmigo una chica que se supone que me quiere. A la tercera vez que se dio la combinación de te corres-te duermes tuvimos la mega bronca. Nos reconciliamos en la cabalgata del orgullo gay, en Sol, coincidiendo con que me quedé muerto contemplando como una pedazo de lesbiana que se parecía demasiado a mis sueños más confesables en este blog lo movía al ritmo de "a quién le importa lo que yo haga". También, a la vez, la desconocida amiga de su amiga, rodeada de gays y parejitas me ponía ojitos y me toqueteaba. ¿Quién era el pijo romántico que decía que el alma femenina era incomprensible? A tomar por culo Becquer. Otra coincidencia decisiva para nuestro reencuentro sentimental fue que pasamos por Montera y, mientras me escondía detrás de crispi, con todo lo difícil que es ocultarte tras alguien que mide 20 centímetros menos, el cóctel de celos, miedo y culpa propiciaron la hermosa reconciliación. Que es que somos así.
Luego vino lo bonito. Fuimos a la fiesta de la casa de campo, nos analizaron las pastis, que de ketamina nada, un MDMA estupendo. María Jiménez tremenda y Fangoria en pleno subidón y al aire libre... que os voy a contar. La chica monísima de la barra no sólo tonteó conmigo si no que me dio 30 euros de más. "Muy maja esa chica", "sí, sí", "oye, pero que me ha caído muy bien", "pues vete a hablar con ella", "es que me ha dado la vuelta de cincuenta", ole, ole, somos millonarios. Subiditas y subiditas. Cada vez que alguien me pedía un cigarro: "te lo doy si le das un abrazo a esta chica, que necesita cariño". Crispulina, desde el fondo de su colocón, se preguntaba por qué había tantos tipos y tipas que se acercaban a hablar conmigo y luego le daban un pedazo de abrazo. Y luego a casa, con la sensación del deber cumplido. "Hazme lo que quieras, pero dormida", "vale".
Me pregunto en que momento del pedo le dije que me iba con ella a Costa Rica. Qué horror, sólo hay monos y arañas. Y no deja de llamarme contándome las ofertas de vuelos. Dice que se va sin mí. No sé como explicarle que no me parece tan mala idea.
Y el lunes, como dice Mónica Naranjas, vino lo de "la puta realidad". Y eso a pesar de que me tocó la bono-loto, cuatro aciertos, 40,44 euros. Pero me han nombrado redactor jefe por el procedimiento de irse todos de vacaciones. Es bonito, sólo llevo seis meses aquí y confían en mí y eso. Pero lo malo es que no tengo sobre quién ejercer la jefatura, o sea que yo me lo guiso y yo me lo como. Y los puñeteros colaboradores lo dejan todo para el final. Así que como me caliente mucho, los echo a todos. Y cuando vuelvan, se van a encontrar esto como un solar. Viva la revolución.
Y esta noche, fiesta cubana o de djs. ¿Con cual me quedo? Venga, probemos suerte con la cubana.
/////"Sigo virgen y furioso". Arthur Cravan, recién llegado a la ciudad, en una carta a un amigo/////
miércoles, 3 de julio de 2002
martes, 25 de junio de 2002
Igual que existen los xenófobos, existimos los senófilos. Cada año, por esta época me ataca un nuevo brote y en los días clave no puedo salir a la calle sin mirar las tetas de todas y cada una de las mujeres que se cruzan en mi camino, da igual la edad, el volumen o la ropa con que se cubran, que ahora no es mucha. Hago una radiografía completa, visualizo los pezones con su tamaño exacto, su consistencia, su color y sé con precisión hasta dónde caen los gloriosos melocotones/las almendritas (tachar lo que no proceda). A pesar de que juraría que todo esto lo evalúo con un vistazo fugacísimo, lo cierto es que ayer hubo una buena cantidad de ellas que se ajustaron la camiseta a mi paso. Me da mucha pena incomodarlas (en los dos sentidos, también en el de "vergüenza" que usaba aquella noche Yunirkenia –juro que no es un nombre inventado– en aquella playa cubana en la que desnudo, frente a su sujetador talla 120, le pedía que se destapara los ojos. El domingo, viendo la portada de El País Semanal, me acordé de ella. La modelo se parece en nosequé). Como decía, me siento fatal, pero si lo de los drogadictos es una enfermedad lo mío también. No hay nada que pueda hacer para evitar la senofilia veraniega, es como una alergia pero más tarde y más molesto para quien no la sufre que para el que la padece.
Hoy me he vuelto a echar una siesta en el suelo del baño de mi trabajo. Si la otra vez me pareció patético, ésta me ha resultado la mar de agradable. Para la felicidad, nada como aceptarte como eres.
Cristina quiere reformarme. Bob dice que lo que quiere es cepillárseme. Yo, que estuve viendo el lunes Persiguiendo a Amy, lo que propongo es que hagamos un trío y nos lo quitemos de encima. Qué coño. A lo loco.
Todavía no conozco a mi ahijada y a su hermana melliza. El viernes perdí el último autobús porque me fui a la parada de metro de Pío XII en lugar de a la de Príncipe Pío. A mi familia no le extrañó nada. Aún sin móvil. Nadie estaba disponible, y allí, practicando la senofilia con la niña que esperaba turno en la cabina, recordé que tenía un cóctel en el Ritz y me lo había perdido también (qué bien suena: "recordé que tenía un cóctel en el Ritz"). De repente me empecé a sentir mal porque sí. Mal, mal, mal. Mal bandeja de plata, mal infernal, es un comportamiento natural... No me dormí hasta las cinco de la mañana. Me está costando sentirme a gusto estos días. Mi vieja amiga la paranoia ha vuelto a visitarme (¿o is here to stay?), y tengo la sensación, como tantas otras veces, de que me empiezan a odiar en el trabajo. Después de mis últimas cagadas, pensar esto me parece mejor calificable como sentido de la realidad que como manía persecutoria. Mi redactor jefe se sienta frente a mí durante el verano. Ya no ocupo solo el despachazo de ventana y media que mi increible potra me había deparado. Por eso escribo tan poco aquí y por eso él se ha empezado a dar cuenta de la manera asombrosa en la que soy capaz de perder días enteros sin escribir una línea. Vale, estoy un poco ciclotímico.
...que es un palabro que me enseñó mi amigo Miguelito, mi sicólogo de gratis, quien seguramente estará leyendo esto ahora. Porque en la boda del sábado entre el pedo ambiental y el de verdad, le conté lo del diario poco después de explicarles a mis amigos bodegueros por qué España va mal (que manda güevos: "la oferta y la demanda son pluscuamperfectas", "el mercado es celestial, justo y necesario", ya ni se molestan en argumentarlo, son verdades cartesianas, como que existimos y eso). No me di cuenta de que Miguelito es de la facción de mis amigos listos, y sabe usar el google. Así que, por aquí andará en breve. Bienvenido. Que sepas que no me voy a cortar, estás a tiempo de no seguir leyendo. Aunque bueno, ya sabes como soy. Si es que me lo admitís y me lo perdonais todo, miguelín, así estoy de mal criado.
Mis amigos me miman. Saben como soy y arman alborotos de abrazos, besos que aparentan no ser moñas, toqueteos en el culo y quetales varios cuando vuelvo por casa. Eso, además de evidenciar su bisexualidad soterrada, un rasgo que no me canso de advertirles, demuestra que me quieren. Y sin embargo, bailando en la boda, por primera vez me sentí extraño con ellos. Están mayores, bailan como tíos carnales y no hacen más que casarse y emparejarse los muy cabrones. Cuando ya estuvimos empastillados y dando botes, Javi me comentó que al menos yo trato de traer al grupo aire freco, cosas nuevas, drogas. Pues vaya aportación.
Estoy empezando a aburrirme mucho de las pastis. Y justo ahora Crispi, que viene a verme el viernes, no quiere estar sin mi y mucho menos sin drogas. Sugiere tripis o coca, para variar.
En enero estuve en Bristol, y compré una runa druida, un amuleto con el signo del éxito que Odín robó del árbol de la sabiduría. No me lo quité ni una sola vez hasta que me acosté con Cris. Se lo puse. Hace falta ser bruta, no sé cómo, pero lo ha roto. Por lógica debería haberse roto el cuello también, porque lo llevaba en contacto con él. El caso es que desde que se escacharró ya no me quiere como antes. ¿Alguien duda ahora de que estoy en el ciclo senofílico y paranoico de mi ciclotimia?
Esto se está poniendo muy aburrido porque ya no hay sexo, ni situaciones raras, ni fiestas, porque mi vida social desciende en picado. Ya no me mandan a los cócteles y ya no intento llevarme a la cama a nadie. Una chica fija puede desbravarte, merendarse tu furia. No quiero estar adormecido e insatisfecho. Esta noche tengo 4 pases VIP para una fiesta de una revista con portadas aptas para senofílicos. Después de llamar a 6churris6 he conseguido al fin que venga Lau (la morenaza amiga de Cris que dice que tengo los ojos muy bonitos, sorry Ana, no habérmelo contado). Sin su novio y con su amiga la malagueña. Tengo media pastilla en el bolsillo. La fiesta empieza a las once, y mañana entro a trabajar a las 8. Si Pitágoras no engaña: 4-6+1-1+1+1/2+11-8= 2 1/2. Lo que quiera que signifique cabalísticamente esta ecuación lo sabremos mañana (¿puede ser dos polvos con lau y media pastilla, por favor, jesusito de mi vida que eres niño como yo?).
Hoy me he vuelto a echar una siesta en el suelo del baño de mi trabajo. Si la otra vez me pareció patético, ésta me ha resultado la mar de agradable. Para la felicidad, nada como aceptarte como eres.
Cristina quiere reformarme. Bob dice que lo que quiere es cepillárseme. Yo, que estuve viendo el lunes Persiguiendo a Amy, lo que propongo es que hagamos un trío y nos lo quitemos de encima. Qué coño. A lo loco.
Todavía no conozco a mi ahijada y a su hermana melliza. El viernes perdí el último autobús porque me fui a la parada de metro de Pío XII en lugar de a la de Príncipe Pío. A mi familia no le extrañó nada. Aún sin móvil. Nadie estaba disponible, y allí, practicando la senofilia con la niña que esperaba turno en la cabina, recordé que tenía un cóctel en el Ritz y me lo había perdido también (qué bien suena: "recordé que tenía un cóctel en el Ritz"). De repente me empecé a sentir mal porque sí. Mal, mal, mal. Mal bandeja de plata, mal infernal, es un comportamiento natural... No me dormí hasta las cinco de la mañana. Me está costando sentirme a gusto estos días. Mi vieja amiga la paranoia ha vuelto a visitarme (¿o is here to stay?), y tengo la sensación, como tantas otras veces, de que me empiezan a odiar en el trabajo. Después de mis últimas cagadas, pensar esto me parece mejor calificable como sentido de la realidad que como manía persecutoria. Mi redactor jefe se sienta frente a mí durante el verano. Ya no ocupo solo el despachazo de ventana y media que mi increible potra me había deparado. Por eso escribo tan poco aquí y por eso él se ha empezado a dar cuenta de la manera asombrosa en la que soy capaz de perder días enteros sin escribir una línea. Vale, estoy un poco ciclotímico.
...que es un palabro que me enseñó mi amigo Miguelito, mi sicólogo de gratis, quien seguramente estará leyendo esto ahora. Porque en la boda del sábado entre el pedo ambiental y el de verdad, le conté lo del diario poco después de explicarles a mis amigos bodegueros por qué España va mal (que manda güevos: "la oferta y la demanda son pluscuamperfectas", "el mercado es celestial, justo y necesario", ya ni se molestan en argumentarlo, son verdades cartesianas, como que existimos y eso). No me di cuenta de que Miguelito es de la facción de mis amigos listos, y sabe usar el google. Así que, por aquí andará en breve. Bienvenido. Que sepas que no me voy a cortar, estás a tiempo de no seguir leyendo. Aunque bueno, ya sabes como soy. Si es que me lo admitís y me lo perdonais todo, miguelín, así estoy de mal criado.
Mis amigos me miman. Saben como soy y arman alborotos de abrazos, besos que aparentan no ser moñas, toqueteos en el culo y quetales varios cuando vuelvo por casa. Eso, además de evidenciar su bisexualidad soterrada, un rasgo que no me canso de advertirles, demuestra que me quieren. Y sin embargo, bailando en la boda, por primera vez me sentí extraño con ellos. Están mayores, bailan como tíos carnales y no hacen más que casarse y emparejarse los muy cabrones. Cuando ya estuvimos empastillados y dando botes, Javi me comentó que al menos yo trato de traer al grupo aire freco, cosas nuevas, drogas. Pues vaya aportación.
Estoy empezando a aburrirme mucho de las pastis. Y justo ahora Crispi, que viene a verme el viernes, no quiere estar sin mi y mucho menos sin drogas. Sugiere tripis o coca, para variar.
En enero estuve en Bristol, y compré una runa druida, un amuleto con el signo del éxito que Odín robó del árbol de la sabiduría. No me lo quité ni una sola vez hasta que me acosté con Cris. Se lo puse. Hace falta ser bruta, no sé cómo, pero lo ha roto. Por lógica debería haberse roto el cuello también, porque lo llevaba en contacto con él. El caso es que desde que se escacharró ya no me quiere como antes. ¿Alguien duda ahora de que estoy en el ciclo senofílico y paranoico de mi ciclotimia?
Esto se está poniendo muy aburrido porque ya no hay sexo, ni situaciones raras, ni fiestas, porque mi vida social desciende en picado. Ya no me mandan a los cócteles y ya no intento llevarme a la cama a nadie. Una chica fija puede desbravarte, merendarse tu furia. No quiero estar adormecido e insatisfecho. Esta noche tengo 4 pases VIP para una fiesta de una revista con portadas aptas para senofílicos. Después de llamar a 6churris6 he conseguido al fin que venga Lau (la morenaza amiga de Cris que dice que tengo los ojos muy bonitos, sorry Ana, no habérmelo contado). Sin su novio y con su amiga la malagueña. Tengo media pastilla en el bolsillo. La fiesta empieza a las once, y mañana entro a trabajar a las 8. Si Pitágoras no engaña: 4-6+1-1+1+1/2+11-8= 2 1/2. Lo que quiera que signifique cabalísticamente esta ecuación lo sabremos mañana (¿puede ser dos polvos con lau y media pastilla, por favor, jesusito de mi vida que eres niño como yo?).
viernes, 21 de junio de 2002
Ayer vi Shakespeare in love otra vez y lloré otra vez. Para los amantes del teatro, para los amantes del renacimiento inglés, para los amantes de Shakespeare, para los amantes del amor. Para los amantes del cine, porque es un clásico. Yo que pertenezco a cuatro de estas cinco agrupaciones de frikis culturales lloré otra vez. Es todo lo tramposo que puede ser un clásico, como Casablanca, con malos malísimos, y buenos con matices a los que se les ven los engranajes. Pero todo es verosímil y quieres creertelo. Es que aquí los malos no lo son a partir del muerto número cien, con profusión de sangre, el malo es malo porque, oh, a él sólo le importa el dinero. Es un miserable, está claro, quiere rebajar la apuesta que hace con Shakespeare. La reina es un personaje casi mitológico, como debe ser, como lo era en la época y como lo puede ser en una película si sus artífices tienen talento. La preparación por primera vez de una representación de Romeo y Julieta es un tema magnífico sobre el que especular. ¿Cómo se sentían los actores mientras iban descubriendo ese texto que nadie había leído antes? Sobrecogidos, como en la película. En fin, qué buen rato lloriqueando como una nena. Ella es al tiempo mi enfermedad y mi cura. Algún día os aburriré colgandoos por aquí un trabajo que hice sobre el soneto XVI de Shakespeare "¿Podría compararte a una mañana de verano?". Notable. Y eso que contradecía con cierta agresividad todos los argumentos de la profe del Opus, que creía que su homosexualidad era un camelo inventado por todos esos que reescriben la historia continuamente, incluída la historia de la literatura. Y que mi examen daba la risa floja.
Pregunta 1-Rasgos principales de la comedia XXX de YYY (continúo con mis problemas de memoria)
-La comedia XXX incluye situaciones de enredo, personajes caricaturizados, enseñanza moral...
-Perdonad, queridos alumnos, como ya os habreis dado cuenta, la pregunta 1 tiene una errata, XXX es una tragedia, no una comedia.
-Mmmm... ¿Me deja otro folio?
-La tragedia XXX incluye muertes, situaciones tristísimas, enseñanza moral....
Sí, si puedo os lo colgaré por aquí, para que no os acostumbreis a leer sólo cosas tontas de mi vida. A veces también me tomo en serio.
Noelia me llama para comer.
-Quiero irme a la playa hoy, a lo mejor me voy a Bilbao.
-Ah, pues yo quería ir algún fin de semana, si quieres vamos juntos, tengo amigos con casa.
-¿Un chico te puede proponer ir un fin de semana con él sin que quiera algo más?
-Oye, Noe, que yo no quiero enrollarme contigo. No hace falta que me lo preguntes todos los días.
-Sólo te lo he preguntado dos veces, la otra noche y hoy.
Pregunta para el respetable: ¿una chica se puede quitar de la cabeza de alguna forma el que le hayas dicho una vez en tu vida que se viniera a hacerte compañía a tu camita?
Luego le he contado lo de mis condones XL, que es lo mismo que contar lo de mi polla XL. A ver, ¿queda alguien por ahí a quien no se lo haya contado?, ¿me pongo un cartel? Puto exhibicionista.
Me voy a ver a mi nueva ahijada (que también a quién se le ocurre, que padres más irresponsables, luego se quejarán de cómo salga, con un padrino como yo...) y el sábado a la boda. Me han pedido otra canción, y todavía no tengo la letra... Me van a matar o me voy a cortar las venas.
-Despertad, señora, es un nuevo día.
-Es un nuevo mundo.
Pregunta 1-Rasgos principales de la comedia XXX de YYY (continúo con mis problemas de memoria)
-La comedia XXX incluye situaciones de enredo, personajes caricaturizados, enseñanza moral...
-Perdonad, queridos alumnos, como ya os habreis dado cuenta, la pregunta 1 tiene una errata, XXX es una tragedia, no una comedia.
-Mmmm... ¿Me deja otro folio?
-La tragedia XXX incluye muertes, situaciones tristísimas, enseñanza moral....
Sí, si puedo os lo colgaré por aquí, para que no os acostumbreis a leer sólo cosas tontas de mi vida. A veces también me tomo en serio.
Noelia me llama para comer.
-Quiero irme a la playa hoy, a lo mejor me voy a Bilbao.
-Ah, pues yo quería ir algún fin de semana, si quieres vamos juntos, tengo amigos con casa.
-¿Un chico te puede proponer ir un fin de semana con él sin que quiera algo más?
-Oye, Noe, que yo no quiero enrollarme contigo. No hace falta que me lo preguntes todos los días.
-Sólo te lo he preguntado dos veces, la otra noche y hoy.
Pregunta para el respetable: ¿una chica se puede quitar de la cabeza de alguna forma el que le hayas dicho una vez en tu vida que se viniera a hacerte compañía a tu camita?
Luego le he contado lo de mis condones XL, que es lo mismo que contar lo de mi polla XL. A ver, ¿queda alguien por ahí a quien no se lo haya contado?, ¿me pongo un cartel? Puto exhibicionista.
Me voy a ver a mi nueva ahijada (que también a quién se le ocurre, que padres más irresponsables, luego se quejarán de cómo salga, con un padrino como yo...) y el sábado a la boda. Me han pedido otra canción, y todavía no tengo la letra... Me van a matar o me voy a cortar las venas.
-Despertad, señora, es un nuevo día.
-Es un nuevo mundo.
miércoles, 19 de junio de 2002
¿Por qué relaciono ciertos estados de mi cuerpo y de mi espíritu con las drogas? Ahora siento un agradable escalofrío por todas partes y me viene a la cabeza que pueda ser un resto de la pastilla del sábado. Es miércoles por la noche, así que es muy dudoso que dure tanto o que sea un flash-back de esos que producen los tripis. En fin, va a haber que controlar mejor ese tema, porque influye en mi trabajo demasiado. Me paso tres días hecho polvo, no termino las cosas a tiempo...
¿Por dónde íbamos? El sábado. En la fiesta había algunas churris espectáculares. Sólo las pijitas saben llevar esos escotes. Pero casi que prefiero a una que tenga lo mismo debajo de una camiseta ACDC, pero más tocable. ¿Cuándo he empezado a ser un bicho raro en un ambiente como ese? Se reían de mis ocurrencias como si fuera un marciano y nadie se creyó que no había entrado a proposito en el baño justo cuando se duchaba la compañera de piso de la anfitriona. Me miraban con un poco de miedo. Nada que hacer con las que ya me conocían, porque ya me conocían. Sigo sin entender a las que se ponen dignas porque ya las has entrado un día y parece ser que eso significa que vas a pasarte toda tu vida admirándolas en la distancia y deseándolas, cabizbajo. Pues no, Anita la digna, hija, si no hubiera estado tan borracho aquélla vez, no hubiera insistido tanto. Además creo recordar que sólo te propuse desayuno ("no veas cómo hago los desayunos") y que tú te reiste aún más que yo con toda aquella historieta. Pero nada, para la siguiente que me ves tienes que estar distante, seria, cortante... Qué rollo.
La pastilla me la fui metiendo poco a poco. Hasta que se me fue la mano. También había una chica normal en la fiesta. Fabrica Prozac, la pastillita de la felicidad, así que me pasé un buen rato tratando de convencerla de que debería traerme unas muestras. Por lo demás, fiesta catalana. Hay quien me dirá que las fiestas no tienen patria, pero yo creo que no, que una fiesta londinense no es lo mismo que una en México. Una fiesta catalana es aquella en la que te especifícan que en vez de regalo prefieren dinero (yo esto sólo lo había visto en las bodas), en la que los muebles son de diseño y en la que se come pa amb tomaca y ensalada de gulas y cosas finas. Además, hasta que el último invitado no se ha terminado el café, no se puede beber una copa. Por mucho que lo supliques hasta quedar como un alcohólico o como un plasta. Para la próxima me llevo una petaca.
La Vieja Estación es un sitio muy pijito y muy bonito en el que las chicas no te miran mal y hasta parecen estar esperando a que les digas algo. Pero bueno, yo estaba conmigo mismo, la música, el globo y eso. Llamé a Cris desde un teléfono prestado, que yo de momento no tengo (cosas que dejé en La Habana). En el trabajo hablan mal de ella, así que se puso a llorar desde Tarragona. Los de su lado me empezaron a llamar cabrón, así que les dijo "que no me está haciendo llorar, que él es el mejor, es maravilloso..." Ay, mi Cris, lo que bebe, cómo me gusta tener una chica así, por fin.
En tan amoroso trance, volé tan alto tan alto... que perdí a todos los de la fiesta. Volví a Chueca, pero nadie me hizo caso. Claro, ya no iba vestido de boda, como la última vez, snif. Terminé por la mañanita, leyéndome El Víbora en un banco de Callao, en lo que se me bajaba un poco. Antes, unos porteros de discoteca, además de no dejarme entrar en la suya, me dijeron que había un sitio que estaba muy bien en la calle Augusto Algueró 57. Allí me fui, con mis botecitos (plink, plink) y mis pupilas dilatadas. Después de una caminata delante de la amenaza del amanecer, resultó que esa calle termina en el número cuarenta y pico, con lo que la noche se acabó para mí. Me resulta difícil disponer una opinión terminante sobre casi todo, pero en este caso creo que lo tengo claro: deberían capar a los porteros de discoteca. A veces uno lee cosas sobre la Guerra Civil y no se termina de creer que nuestros antepasados fueran tan cafres. Ahora lo entiendo todo: los que daban los "paseos" no eran nuestros ancestros, si no los de los porteros. Si se controla la población de rott weiller ¿por qué dejar que estos tipos se reproduzcan alegremente? Nada, nada, si no hay voluntarios me ofrezco yo mismo para dar el tajo.
Y esto es todo lo que tengo que decir sobre esto, como decía Merche, mi ex la de Canal Plus, quien por otra parte podría ser prima de Nobuko (la que me dejó un comentario hace dos posts) por su capacidad para complicar las cosas sencillas y luego explicarlo con un galimatías.
El domingo llegué hecho una mierda al trabajo, a las 7 de la tarde. A las 11 me compré 13,99 euros. A las 6 de la mañana me había leído 230 páginas de las 250 que tiene y no había escrito ni una línea. Agobiado, empezó para mí un lunes mortífero. A las 12,30 me eché una siestecita en el suelo del baño. Me despertaron mis ronquidos (bueno, no ronco, sólo respiraba fuerte). Supongo que todo aquél que entró y me oyó, fliparía. Luego me encerré en mi despacho hasta que me despertó el redactor jefe a las 5,30. Salí a las dos de la mañana de allí y batí un récord, según creo. 31 horas ininterrumpidas en mi lugar de trabajo. Por la noche, sólo dormí tres o cuatro horas, así que hoy estaba en coma, y me he despertado a las cuatro de la tarde. Cuándo he llegado al trabajo el dire me ha preguntado si había hecho la huelga un día antes. Todo esto es patético, lo sé, y me van a echar.
Mañana vendré. Me han dicho que me descontarán unas 25.000 pelas del sueldo si hago huelga. No pienso financiar las próximas subvenciones de los sindicatos, ni la campaña del PSOE. Que se lo curren de otra manera si se están quedando sin afiliados los unos y no saben hacer oposición los otros. Con lo facilita que me parece esa parte de su trabajo. Todo el tiempo que estuve con contratos basura (lo mismo que todos los que me rodeaban) no vi a ningún sindicato hacer nada por mí. Empezando por denunciar situaciones injustas una por una y terminando por cambiar la legislación que las ampara. Sólo se dedicaban a pedir subidas del 0,05 para los que ya tenían contrato. Pues vale. Ahora, oh qué desgracia, a base de bajarse los pantalones, han perdido influencia, o sea subvenciones, o sea de lo que viven y fuerzan una huelga con la primera excusa que encuentran (y si esta huelga no es forzada, que venga Pablo Iglesias y lo vea: "como esto que proponeis está muy feo, hemos pensado que en vez de sentarnos a negociarlo vamos a hacer una huelga" ¿No habrían conseguido más amenazando con una huelga que haciéndola directamente? Bueno, es que eso depende de lo que quieran conseguir...). Y yo tengo que donar 25 talegos a la causa. Y una polla.
Ale, a digerir el mitín.
¿Por dónde íbamos? El sábado. En la fiesta había algunas churris espectáculares. Sólo las pijitas saben llevar esos escotes. Pero casi que prefiero a una que tenga lo mismo debajo de una camiseta ACDC, pero más tocable. ¿Cuándo he empezado a ser un bicho raro en un ambiente como ese? Se reían de mis ocurrencias como si fuera un marciano y nadie se creyó que no había entrado a proposito en el baño justo cuando se duchaba la compañera de piso de la anfitriona. Me miraban con un poco de miedo. Nada que hacer con las que ya me conocían, porque ya me conocían. Sigo sin entender a las que se ponen dignas porque ya las has entrado un día y parece ser que eso significa que vas a pasarte toda tu vida admirándolas en la distancia y deseándolas, cabizbajo. Pues no, Anita la digna, hija, si no hubiera estado tan borracho aquélla vez, no hubiera insistido tanto. Además creo recordar que sólo te propuse desayuno ("no veas cómo hago los desayunos") y que tú te reiste aún más que yo con toda aquella historieta. Pero nada, para la siguiente que me ves tienes que estar distante, seria, cortante... Qué rollo.
La pastilla me la fui metiendo poco a poco. Hasta que se me fue la mano. También había una chica normal en la fiesta. Fabrica Prozac, la pastillita de la felicidad, así que me pasé un buen rato tratando de convencerla de que debería traerme unas muestras. Por lo demás, fiesta catalana. Hay quien me dirá que las fiestas no tienen patria, pero yo creo que no, que una fiesta londinense no es lo mismo que una en México. Una fiesta catalana es aquella en la que te especifícan que en vez de regalo prefieren dinero (yo esto sólo lo había visto en las bodas), en la que los muebles son de diseño y en la que se come pa amb tomaca y ensalada de gulas y cosas finas. Además, hasta que el último invitado no se ha terminado el café, no se puede beber una copa. Por mucho que lo supliques hasta quedar como un alcohólico o como un plasta. Para la próxima me llevo una petaca.
La Vieja Estación es un sitio muy pijito y muy bonito en el que las chicas no te miran mal y hasta parecen estar esperando a que les digas algo. Pero bueno, yo estaba conmigo mismo, la música, el globo y eso. Llamé a Cris desde un teléfono prestado, que yo de momento no tengo (cosas que dejé en La Habana). En el trabajo hablan mal de ella, así que se puso a llorar desde Tarragona. Los de su lado me empezaron a llamar cabrón, así que les dijo "que no me está haciendo llorar, que él es el mejor, es maravilloso..." Ay, mi Cris, lo que bebe, cómo me gusta tener una chica así, por fin.
En tan amoroso trance, volé tan alto tan alto... que perdí a todos los de la fiesta. Volví a Chueca, pero nadie me hizo caso. Claro, ya no iba vestido de boda, como la última vez, snif. Terminé por la mañanita, leyéndome El Víbora en un banco de Callao, en lo que se me bajaba un poco. Antes, unos porteros de discoteca, además de no dejarme entrar en la suya, me dijeron que había un sitio que estaba muy bien en la calle Augusto Algueró 57. Allí me fui, con mis botecitos (plink, plink) y mis pupilas dilatadas. Después de una caminata delante de la amenaza del amanecer, resultó que esa calle termina en el número cuarenta y pico, con lo que la noche se acabó para mí. Me resulta difícil disponer una opinión terminante sobre casi todo, pero en este caso creo que lo tengo claro: deberían capar a los porteros de discoteca. A veces uno lee cosas sobre la Guerra Civil y no se termina de creer que nuestros antepasados fueran tan cafres. Ahora lo entiendo todo: los que daban los "paseos" no eran nuestros ancestros, si no los de los porteros. Si se controla la población de rott weiller ¿por qué dejar que estos tipos se reproduzcan alegremente? Nada, nada, si no hay voluntarios me ofrezco yo mismo para dar el tajo.
Y esto es todo lo que tengo que decir sobre esto, como decía Merche, mi ex la de Canal Plus, quien por otra parte podría ser prima de Nobuko (la que me dejó un comentario hace dos posts) por su capacidad para complicar las cosas sencillas y luego explicarlo con un galimatías.
El domingo llegué hecho una mierda al trabajo, a las 7 de la tarde. A las 11 me compré 13,99 euros. A las 6 de la mañana me había leído 230 páginas de las 250 que tiene y no había escrito ni una línea. Agobiado, empezó para mí un lunes mortífero. A las 12,30 me eché una siestecita en el suelo del baño. Me despertaron mis ronquidos (bueno, no ronco, sólo respiraba fuerte). Supongo que todo aquél que entró y me oyó, fliparía. Luego me encerré en mi despacho hasta que me despertó el redactor jefe a las 5,30. Salí a las dos de la mañana de allí y batí un récord, según creo. 31 horas ininterrumpidas en mi lugar de trabajo. Por la noche, sólo dormí tres o cuatro horas, así que hoy estaba en coma, y me he despertado a las cuatro de la tarde. Cuándo he llegado al trabajo el dire me ha preguntado si había hecho la huelga un día antes. Todo esto es patético, lo sé, y me van a echar.
Mañana vendré. Me han dicho que me descontarán unas 25.000 pelas del sueldo si hago huelga. No pienso financiar las próximas subvenciones de los sindicatos, ni la campaña del PSOE. Que se lo curren de otra manera si se están quedando sin afiliados los unos y no saben hacer oposición los otros. Con lo facilita que me parece esa parte de su trabajo. Todo el tiempo que estuve con contratos basura (lo mismo que todos los que me rodeaban) no vi a ningún sindicato hacer nada por mí. Empezando por denunciar situaciones injustas una por una y terminando por cambiar la legislación que las ampara. Sólo se dedicaban a pedir subidas del 0,05 para los que ya tenían contrato. Pues vale. Ahora, oh qué desgracia, a base de bajarse los pantalones, han perdido influencia, o sea subvenciones, o sea de lo que viven y fuerzan una huelga con la primera excusa que encuentran (y si esta huelga no es forzada, que venga Pablo Iglesias y lo vea: "como esto que proponeis está muy feo, hemos pensado que en vez de sentarnos a negociarlo vamos a hacer una huelga" ¿No habrían conseguido más amenazando con una huelga que haciéndola directamente? Bueno, es que eso depende de lo que quieran conseguir...). Y yo tengo que donar 25 talegos a la causa. Y una polla.
Ale, a digerir el mitín.
...muerto, sin ddsfuerzas para escribir nadarf ldksbre mi fin de semana, ya se acabó el jodío cierre de los hjksadñkj. Sólo os dejo un enlace con toda la verdad sobre claudia-p. Me parece que le han reventado la historieta al pobre chaval... pero mejor no os lo destripo, copiad y pegar esta dirección en vuestro navegador: http://cgi-bin.spaceports.com/~eslokhay/eslokhay/index.html y a disfrutarlo. Toda mi admiración para los dos sabuesos. Su weblog, es lo k hay, es nuevo, y a mí esto sí que me parece entrar por la puerta grande :)
sábado, 15 de junio de 2002
COSAS SUELTAS
Hay que ver cómo está la calle... Y yo aquí, otra vez como hace un mes, escribiendo, ya con odio, sobre lo mismo que entonces en este edificio desierto. Diez plantas de silencio. Cuando los de arriba deciden un cambio de última hora, alguien se embolsa muchas pasta (en millones de pesetas), alguien se cuelga alguna medalla, los resultados de alguna compañía suben un poquito y el pringadete de turno tiene que pedir un permiso especial para trabajar en fin de semana (¡me lo han concedido! ¡gracias, gracias!). En esta profesión todo el mundo se queja continuamente: de los de arriba, de los de abajo, de los de enfrente. Creo que no he trabajado en ningún medio de comunicación en el que no se dominaran a la perfección los juramentos en arameo. Y lo que yo he jurado, sobre la tierra roja de Tara que nos dio de comer (mi padre tenía un cine), es que nunca iba a enfadarme, protestar, gruñir entre dientes. Si no me gusta, lo hago a mi manera para que me guste, y si no hay manera, me piro. Pero manda güevos, que es sábado y hay que ver cómo esta la calle, y el genio que me ha metido en este embolao estará en su chalet de la sierra con un daiquiri. Como si le estuviera viendo. Me gusta mi trabajo y me gusta aprovechar los fines de semana y hacerme cientos de kilómetros, pero ¿hace cuanto que no paseo, que no me aburro, que no desconecto? No quiero tener un cortocircuito.
¿De verdad hay tanta gente que ansía ver a Isabel Gemio desnuda? La última entrada que han usado desde google para llegar a mi página: "fotos de mi hermana desnuda con su novio". Estos son mis lectores. Al parecer esto no tiene remedio, tengo la habilidad, vaya donde vaya, de juntarme con lo mejorcito de cada casa. Pues nada, bienvenidos, pajilleros.
El jueves me fui a ver "Cosas que diría con solo mirarla", que sí, que tiene razón bob, que es buena y eso, pero no sé, me hubiera apetecido algo con más tiros... Salí con hambre, y a eso de la una decidí meterme en un bingo a cenar. Sin comentarios. A veces creo que voy por la vida con un extraño pedo sicológico que no me deja razonar. El caso es hacer tonterías. En lo que esperaba que la luz roja, esperen, diera paso a la verde, pasen, eché cincuenta euros a una tragaperras. Me tocaron 180, de los que me gasté luego 30 en el bingo, entre plato combinado y cartones (me quedé a un 57 de llevarme la prima del final, 411 euros). Lo importante es la primera parte. Por qué eché 50 euros y hasta dónde hubiera seguido de no haberme tocado. Hubo un tiempo en que metía dinero que no tenía en esas estúpidas máquinas. También accedía al sexo (sólo o en compañía de otros) de forma compulsiva. En general, me enganchaba a cualquier vicio estúpido, incluída la máquina de arcade de los X-Men o las de pinball. Suena fatal. Pero por primera vez lo analicé ayer desde la distancia. Creo que estaba insatisfecho con lo que hacía, que empezaba a darme cuenta de que no iba a revolucionar la literatura del siglo XX, más que nada porque no era capaz de escribir durante dos días seguidos. Pero sobre todo, creo que la relación con mi ex me estaba agujereando. Sabía que era tonta del culo, que era una auténtica vampira que me robaba las fuerzas, el impulso, las ganas de aprovechar mi vida que, coño, son dos días. Continuamente satisfaciendo el cuerpo, dormir, comer, correrse y vuelta a empezar. Ella alucinaba cuando, a base de broncas, conseguía que alimentase su mente, pero esos ratos ella sólo los vivía como turista. Demasiado esfuerzo. Ahora tiene lo que quería, un marido, un coche, una casa. Bien por ella. No puede uno luchar contra su propio vientre. Si tus sueños salen de ahí, a por ellos.
Llevo mucho tiempo pensando que el problema no era lo tonta que llegase a ser ella, si no lo gilipollas que era yo por estar con alguien así. Culpa mía. Culpa, culpa, culpa. ¿Por qué me llevarían a un colegio del Opus? Dos décadas después sigo planteándome los problemas, inconscientemente, como un reparto de culpas. No. El jueves lo vi claro. No hay culpa que valga. Aquello fue lo que se llama en la propaganda de mano de las pelis "una pasión destructiva". La deseaba como nunca he vuelto a desear a nadie. La odiaba y me odiaba, sin darme cuenta, por la mema pareja que formábamos. Pero no podía verla aparecer sin querer poseerla, sin necesitar su cuerpo ya. Me revienta reconocerlo, pero aún algunas veces pienso en ella y sigue siendo lo que más me pone. Otras veces la odio. Así que no me siento muy orgulloso de como me relaciono con ese recuerdo, borrado a la fuerza. Pero si eso me pasa ahora, ¿por qué me ha costado tanto entender que las cosas eran como eran porque había una pasión enfermiza contra la que no podía luchar? No podía. Punto. No soy culpable.
Otro tema es el de por qué entré al bingo. ¿Otra recaída en la ludopatía? No, ni de coña. Lo hice por lo mismo por lo que otros días cualesquiera, camino a casa, entro en el bar en el que Ana la Farlopómana pillaba la coca y pregunto al camarero por ella o me tumbo en mi cama y me emborracho o vacío el Hipercor (y de paso mi Visa) o me meto en un pub de intercambio de parejas a tomar una copa. Por nada. Por todo. Por pura desorientación.
Estoy pensando en escribir un libro. Creo que va a ser la única manera de que reúna un kilo para comprarme una casa para mi solito. Alquilarla está imposible y ya me tienen un poco aburrido mis diez años viviendo en pisos compartidos, por muy bien que me lleve siempre con todo el mundo y por muy estupendo que sea el pisazo de 300 metros cuadrados de ahora. Y estoy pensando en hacerlo con historias cotidianas, como las que cuento aquí, a la manera de "13,99 euros", pero sobre el submundo periodístico. Suena bien ¿no?
Ayer comí con Noelia. Me preguntó que por qué me llevaba tan bien con todos los fotógrafos con los que viajaba y por qué mantenía la amistad al volver a Madrid, con lo difícil que es eso. Pues porque soy una joya, nena, sólo que hay que tener ojos de orfebre para saber verlo. Por lo demás ¿hace falta que se toquetee las tetas mientras come conmigo? ¿No podemos tener una conversación que no verse sobre sexo? ¿Tiene motivos para seguir pensando que estoy loco por ella? Ay, cómo les gusta...
Cris está en el Sónar. Dijo que nunca se iba a drogar sin mí, pero me llamó bajo los efectos del speed. Tiene más peligro que Rambo en un restaurante chino. No me gusta nada haberla introducido en lo que Luis y yo llamamos el maravilloso mundo de las pastis. Unido a que está muy enamorada y a que, como mínimo, en los próximos tres años ella no va a dejar Barcelona ni yo Madrid, ¿que pasará cuándo se acabe? ¿Recurrirá a las pirulas? Me da un poco de miedo.
Hay una doble moda en mi grupo de amigos de toda la vida. Por un lado están los que se enrollan con mujeres casadas. Por el otro los que se casan. Nos estamos haciendo viejos
Dentro de un rato me voy a una fiesta sorpresa, el cumpleaños de un amigo. Cena sentados, bares pijos, conversación pija, risas pijas. Me parece que voy a tardar dos minutos en meterme la pasti. Y luego a quedar fatal con todas las hembras pijas de la fiesta pija. Qué dios reparta suerte. Si sale con barba, San Antón, y si no, la Purísima Concepción.
Hay que ver cómo está la calle... Y yo aquí, otra vez como hace un mes, escribiendo, ya con odio, sobre lo mismo que entonces en este edificio desierto. Diez plantas de silencio. Cuando los de arriba deciden un cambio de última hora, alguien se embolsa muchas pasta (en millones de pesetas), alguien se cuelga alguna medalla, los resultados de alguna compañía suben un poquito y el pringadete de turno tiene que pedir un permiso especial para trabajar en fin de semana (¡me lo han concedido! ¡gracias, gracias!). En esta profesión todo el mundo se queja continuamente: de los de arriba, de los de abajo, de los de enfrente. Creo que no he trabajado en ningún medio de comunicación en el que no se dominaran a la perfección los juramentos en arameo. Y lo que yo he jurado, sobre la tierra roja de Tara que nos dio de comer (mi padre tenía un cine), es que nunca iba a enfadarme, protestar, gruñir entre dientes. Si no me gusta, lo hago a mi manera para que me guste, y si no hay manera, me piro. Pero manda güevos, que es sábado y hay que ver cómo esta la calle, y el genio que me ha metido en este embolao estará en su chalet de la sierra con un daiquiri. Como si le estuviera viendo. Me gusta mi trabajo y me gusta aprovechar los fines de semana y hacerme cientos de kilómetros, pero ¿hace cuanto que no paseo, que no me aburro, que no desconecto? No quiero tener un cortocircuito.
¿De verdad hay tanta gente que ansía ver a Isabel Gemio desnuda? La última entrada que han usado desde google para llegar a mi página: "fotos de mi hermana desnuda con su novio". Estos son mis lectores. Al parecer esto no tiene remedio, tengo la habilidad, vaya donde vaya, de juntarme con lo mejorcito de cada casa. Pues nada, bienvenidos, pajilleros.
El jueves me fui a ver "Cosas que diría con solo mirarla", que sí, que tiene razón bob, que es buena y eso, pero no sé, me hubiera apetecido algo con más tiros... Salí con hambre, y a eso de la una decidí meterme en un bingo a cenar. Sin comentarios. A veces creo que voy por la vida con un extraño pedo sicológico que no me deja razonar. El caso es hacer tonterías. En lo que esperaba que la luz roja, esperen, diera paso a la verde, pasen, eché cincuenta euros a una tragaperras. Me tocaron 180, de los que me gasté luego 30 en el bingo, entre plato combinado y cartones (me quedé a un 57 de llevarme la prima del final, 411 euros). Lo importante es la primera parte. Por qué eché 50 euros y hasta dónde hubiera seguido de no haberme tocado. Hubo un tiempo en que metía dinero que no tenía en esas estúpidas máquinas. También accedía al sexo (sólo o en compañía de otros) de forma compulsiva. En general, me enganchaba a cualquier vicio estúpido, incluída la máquina de arcade de los X-Men o las de pinball. Suena fatal. Pero por primera vez lo analicé ayer desde la distancia. Creo que estaba insatisfecho con lo que hacía, que empezaba a darme cuenta de que no iba a revolucionar la literatura del siglo XX, más que nada porque no era capaz de escribir durante dos días seguidos. Pero sobre todo, creo que la relación con mi ex me estaba agujereando. Sabía que era tonta del culo, que era una auténtica vampira que me robaba las fuerzas, el impulso, las ganas de aprovechar mi vida que, coño, son dos días. Continuamente satisfaciendo el cuerpo, dormir, comer, correrse y vuelta a empezar. Ella alucinaba cuando, a base de broncas, conseguía que alimentase su mente, pero esos ratos ella sólo los vivía como turista. Demasiado esfuerzo. Ahora tiene lo que quería, un marido, un coche, una casa. Bien por ella. No puede uno luchar contra su propio vientre. Si tus sueños salen de ahí, a por ellos.
Llevo mucho tiempo pensando que el problema no era lo tonta que llegase a ser ella, si no lo gilipollas que era yo por estar con alguien así. Culpa mía. Culpa, culpa, culpa. ¿Por qué me llevarían a un colegio del Opus? Dos décadas después sigo planteándome los problemas, inconscientemente, como un reparto de culpas. No. El jueves lo vi claro. No hay culpa que valga. Aquello fue lo que se llama en la propaganda de mano de las pelis "una pasión destructiva". La deseaba como nunca he vuelto a desear a nadie. La odiaba y me odiaba, sin darme cuenta, por la mema pareja que formábamos. Pero no podía verla aparecer sin querer poseerla, sin necesitar su cuerpo ya. Me revienta reconocerlo, pero aún algunas veces pienso en ella y sigue siendo lo que más me pone. Otras veces la odio. Así que no me siento muy orgulloso de como me relaciono con ese recuerdo, borrado a la fuerza. Pero si eso me pasa ahora, ¿por qué me ha costado tanto entender que las cosas eran como eran porque había una pasión enfermiza contra la que no podía luchar? No podía. Punto. No soy culpable.
Otro tema es el de por qué entré al bingo. ¿Otra recaída en la ludopatía? No, ni de coña. Lo hice por lo mismo por lo que otros días cualesquiera, camino a casa, entro en el bar en el que Ana la Farlopómana pillaba la coca y pregunto al camarero por ella o me tumbo en mi cama y me emborracho o vacío el Hipercor (y de paso mi Visa) o me meto en un pub de intercambio de parejas a tomar una copa. Por nada. Por todo. Por pura desorientación.
Estoy pensando en escribir un libro. Creo que va a ser la única manera de que reúna un kilo para comprarme una casa para mi solito. Alquilarla está imposible y ya me tienen un poco aburrido mis diez años viviendo en pisos compartidos, por muy bien que me lleve siempre con todo el mundo y por muy estupendo que sea el pisazo de 300 metros cuadrados de ahora. Y estoy pensando en hacerlo con historias cotidianas, como las que cuento aquí, a la manera de "13,99 euros", pero sobre el submundo periodístico. Suena bien ¿no?
Ayer comí con Noelia. Me preguntó que por qué me llevaba tan bien con todos los fotógrafos con los que viajaba y por qué mantenía la amistad al volver a Madrid, con lo difícil que es eso. Pues porque soy una joya, nena, sólo que hay que tener ojos de orfebre para saber verlo. Por lo demás ¿hace falta que se toquetee las tetas mientras come conmigo? ¿No podemos tener una conversación que no verse sobre sexo? ¿Tiene motivos para seguir pensando que estoy loco por ella? Ay, cómo les gusta...
Cris está en el Sónar. Dijo que nunca se iba a drogar sin mí, pero me llamó bajo los efectos del speed. Tiene más peligro que Rambo en un restaurante chino. No me gusta nada haberla introducido en lo que Luis y yo llamamos el maravilloso mundo de las pastis. Unido a que está muy enamorada y a que, como mínimo, en los próximos tres años ella no va a dejar Barcelona ni yo Madrid, ¿que pasará cuándo se acabe? ¿Recurrirá a las pirulas? Me da un poco de miedo.
Hay una doble moda en mi grupo de amigos de toda la vida. Por un lado están los que se enrollan con mujeres casadas. Por el otro los que se casan. Nos estamos haciendo viejos
Dentro de un rato me voy a una fiesta sorpresa, el cumpleaños de un amigo. Cena sentados, bares pijos, conversación pija, risas pijas. Me parece que voy a tardar dos minutos en meterme la pasti. Y luego a quedar fatal con todas las hembras pijas de la fiesta pija. Qué dios reparta suerte. Si sale con barba, San Antón, y si no, la Purísima Concepción.
jueves, 13 de junio de 2002
Como son las doce y pico y aún quedaba un sandwich de chorizo en la máquina y este reportaje tenía que haber estado entregado hace dos semanas, pero sobre todo hace dos días, y me he perdido una fiesta esta noche por capullo y por malgastar tanto el tiempo y tengo que seguir unas horitas... bueno, pues para celebrar todo esto, voy a escribir un ratinín sobre cosas de mi empresa.
Pero antes, os quiero anunciar el probabilísimo cambio de contenidos en esta página. Resulta de que (se dice así ¿no?) se acabaron los tiempos del artista frente al mundo, de la torre de marfil y todo eso que alimentaba mis fantasías de bambino precoz. Ahora creo en Yoko y en la comunicación. Y si escribo este webblong! tengo que pensar en mis lectores y consagrarme sólo a ellos. Resulta de que la mayor parte de mis lectores llegan aquí desde un buscador a la caza de contenidos que de momento no les doy. Los que más abundan, por cosas de la vida, son los que quieren "poesías de boda", "poesías que lee el padrino a la novia", "poesías que lee el hermano de la novia" "poesías que lee el ex novio de la novia que todavía se la tira y por eso le ha elegido como padrino" y etcétera. Otro menos sagaz (o que valore más su tiempo libre) no tendría en cuenta esta circunstancia, pero yo he llegado a dos conclusiones: a) que la gente sigue pensando que la internez esa tiene poderes mágicos y no le piden información sino tres deseos y b) que hay una demanda importante de poesías que lee el padrino etcétera. Así que ando con la duda de si montar un chiringuito a la puerta de Jump o de Beep para recibir a los que salgan de la tienda con la computaora bajo el brazo con un rótulo que diga: "Desasnamos consumidores compulsivos".
Pero tampoco estaría mal ofrecer poesías que lee el etcetera por unos euritos. Como muestra gratuita y para mi eterno descrédito, os cuelgo aquí la que le escribí a unos desdichados amigos a los que no se les ocurrió nada mejor que hacer un sábado de agosto que casarse. La cantamos en la misa unos veinte amigotes, a traición y a capella, ante mi vergüenza infinita. Ellos creían que lloraba de emoción, como la novia. Va. Cuidado, que es pornográfica:
Que mantengais fresca esa sonrisa,
que los días pasen dulcemente,
que todas las noches sean
noches de boda,
que el amor os dure para sieeempre.
Carlos el sereno y fiel amigo,
siempre alegre y sincera Sofía
hoy unen sus vidas y sus
dos corazones
nos tocais un poco los cojooones.
Plagios, ripios, y un verso final que hubo que reemplazar a última hora, no recuerdo por cuál. Os parecerá fácil, pero la gracia era que encajara en una estupida música que me persiguió durante dos meses, mientras me resistía con argumentos como "¿Y si le llevamos a un puti en la despedida?, eso también le hará ilusión..." Mi primera redacción fue:
Son como un compás los dos amantes
cuando el uno gira con dulzura
amorosamente se reclina
el otro
y forman un círculo perfecto
Por mucho que les expliqué que no era ninguna guarrada y que en ningún momento se aludía el agujero del culo, si no que se trataba de una versión de un soneto de John Donne, con todo su simbolismo renacentista, que hablaba de la música de las esferas, de la armonía del universo encarnada en la de la nueva pareja y todo eso, no hubo manera de que se la quedaran. Como además no pegaba con la música ni pa trás, accedí a sustituirlo.
...Y eso mismo haré con cualquier encargo que reciba. A partir de ahora, escribo poemas para bodas, estimados padrinos. Lo siento por los que disfrutaban con mis batallitas de abuelo Cebolleta, pero ante la demanda de la mayoría vosotros no sois negocio. Sois algo así como los espectadores de La 2. Un gobierno con buen criterio como éste, decidió que pa que iba a poner cosas de calidad que no veía nadie, ni ciclos de Cine Club ni pollas. De día, enternecedores deportes, de noche, Pedro Ruiz y mi tío segundo el calvorota, y de madrugada, saldos italianos. Nobleza baturra como mucho, y daros con un canto en los dientes (como aperitivo del suicidio, supongo).
En primero de carrera, a mis tiernos 18, publiqué un anuncio en un periódico gratuito en el que me ofrecía para escribir cartas y poemas de amor por un precio módico (lógica aplastante: necesitaba dinero, eso es lo que sabía hacer, ergo...). Tuve bastante éxito, porque casi estuvo a punto de pensar en llamarme la hermana de un compañero de clase. Ahora va a ser incluso mejor. Me voy a forrar.
Lo que no sé es cómo voy a resolver otras cuitas que le plantean al oráculo de google antes de penetrar en mi página. La mejor: "el secreto para follar con quien quieras es" (probadlo, sale mi página). Voy a tener que leer mucho...
Otros de los clásicos de mis estadísticas son "Isabel Gemio desnuda", "benidor" y "ligar suecas".
Y ahora viene lo que os había anunciado (no os durmais ¿eh?), la historieta sobre mi empresa.
Siempre he tenido curiosidad por conocer a los redactores de dos revistas que se hacen en los pisos de arriba. Me intrigan. Se creen superiores a nosotros, se odian entre ellos, tienen unas becarias jamoncísimas, salen a su hora y siempre montan mucho jaleo. Hoy, como estoy haciendo una cosa para ellos, por fin, he subido para pedirles el último libro de Pérez-Reverte (puaj), dispuesto a fijarme mucho y a presentarme a cualquiera que se cruzara en mi camino. Cuando estaba en ello, una redactora se levanta y dice: "a ti te conozco, tú has comido hoy conmigo". "Sí, sí". Y me he ido abochornado.
Hagamos un flash-back para entenderlo.
Quince minutos antes de las dos, como siempre, me dicen que me vaya a una comida a un restaurante muy fino y muy estupendo, el Nodo. Pantalón verde fosforito de pastillero, jersey con una franja transparente y nada debajo, zapatos coloraos. Ah, pues voy bien. Un blanco, por favor. Un cigarrito, un tinto. Un tinto. Pescado crudo. Tinto, tinto. Conversación de marujas stupendas, lo típico de estos sitios. Tinto. Pescado cocinado. Tinto, tinto, tinto. El 11-S. Solomillo. Tinto, tinto, tinto, tinto. Ya ni me entero de lo que dicen, sólo sonrío. Bizcocho de chocolate. No te lleves la copa, por favor. Y cuando puedas me la llenas.
Así que cuando me voy sólo quedan una decena de mujeres al otro lado de la mesa (hoy había partido de España, era el día de las redactoras y los raritos). Me crezco. Vamos a ser simpáticos y a decirlas adios. "Adios". Ni caso. "Hasta otra". Ni miran. "¡¡¡¡¡¡¡¡¡EEEEEEEEH!!!!!!!!!!!!!! ¡¡QUE ADIOS A TODAS!!". Un silencio sepulcral hasta que cruzo el umbral y todas las miradas fijas en mí. Esta bonita anécdota no sé si la vais a entender en toda su amplitud. Pero es que el sitio era muy fino, había hasta reporteras famosas, de las que salen en la tele, y todas iban vestidas cuidadosamente de "soy magsnífica". Seguro que se habían arreglado por la mañana pensando en la comida, no como yo que me he vestido pensando en por cual de los agujeros del jersey sacaba el brazo. Salí haciendo pucheros y haciendo eses. Al menos no me despedí con un coloquial y amistoso "¡adios perras!", como hubiera sido mi deseo íntimo.
Así que cuando me he encontrado a una de ellas en el piso de arriba... En fin, pelillos a la mar, ya se me ha pasado hasta la resaca, aunque sigo escribiendo raro.
Así son las cosas y así se las hemos contado.
Pero antes, os quiero anunciar el probabilísimo cambio de contenidos en esta página. Resulta de que (se dice así ¿no?) se acabaron los tiempos del artista frente al mundo, de la torre de marfil y todo eso que alimentaba mis fantasías de bambino precoz. Ahora creo en Yoko y en la comunicación. Y si escribo este webblong! tengo que pensar en mis lectores y consagrarme sólo a ellos. Resulta de que la mayor parte de mis lectores llegan aquí desde un buscador a la caza de contenidos que de momento no les doy. Los que más abundan, por cosas de la vida, son los que quieren "poesías de boda", "poesías que lee el padrino a la novia", "poesías que lee el hermano de la novia" "poesías que lee el ex novio de la novia que todavía se la tira y por eso le ha elegido como padrino" y etcétera. Otro menos sagaz (o que valore más su tiempo libre) no tendría en cuenta esta circunstancia, pero yo he llegado a dos conclusiones: a) que la gente sigue pensando que la internez esa tiene poderes mágicos y no le piden información sino tres deseos y b) que hay una demanda importante de poesías que lee el padrino etcétera. Así que ando con la duda de si montar un chiringuito a la puerta de Jump o de Beep para recibir a los que salgan de la tienda con la computaora bajo el brazo con un rótulo que diga: "Desasnamos consumidores compulsivos".
Pero tampoco estaría mal ofrecer poesías que lee el etcetera por unos euritos. Como muestra gratuita y para mi eterno descrédito, os cuelgo aquí la que le escribí a unos desdichados amigos a los que no se les ocurrió nada mejor que hacer un sábado de agosto que casarse. La cantamos en la misa unos veinte amigotes, a traición y a capella, ante mi vergüenza infinita. Ellos creían que lloraba de emoción, como la novia. Va. Cuidado, que es pornográfica:
Que mantengais fresca esa sonrisa,
que los días pasen dulcemente,
que todas las noches sean
noches de boda,
que el amor os dure para sieeempre.
Carlos el sereno y fiel amigo,
siempre alegre y sincera Sofía
hoy unen sus vidas y sus
dos corazones
nos tocais un poco los cojooones.
Plagios, ripios, y un verso final que hubo que reemplazar a última hora, no recuerdo por cuál. Os parecerá fácil, pero la gracia era que encajara en una estupida música que me persiguió durante dos meses, mientras me resistía con argumentos como "¿Y si le llevamos a un puti en la despedida?, eso también le hará ilusión..." Mi primera redacción fue:
Son como un compás los dos amantes
cuando el uno gira con dulzura
amorosamente se reclina
el otro
y forman un círculo perfecto
Por mucho que les expliqué que no era ninguna guarrada y que en ningún momento se aludía el agujero del culo, si no que se trataba de una versión de un soneto de John Donne, con todo su simbolismo renacentista, que hablaba de la música de las esferas, de la armonía del universo encarnada en la de la nueva pareja y todo eso, no hubo manera de que se la quedaran. Como además no pegaba con la música ni pa trás, accedí a sustituirlo.
...Y eso mismo haré con cualquier encargo que reciba. A partir de ahora, escribo poemas para bodas, estimados padrinos. Lo siento por los que disfrutaban con mis batallitas de abuelo Cebolleta, pero ante la demanda de la mayoría vosotros no sois negocio. Sois algo así como los espectadores de La 2. Un gobierno con buen criterio como éste, decidió que pa que iba a poner cosas de calidad que no veía nadie, ni ciclos de Cine Club ni pollas. De día, enternecedores deportes, de noche, Pedro Ruiz y mi tío segundo el calvorota, y de madrugada, saldos italianos. Nobleza baturra como mucho, y daros con un canto en los dientes (como aperitivo del suicidio, supongo).
En primero de carrera, a mis tiernos 18, publiqué un anuncio en un periódico gratuito en el que me ofrecía para escribir cartas y poemas de amor por un precio módico (lógica aplastante: necesitaba dinero, eso es lo que sabía hacer, ergo...). Tuve bastante éxito, porque casi estuvo a punto de pensar en llamarme la hermana de un compañero de clase. Ahora va a ser incluso mejor. Me voy a forrar.
Lo que no sé es cómo voy a resolver otras cuitas que le plantean al oráculo de google antes de penetrar en mi página. La mejor: "el secreto para follar con quien quieras es" (probadlo, sale mi página). Voy a tener que leer mucho...
Otros de los clásicos de mis estadísticas son "Isabel Gemio desnuda", "benidor" y "ligar suecas".
Y ahora viene lo que os había anunciado (no os durmais ¿eh?), la historieta sobre mi empresa.
Siempre he tenido curiosidad por conocer a los redactores de dos revistas que se hacen en los pisos de arriba. Me intrigan. Se creen superiores a nosotros, se odian entre ellos, tienen unas becarias jamoncísimas, salen a su hora y siempre montan mucho jaleo. Hoy, como estoy haciendo una cosa para ellos, por fin, he subido para pedirles el último libro de Pérez-Reverte (puaj), dispuesto a fijarme mucho y a presentarme a cualquiera que se cruzara en mi camino. Cuando estaba en ello, una redactora se levanta y dice: "a ti te conozco, tú has comido hoy conmigo". "Sí, sí". Y me he ido abochornado.
Hagamos un flash-back para entenderlo.
Quince minutos antes de las dos, como siempre, me dicen que me vaya a una comida a un restaurante muy fino y muy estupendo, el Nodo. Pantalón verde fosforito de pastillero, jersey con una franja transparente y nada debajo, zapatos coloraos. Ah, pues voy bien. Un blanco, por favor. Un cigarrito, un tinto. Un tinto. Pescado crudo. Tinto, tinto. Conversación de marujas stupendas, lo típico de estos sitios. Tinto. Pescado cocinado. Tinto, tinto, tinto. El 11-S. Solomillo. Tinto, tinto, tinto, tinto. Ya ni me entero de lo que dicen, sólo sonrío. Bizcocho de chocolate. No te lleves la copa, por favor. Y cuando puedas me la llenas.
Así que cuando me voy sólo quedan una decena de mujeres al otro lado de la mesa (hoy había partido de España, era el día de las redactoras y los raritos). Me crezco. Vamos a ser simpáticos y a decirlas adios. "Adios". Ni caso. "Hasta otra". Ni miran. "¡¡¡¡¡¡¡¡¡EEEEEEEEH!!!!!!!!!!!!!! ¡¡QUE ADIOS A TODAS!!". Un silencio sepulcral hasta que cruzo el umbral y todas las miradas fijas en mí. Esta bonita anécdota no sé si la vais a entender en toda su amplitud. Pero es que el sitio era muy fino, había hasta reporteras famosas, de las que salen en la tele, y todas iban vestidas cuidadosamente de "soy magsnífica". Seguro que se habían arreglado por la mañana pensando en la comida, no como yo que me he vestido pensando en por cual de los agujeros del jersey sacaba el brazo. Salí haciendo pucheros y haciendo eses. Al menos no me despedí con un coloquial y amistoso "¡adios perras!", como hubiera sido mi deseo íntimo.
Así que cuando me he encontrado a una de ellas en el piso de arriba... En fin, pelillos a la mar, ya se me ha pasado hasta la resaca, aunque sigo escribiendo raro.
Así son las cosas y así se las hemos contado.
martes, 11 de junio de 2002
Vale, vale, no sigais poniendo comentarios anónimos, lo reconozco todo, soy un mentiroso compulsivo. Reconozco que nunca me he puesto un jersey de pico encima de una camiseta, que nunca he llegado tarde al trabajo (era una falsedad evidente, estoy aquí antes que nadie). Reconozco también que no voy a cócteles, es imposible, nunca hay presentaciones en Madrid para los chicos de la prensa. Los cientos de personas que acuden a los diez o veinte que dicen que se organizan cada día en hoteles, restaurantes, discotecas y etcétera mienten como bellacos. Ni yo ni nadie se ha metido nunca una raya en ninguno de ellos. Es más, la coca y sus consumidores no existen, es una mixtificación que se me ocurrió un día que estaba aburrido.
Las discusiones con tu pareja sobre la frecuencia en el acto sexual son evidentemente falsas. A todos nos lo pide el cuerpo a la vez y jamás nadie ha tenido una bronca con argumentos como "¡es que nunca te apetece!", "¡es que tú estás más salido que el pico de una mesa!". Es más, la canción de los Beatles (¿"Come together"?) hablaba de una bici tandem. Punto.
Por otra parte, la infidelidad en la España del Imperio (tras una bronca conyugal) ya está superada y nadie tira de agenda para quedar con viejos ligues.
Es que soy un burdo inventándome historietas. Mira que contar cómo nos metemos mano una chica y yo en la calle. ¡Lo nunca visto! ¡Una parejita toqueteándose por debajo del pantalón! Venga, por favor... Si eso es imposible porque.... mmm... ¿esta prohibido? Bueno, no sé por qué, pero es imposible. Y además inventarme una multiorgásmica, que todos sabemos que son seres mitológicos equiparables al unicornio. En fin, lo que hay que leer
En resumen, que no contaba con la sagacidad de los serlokjolmes que circulan por aquí. No sé como me he atrevido a soltar todas estas patrañas. En realidad soy un... no sé, un funcionario o un frutero que se acaba de comprar un ordenador y nunca sale de casa.
Hay una película que no pasará a la historia, "Algunos hombres buenos", en la que la abogada Demi Moore protesta en un juicio ("¡protesto!") y como no le hacen caso vuelve a protestar ("¡protesto energicamente!"). Tom Cruise le pregunta. "¿es así como funciona? ¿si no te hacen caso dirás: "no, no, protesto muy energicamente"?". Pues eso, que soy muy fósforo (como decía una señora de mi pueblo) de decir las cosas sólo una vez, pero en consideración a dany y eva, que han sido tan amables de criticar constructivamente mi blog en el suyo, tal y como les solicité hace tiempo, pues repetimos: que sigo sin pensar que aquí se relate nada excepcional. Lo único es que se hace el viejo trabajo de esta profesión mía de putas consistente en seleccionar con criterio e instinto (el que sea, mal criterio e instinto atrofiado o lo contrario) qué información publicar y cuál no. También tengo hemorroides, hijitos, pero eso hoy no toca.
En cualquier caso, y dejando de lado todas esas plastosas dudas sobre la veracidad de lo que cuento aquí con el único fin de soltarlo y punto, me encanta que EVa, tras leer lo que soy ("arrojar la cara importa, que el espejo no hay por qué"), me considere virgen y ¡PERFECTO!, por muy irónicamente que lo diga, ya es maravilloso que crea que intento dar esa imagen de mí, cuando lo único que cuento es mi día. Me hace plantearme más que nunca que mis días son stupendos de la muerte. Me compara también con el fragel viajero (eso me ha llegao) y con el pesao del Richard Gere en Pretty woman. De los calificativos "rico, joven (qué bien me conservo a mis 29) e intrépido", cambiemos el "rico" por "endeudado" y añadamos "más bonito que un san luis" y tendremos, por fin, lo que me reclamaba mi amigo el sicólogo: "defínete a ti mismo" (paso previo al "conócete a ti mismo").
Gracias, gracias, gracias.
En cuanto puedas escaquearte, nos tomamos lo que quieras, EVa.
Las discusiones con tu pareja sobre la frecuencia en el acto sexual son evidentemente falsas. A todos nos lo pide el cuerpo a la vez y jamás nadie ha tenido una bronca con argumentos como "¡es que nunca te apetece!", "¡es que tú estás más salido que el pico de una mesa!". Es más, la canción de los Beatles (¿"Come together"?) hablaba de una bici tandem. Punto.
Por otra parte, la infidelidad en la España del Imperio (tras una bronca conyugal) ya está superada y nadie tira de agenda para quedar con viejos ligues.
Es que soy un burdo inventándome historietas. Mira que contar cómo nos metemos mano una chica y yo en la calle. ¡Lo nunca visto! ¡Una parejita toqueteándose por debajo del pantalón! Venga, por favor... Si eso es imposible porque.... mmm... ¿esta prohibido? Bueno, no sé por qué, pero es imposible. Y además inventarme una multiorgásmica, que todos sabemos que son seres mitológicos equiparables al unicornio. En fin, lo que hay que leer
En resumen, que no contaba con la sagacidad de los serlokjolmes que circulan por aquí. No sé como me he atrevido a soltar todas estas patrañas. En realidad soy un... no sé, un funcionario o un frutero que se acaba de comprar un ordenador y nunca sale de casa.
Hay una película que no pasará a la historia, "Algunos hombres buenos", en la que la abogada Demi Moore protesta en un juicio ("¡protesto!") y como no le hacen caso vuelve a protestar ("¡protesto energicamente!"). Tom Cruise le pregunta. "¿es así como funciona? ¿si no te hacen caso dirás: "no, no, protesto muy energicamente"?". Pues eso, que soy muy fósforo (como decía una señora de mi pueblo) de decir las cosas sólo una vez, pero en consideración a dany y eva, que han sido tan amables de criticar constructivamente mi blog en el suyo, tal y como les solicité hace tiempo, pues repetimos: que sigo sin pensar que aquí se relate nada excepcional. Lo único es que se hace el viejo trabajo de esta profesión mía de putas consistente en seleccionar con criterio e instinto (el que sea, mal criterio e instinto atrofiado o lo contrario) qué información publicar y cuál no. También tengo hemorroides, hijitos, pero eso hoy no toca.
En cualquier caso, y dejando de lado todas esas plastosas dudas sobre la veracidad de lo que cuento aquí con el único fin de soltarlo y punto, me encanta que EVa, tras leer lo que soy ("arrojar la cara importa, que el espejo no hay por qué"), me considere virgen y ¡PERFECTO!, por muy irónicamente que lo diga, ya es maravilloso que crea que intento dar esa imagen de mí, cuando lo único que cuento es mi día. Me hace plantearme más que nunca que mis días son stupendos de la muerte. Me compara también con el fragel viajero (eso me ha llegao) y con el pesao del Richard Gere en Pretty woman. De los calificativos "rico, joven (qué bien me conservo a mis 29) e intrépido", cambiemos el "rico" por "endeudado" y añadamos "más bonito que un san luis" y tendremos, por fin, lo que me reclamaba mi amigo el sicólogo: "defínete a ti mismo" (paso previo al "conócete a ti mismo").
Gracias, gracias, gracias.
En cuanto puedas escaquearte, nos tomamos lo que quieras, EVa.
jueves, 6 de junio de 2002
UN MIERCOLES
Me levanto cuando ya ha pasado una hora desde que empezó mi jornada de trabajo. Me ducho, me afeito por fin, me pongo unos vaqueros, una mierda de camiseta de disenyi que me regalaron en el NH y un jersey de pico, de pijo de provincias. Cojo un taxi. Llego a las doce, como casi todos los días, quitándome las legañas. Desayuno una coca cola light y un sandwich de paté y queso de la máquina. Leo mi correo, ordeno las facturas y me voy a la presentación de unos vinos a un hotel que me suena, aunque no lo consigo situar. Entro directo al baño. Ya sé. Aquí estuve un domingo en un concurso de sumilleres con Ana la cocainómana, justo después de cambiarle los pañales a su sobrino. En este baño me metí una raya con tropezones. Luego salí, con el rastro en la nariz y me la encontré hablando con una compañera de trabajo. Todo iba mal, la coca nos puso tristones, mis dos tarjetas me dijeron que sé acabó, que ya no me daban más dinero. Nos fuimos a la proyección de unos cortos de unos amigos de una amiga en un bar de Malasaña. Me explicó que no quería follar conmigo esa noche, le dije que no importaba, sólo dormiríamos. Me repitió que no quería follar conmigo, que ya me conocía, que iba a insistir, y le contesté que con una vez que me lo dijera era suficiente. Para aliviar el mal rollo, le solté la frase definitiva: "no te preocupes, ya me darás hora para follar". A las dos sacó mis cosas a la puerta de su casa. "Mañana te llamo". Hasta hoy, ya lo expliqué más abajo.
Ahora no hay coca. Sólo vino. Unos sesenta, de los que pruebo diez o doce. Dos horas después sigo pedo. Llamo a Cris. Ayer estaba tomándose una caña con su ex amante y tuvimos mal rollo, porque dice que no me estoy esforzando en ir a verla. Hoy tiene una buena noticia para mí. Ha cambiado su guardia para que pasemos el viernes juntos. Tengo una mala noticia para ella, llego a Barcelona el viernes por la noche o el sábado por la mañana. Me dice que no me estoy esforzando. Puede que tenga razón. Pero es que siento angustia si me escaqueo tanto del trabajo. Bronca.
No quiero broncas. Mando un mensaje a Ana la Multiorgásmica. "Tengo la tarde libre, ¿quedamos?". Pienso que debería coger los condones. Mientras hablo con Ana –"es tarde" "no importa, tengo la tarde libre y la noche libre"–, oigo otra llamada. Debe de ser Cris. La telefonéo. No quiere discutir, se disculpa, ella no es así. Siento que la quiero otra vez. Ahora me apetece más ir. Se lo digo. No cojo los condones. Sólo será una charla de amigos. Me estoy durmiendo, así que me tomo una efedra.
Ana me cuenta que se ha enterado de que su ex era gay. Dice que vive en un culebrón. Le doy un abrazo y me empalmo notablemente. Otra cocacola. Discutimos. Los dos queremos tener la razón. Yo creo que no estamos incompletos sin pareja, eso es una invención social. Ella dice que porque yo lo diga, que se pensaba que yo era de otra manera, que soy un simple y no tengo sentimientos. Nos besamos, nos acariciamos, nos metemos mano. Su pantalón está empapado. Le pregunto si quiere tomar la última cocacola en mi terraza. Dice que nonono. Que fíjate lo que he entendido cuando me has dicho eso. "¿Cómo puedes creer que te estaba proponiendo eso?", contesto. Sonrío. En la calle se frota contra mí, se agarra con la pierna a mi cintura. Nos apoyamos en una columna. Le meto la mano debajo del pantalón, debajo de las bragas. He descubierto hace poco que en esos casos estimular el clítoris no es lo único, también se puede profundizar. Meto un dedo. Me desabrocha el pantalón y me acaricia. Quiere que la folle allí mismo. Me pregunta si he traído condones. "No". "Mejor". Digo que vayamos a casa. Dice que si se lo piensa un minuto dirá que no. Estamos en una calle medianamente transitada. Busco un taxi con la mirada. Pienso en llegar hasta el taxi sin sacarla el dedo para que no diga que no. Pasan motos, coches, madrileños hablando por el móvil, gente que posiblemente no vimos, pasan autobuses y el camión de la basura. Canta la rana debajo del agua, pasa un caballero con capa y sombrero, pasa una señora con bata de cola, pasa un capitán... Mientras nos masturbamos contra una columna, pasa medio Madrid, pero ni un taxi con la lucecita verde. Me rindo. Me abrocha. La dejo en un taxi de los que van en dirección contraria. Hacia su casa. "Mañana me hubiera sentido mal", me dice. "Mañana te hubieras sentido de coña", puntualizó. "No podemos vernos porque siempre nos pasa lo mismo. Pero en cuanto esté mejor me presentó un día en tu casa, si es que entonces quieres verme". "Seguro que sí". Y se sube al taxi.
Sólo había cien metros hasta mi casa. Por el camino me acerco el dedo a la nariz. He cogido frío y la tengo taponada. El olor ha desaparecido. Es como si nunca hubiera existido. Gracias a esa ausencia, como metáfora de lo fugaz que ha sido lo que ha pasado, consigo no sentirme culpable, a pesar de que soy un asco. Son las dos. Mañana volveré a levantarme a las 11.
Me levanto cuando ya ha pasado una hora desde que empezó mi jornada de trabajo. Me ducho, me afeito por fin, me pongo unos vaqueros, una mierda de camiseta de disenyi que me regalaron en el NH y un jersey de pico, de pijo de provincias. Cojo un taxi. Llego a las doce, como casi todos los días, quitándome las legañas. Desayuno una coca cola light y un sandwich de paté y queso de la máquina. Leo mi correo, ordeno las facturas y me voy a la presentación de unos vinos a un hotel que me suena, aunque no lo consigo situar. Entro directo al baño. Ya sé. Aquí estuve un domingo en un concurso de sumilleres con Ana la cocainómana, justo después de cambiarle los pañales a su sobrino. En este baño me metí una raya con tropezones. Luego salí, con el rastro en la nariz y me la encontré hablando con una compañera de trabajo. Todo iba mal, la coca nos puso tristones, mis dos tarjetas me dijeron que sé acabó, que ya no me daban más dinero. Nos fuimos a la proyección de unos cortos de unos amigos de una amiga en un bar de Malasaña. Me explicó que no quería follar conmigo esa noche, le dije que no importaba, sólo dormiríamos. Me repitió que no quería follar conmigo, que ya me conocía, que iba a insistir, y le contesté que con una vez que me lo dijera era suficiente. Para aliviar el mal rollo, le solté la frase definitiva: "no te preocupes, ya me darás hora para follar". A las dos sacó mis cosas a la puerta de su casa. "Mañana te llamo". Hasta hoy, ya lo expliqué más abajo.
Ahora no hay coca. Sólo vino. Unos sesenta, de los que pruebo diez o doce. Dos horas después sigo pedo. Llamo a Cris. Ayer estaba tomándose una caña con su ex amante y tuvimos mal rollo, porque dice que no me estoy esforzando en ir a verla. Hoy tiene una buena noticia para mí. Ha cambiado su guardia para que pasemos el viernes juntos. Tengo una mala noticia para ella, llego a Barcelona el viernes por la noche o el sábado por la mañana. Me dice que no me estoy esforzando. Puede que tenga razón. Pero es que siento angustia si me escaqueo tanto del trabajo. Bronca.
No quiero broncas. Mando un mensaje a Ana la Multiorgásmica. "Tengo la tarde libre, ¿quedamos?". Pienso que debería coger los condones. Mientras hablo con Ana –"es tarde" "no importa, tengo la tarde libre y la noche libre"–, oigo otra llamada. Debe de ser Cris. La telefonéo. No quiere discutir, se disculpa, ella no es así. Siento que la quiero otra vez. Ahora me apetece más ir. Se lo digo. No cojo los condones. Sólo será una charla de amigos. Me estoy durmiendo, así que me tomo una efedra.
Ana me cuenta que se ha enterado de que su ex era gay. Dice que vive en un culebrón. Le doy un abrazo y me empalmo notablemente. Otra cocacola. Discutimos. Los dos queremos tener la razón. Yo creo que no estamos incompletos sin pareja, eso es una invención social. Ella dice que porque yo lo diga, que se pensaba que yo era de otra manera, que soy un simple y no tengo sentimientos. Nos besamos, nos acariciamos, nos metemos mano. Su pantalón está empapado. Le pregunto si quiere tomar la última cocacola en mi terraza. Dice que nonono. Que fíjate lo que he entendido cuando me has dicho eso. "¿Cómo puedes creer que te estaba proponiendo eso?", contesto. Sonrío. En la calle se frota contra mí, se agarra con la pierna a mi cintura. Nos apoyamos en una columna. Le meto la mano debajo del pantalón, debajo de las bragas. He descubierto hace poco que en esos casos estimular el clítoris no es lo único, también se puede profundizar. Meto un dedo. Me desabrocha el pantalón y me acaricia. Quiere que la folle allí mismo. Me pregunta si he traído condones. "No". "Mejor". Digo que vayamos a casa. Dice que si se lo piensa un minuto dirá que no. Estamos en una calle medianamente transitada. Busco un taxi con la mirada. Pienso en llegar hasta el taxi sin sacarla el dedo para que no diga que no. Pasan motos, coches, madrileños hablando por el móvil, gente que posiblemente no vimos, pasan autobuses y el camión de la basura. Canta la rana debajo del agua, pasa un caballero con capa y sombrero, pasa una señora con bata de cola, pasa un capitán... Mientras nos masturbamos contra una columna, pasa medio Madrid, pero ni un taxi con la lucecita verde. Me rindo. Me abrocha. La dejo en un taxi de los que van en dirección contraria. Hacia su casa. "Mañana me hubiera sentido mal", me dice. "Mañana te hubieras sentido de coña", puntualizó. "No podemos vernos porque siempre nos pasa lo mismo. Pero en cuanto esté mejor me presentó un día en tu casa, si es que entonces quieres verme". "Seguro que sí". Y se sube al taxi.
Sólo había cien metros hasta mi casa. Por el camino me acerco el dedo a la nariz. He cogido frío y la tengo taponada. El olor ha desaparecido. Es como si nunca hubiera existido. Gracias a esa ausencia, como metáfora de lo fugaz que ha sido lo que ha pasado, consigo no sentirme culpable, a pesar de que soy un asco. Son las dos. Mañana volveré a levantarme a las 11.
miércoles, 5 de junio de 2002
Anoche me crucé con la camioneta que recoge cartones por la calle. Ya no son gitanos, si no moros. Mientras pensaba en cómo han cambiado las cosas pasaron junto a mí dos tipos con pinta de eslavos que le dieron un empujón, porque sí, a unos soportes de esos que se utilizan para transportar cajas.
Me pregunto cuándo empezará el odio de verdad contra los inmigrantes, cuando habremos oído todos y cada uno la historia de una tía o una vecina a la que han atracado, violado, agredido.
Creo que deberían dejar que entraran todos. No somos mejores, ni tenemos más derechos por haber nacido más al norte o al otro lado del charco. Si ellos se están muriendo de hambre, no veo porque no deberíamos sufrir nosotros las consecuencias de que se metan aquí de diez mil en diez mil. A joderse. Llegará, todo llegará. A ver por dónde revienta esto.
Me pregunto cuándo empezará el odio de verdad contra los inmigrantes, cuando habremos oído todos y cada uno la historia de una tía o una vecina a la que han atracado, violado, agredido.
Creo que deberían dejar que entraran todos. No somos mejores, ni tenemos más derechos por haber nacido más al norte o al otro lado del charco. Si ellos se están muriendo de hambre, no veo porque no deberíamos sufrir nosotros las consecuencias de que se metan aquí de diez mil en diez mil. A joderse. Llegará, todo llegará. A ver por dónde revienta esto.
lunes, 3 de junio de 2002
El amor me ha tenido alejado de blogger. Para los escépticos y los envidiosos, sólo decir que cuando Cris llegó el jueves a Madrid y nos fuimos derechitos a la cama no tuvo treintaytantos multiorgásmos ni trece sencillos. Sólo uno. Pero lloró. Lloró, lloró, lloró, después de insistir mucho en que se moría (me muero, me muero, me muero....) El resto del tiempo fue más o menos así de bonito.
El viernes nos encontramos con Carmen en un bar de kebaps. No es casualidad, es mala hostia (con perdón y con hache). Justo acababa de contarle a Cris el juego que nos habíamos traído esta chica y yo en los últimos meses. Cris llevaba mi reconocible colgante. Así que se inició lo que a mi me pareció una sutil pelea de gatas ("¿eres francesa?", "no, es que no pronuncio la egue"). Estaba muy cansado o debo de andar perdiendo el sentido del humor por las esquinas, porque lo que me dio la escena fueron escalofríos, y opté por pirarme para no acabar estrábico de tanto oscilar entre la carita de cielo de mi Cris y el tetamen vociferante de Carmen ladelacamisetadetirantes. No sé si fui bueno o estaba frito, pero dejé a la primera en el correcto camino hacia su casa y no volví en busca de la segunda.
El sábado, tras una pequeña escena alcohólica ("eres malo, eres malo conmigo, me llamas zorrita y yo no soy tu zorrita..."), Cris se fue al baño y me descubrió echando unos centimillos a una tragaeuros justo antes de que me pusiera a peinar el bar buscando pastis. Mi faceta de ludópata en rehabilitación y de yonki en proceso golpeó con fiereza las puertas de su corazón, y me besó y me mordió hasta que me puso el labio rojo. Al parecer sois así ("eres turbio, eres oscuro, sacas lo peor de mí, te quiero..."). Yo no digo nada.
Nos comimos las pastis y estuvo unas cinco horas hablando sin parar. A mí me parecía bien, pero cuando estábamos en la cama seguía igual, diciendo todo lo que se le venía a la cabeza (guarradas, historietas, frases de cariño...) y moviéndose como una lagartija. Sutilmente, le tapaba la boca con la mano de vez en cuando. Como Cris es lista y entiende las indirectas, dejaba de hablar durante casi treinta segundos para volver a la carga. El sexo con sustancias raritas funciona bien al principio, vuelas un poco, pero luego falla todo, que lo sepais. Aunque si hay amor no importa.
Y yo que llevaba dos meses desintoxicándome... Ya el fin de semana pasado me tomé una. Precisamente con las amigas de Cris. Una de ellas, Sandra, me contaba que después de dejarlo con su novio estaba bloqueada. Yo, como el tipo sensible y comprensivo que soy, me ofrecí en repetidas ocasiones para desbloquearla, además de contarle con detalles cinematográficos mis historietas con las cubanas y describirle minuciosamente el tamaño de mi miembro. Impresentable, lo sé. Más teniendo en cuenta que debe de haber 3.500 millones de mujeres en el mundo a las que aburrir o intrigar con estos relatos. Y elegí precisamente a las amigas de Cris. Estoy tontísimo. Además, que, tras sesenta días de abstinencia, la pasti me la tomé tres días antes de que en mi empresa hicieran el reconocimiento médico anual, que incluye análisis de sangre y orina. Una bonita ceremonia médica que, logicamente, me tuve que perder, con gran dolor de mi corazón..
"Mi corazón, paloma desatada". Echo de menos a Cris. Se fue ayer, me puse a llorar y le dije que si estuviera aquí, viviría con ella. Y eso que a mi ex, después de siete años le seguía contestando que ni de coña. También hay que tener en cuenta la depre dominguera y post pasti y lo difícil que es encontrar vivienda para uno solo aquí en Madrid. Pero en general era sincero. Hoy la estoy extrañando más de lo que nunca hubiera creído. En que lío me he metido. Qué tonto soy.
El viernes nos encontramos con Carmen en un bar de kebaps. No es casualidad, es mala hostia (con perdón y con hache). Justo acababa de contarle a Cris el juego que nos habíamos traído esta chica y yo en los últimos meses. Cris llevaba mi reconocible colgante. Así que se inició lo que a mi me pareció una sutil pelea de gatas ("¿eres francesa?", "no, es que no pronuncio la egue"). Estaba muy cansado o debo de andar perdiendo el sentido del humor por las esquinas, porque lo que me dio la escena fueron escalofríos, y opté por pirarme para no acabar estrábico de tanto oscilar entre la carita de cielo de mi Cris y el tetamen vociferante de Carmen ladelacamisetadetirantes. No sé si fui bueno o estaba frito, pero dejé a la primera en el correcto camino hacia su casa y no volví en busca de la segunda.
El sábado, tras una pequeña escena alcohólica ("eres malo, eres malo conmigo, me llamas zorrita y yo no soy tu zorrita..."), Cris se fue al baño y me descubrió echando unos centimillos a una tragaeuros justo antes de que me pusiera a peinar el bar buscando pastis. Mi faceta de ludópata en rehabilitación y de yonki en proceso golpeó con fiereza las puertas de su corazón, y me besó y me mordió hasta que me puso el labio rojo. Al parecer sois así ("eres turbio, eres oscuro, sacas lo peor de mí, te quiero..."). Yo no digo nada.
Nos comimos las pastis y estuvo unas cinco horas hablando sin parar. A mí me parecía bien, pero cuando estábamos en la cama seguía igual, diciendo todo lo que se le venía a la cabeza (guarradas, historietas, frases de cariño...) y moviéndose como una lagartija. Sutilmente, le tapaba la boca con la mano de vez en cuando. Como Cris es lista y entiende las indirectas, dejaba de hablar durante casi treinta segundos para volver a la carga. El sexo con sustancias raritas funciona bien al principio, vuelas un poco, pero luego falla todo, que lo sepais. Aunque si hay amor no importa.
Y yo que llevaba dos meses desintoxicándome... Ya el fin de semana pasado me tomé una. Precisamente con las amigas de Cris. Una de ellas, Sandra, me contaba que después de dejarlo con su novio estaba bloqueada. Yo, como el tipo sensible y comprensivo que soy, me ofrecí en repetidas ocasiones para desbloquearla, además de contarle con detalles cinematográficos mis historietas con las cubanas y describirle minuciosamente el tamaño de mi miembro. Impresentable, lo sé. Más teniendo en cuenta que debe de haber 3.500 millones de mujeres en el mundo a las que aburrir o intrigar con estos relatos. Y elegí precisamente a las amigas de Cris. Estoy tontísimo. Además, que, tras sesenta días de abstinencia, la pasti me la tomé tres días antes de que en mi empresa hicieran el reconocimiento médico anual, que incluye análisis de sangre y orina. Una bonita ceremonia médica que, logicamente, me tuve que perder, con gran dolor de mi corazón..
"Mi corazón, paloma desatada". Echo de menos a Cris. Se fue ayer, me puse a llorar y le dije que si estuviera aquí, viviría con ella. Y eso que a mi ex, después de siete años le seguía contestando que ni de coña. También hay que tener en cuenta la depre dominguera y post pasti y lo difícil que es encontrar vivienda para uno solo aquí en Madrid. Pero en general era sincero. Hoy la estoy extrañando más de lo que nunca hubiera creído. En que lío me he metido. Qué tonto soy.
Gran conversación de la humanidad (a la manera de eva):
–Me duele la tripa.
–Oye, pues a ver si va a ser que el redbull está caducado.
–Mmm... "Consumir preferentemente antes de: (ver la base)". ¡Mierda, he visto la base antes de bebérmelo!
–Me duele la tripa.
–Oye, pues a ver si va a ser que el redbull está caducado.
–Mmm... "Consumir preferentemente antes de: (ver la base)". ¡Mierda, he visto la base antes de bebérmelo!
miércoles, 29 de mayo de 2002
César se pegó un tiro ayer.
Al parecer ha salido en todas partes, yo sólo tengo aquí la crónica del ABC, con su apellido mal escrito. Primero disparó a su socio, en un estanco de Vallecas. Luego, se voló la cabeza en su coche adaptado. Hace dos años que no le veía. Lo último que recuerdo son sus viajes a La Habana. Nos enseñaba las fotos de sus novias, nos explicaba el negocio de importación de tortugas que quería montar. Le recuerdo arrancando la barandilla de la escalera del palacio que expropiaron a su padre, él desde arriba y yo desde abajo. Le recuerdo, ese mismo día, talando el tejo con el que pensaba hacer un arco ("la madera de tejo es la mejor para los arcos"). Recuerdo la gracia que le hacían siempre mis cosas, como la vez que estuve una semana en Barcelona con mil pesetas. "Eres un genio", y casi lloraba de la risa. Como mi teoría sobre las chicas malas, que eran las que estaban pálidas en septiembre porque habían suspendido y llevaban todo el verano estudiando. Me lo recordaba cada vez que nos veíamos. Le recuerdo cogiéndome cariño enseguida, bebiendo en las fiestas de los pueblos, conduciendo borracho, diciendo groserías a todas nuestras amigas. Le recuerdo contando sus años de la movida madrileña, señalando su calva y explicándome que entonces tenía tupé e iba al Rockola.
Todavía oigo la voz abatida de su prima y me imagino cómo debe de estar Jorge.
Pregunté algunas veces por él, por su ausencia, dicen que se arruinó en sus viajes a Cuba.
Cuando estuve allí, me acordé de César, y pensé que yo habría hecho lo mismo. Gastármelo todo en el paraiso. El paraiso. Eso debía de ser La Habana para él, con su impertinente cojera, su risa estrafalaria y su irremediable calva.
Qué se yo por qué. Le voy a echar de menos. Me siento solo.
Al parecer ha salido en todas partes, yo sólo tengo aquí la crónica del ABC, con su apellido mal escrito. Primero disparó a su socio, en un estanco de Vallecas. Luego, se voló la cabeza en su coche adaptado. Hace dos años que no le veía. Lo último que recuerdo son sus viajes a La Habana. Nos enseñaba las fotos de sus novias, nos explicaba el negocio de importación de tortugas que quería montar. Le recuerdo arrancando la barandilla de la escalera del palacio que expropiaron a su padre, él desde arriba y yo desde abajo. Le recuerdo, ese mismo día, talando el tejo con el que pensaba hacer un arco ("la madera de tejo es la mejor para los arcos"). Recuerdo la gracia que le hacían siempre mis cosas, como la vez que estuve una semana en Barcelona con mil pesetas. "Eres un genio", y casi lloraba de la risa. Como mi teoría sobre las chicas malas, que eran las que estaban pálidas en septiembre porque habían suspendido y llevaban todo el verano estudiando. Me lo recordaba cada vez que nos veíamos. Le recuerdo cogiéndome cariño enseguida, bebiendo en las fiestas de los pueblos, conduciendo borracho, diciendo groserías a todas nuestras amigas. Le recuerdo contando sus años de la movida madrileña, señalando su calva y explicándome que entonces tenía tupé e iba al Rockola.
Todavía oigo la voz abatida de su prima y me imagino cómo debe de estar Jorge.
Pregunté algunas veces por él, por su ausencia, dicen que se arruinó en sus viajes a Cuba.
Cuando estuve allí, me acordé de César, y pensé que yo habría hecho lo mismo. Gastármelo todo en el paraiso. El paraiso. Eso debía de ser La Habana para él, con su impertinente cojera, su risa estrafalaria y su irremediable calva.
Qué se yo por qué. Le voy a echar de menos. Me siento solo.
lunes, 27 de mayo de 2002
Supongo que le he pedido un poco de todo a este aleph: trabajo, el 300 de Frank Miller gratis, algo de sexo nocturno en un chat sadomaso, amiguetes a los que poder frecuentar en la vida real (eso no lo he conseguido, mira), alguna historia de amor que no salió de la pantalla, piropos, entradas gratis para el cine...
Pero nunca con esta jeta y tan abusonamente. Ya puestos:
-conocer a la niña en mi próximo viaje o cuando ella venga para acá. Y a otra gente interesante que circula por aquí.
-enterarme algún día de quién es la hormiga remolona, la cigarra petarda y toda esa familia (o sea que me lo expliquen despacito como si fuera un poco bruto, que es que si no...
-que Ana (dejémoslo en Ana. Punto) me escriba un par de líneas en los comentarios
-que alguien me invite a una fiesta
-...y sobre todo: que los que pasais por aquí me colgueis el título y el autor (si os lo sabeis) de algunos libros buenos de viajes o de literatura en los que se relate un viaje o se describa una ciudad.
Los colaboradores teneis pagada una caña (real)
Pero nunca con esta jeta y tan abusonamente. Ya puestos:
-conocer a la niña en mi próximo viaje o cuando ella venga para acá. Y a otra gente interesante que circula por aquí.
-enterarme algún día de quién es la hormiga remolona, la cigarra petarda y toda esa familia (o sea que me lo expliquen despacito como si fuera un poco bruto, que es que si no...
-que Ana (dejémoslo en Ana. Punto) me escriba un par de líneas en los comentarios
-que alguien me invite a una fiesta
-...y sobre todo: que los que pasais por aquí me colgueis el título y el autor (si os lo sabeis) de algunos libros buenos de viajes o de literatura en los que se relate un viaje o se describa una ciudad.
Los colaboradores teneis pagada una caña (real)
viernes, 24 de mayo de 2002
A la manera de pezpalo, pero sin literatura:
Chakira me dijo que la boca era su parte más fea. "Qué va. En España triunfarías con esa boca". "¿Haciendo qué?". Y reímos hasta llorar.
Ana la Cocainómana me dio un beso y me susurró: "mañana te llamo". No se volvió a poner al teléfono.
Pascale, la guía turística, me enseñaba un típico bar inglés. "Ven. Aquí al fondo hay un cuarto muy importante. Aquí se sienta la gente y bebe y habla". Miré a mi alrededor. Cinco mesas y unas pocas sillas en una habitación en penumbra. La cogí de la mano y la besé por primera vez.
"¿Te acuerdas de los versos de ayer?". "No, pero me gustaron mucho", dijo Cris. "Date por muerta, amor –le susurré–. Es un atraco. Tus labios o la vida". Y casi nos damos un cabezazo cuando me acerqué a besarla.
Invité a a Ana la Multiorgásmica a cenar. Nunca nos habíamos visto. Salí al pasillo a a recibirla. No dijo ni hola. Nos besamos. "Supongo que tú eres XX". "No, soy su compañero de piso, él dice que ahora sale". Reimos. La enseñé el piso. Llegamos a mi habitación. "¿Y si nos saltamos la cena?", le pregunté.
"¿Y si me voy a dormir a tu casa?", le sugerí a Ana la Cocainómana cuando ya se iba. "Bien". "Pero en tu cama". "Vale". "Pero contigo dentro". "Sí". Y me metí en el taxi.
Elizabeth dijo que era virgen, que nunca le había pasado esto, que se había enamorado de mí y que quería que nos casaramos. Me metió las manos en los bolsillos y se las saqué despacito, asegurándome de que no había encontrado los dólares. Le contesté que estaba tan loco que, si me cambiaba el rollo y me contaba por qué quería salir de Cuba, me casaba con ella al día siguiente y la dejaba en Madrid para que se buscase la vida. Se lo pensó un segundo, se puso a llorar y repitió que era virgen y que se había enamorado de mí. Me despedí.
El fotógrafo le explicó a Gina que yo le había contado que usaba condones XL. "Es un ssorro", contestó con ese acento tan dulce.
Ana la Buena (¿la Buena? nombre provisional) negó tres veces que leyera este diario. Miente tan mal que hasta yo se lo noté. Dos minutos después me llegó su mensaje al móvil. "Lo leo, y estoy enganchadísima".
"Estoy pensando en irme a ese viaje ¿Qué te parece?". "Para lo tuyo, bien, para lo nuestro, de culo". Un escalofrío. "Voy a tener que volver con mi amante italiano", añadió. En cuanto colgué, anulé lo de Murcia.
El gordo cabrón, con el Audi que yo acababa de rayar y con su casa en la playa, había llamado para asegurarse de que no pudieramos tener siquiera la conversación de despedida. Yo, el escritor en paro, escuchaba de pie junto a ella, la treintañera que quería casarse. Lloraba. "No, por favor, te quiero a ti, y quiero que él se vaya ahora mismo de mi casa", escuchaba al otro lado del teléfono el tipo al que le había presentado a mi novia dos semanas antes. "Vete", me decía, después de casi ocho años juntos.
Trabaja en la competencia. Coincidimos en dos o tres presentaciones y le di mi teléfono. "Estoy borracha, en la habitación del hotel, con una cama tan grande... Qué pena que no estés aquí, me quedaría todo el fin de semana". Sentado frente al mar de Altea, veía el atardecer mientras el móvil me avisaba de que la batería sólo daba para dos o tres incoveniencias más
La explosiva Carmen retomó por tercera vez el tema de lo mucho que le gustaba Operación Triunfo. Se acabó, pensé, y le hice un análisis semiológico de La noche del cazador, la película que vi mientras trece millones de españoles seguían el clímax vital de una chica de Granada. A los veinte minutos se le hizo tarde. "¿Quieres que te acompañe a casa?". "No, no te molestes". "¿Qué has hecho?", preguntaba mi amigo el pajas, "si la tenías a punto". "Hay momentos en los que hay que portarse como un hombre. Estoy muy orgulloso de mí mismo". "Y no podías haber dejado la dignidad para el lunes". Lo pensé dos minutos y empecé a hacer pucheros.
Le regalé una rosa a Henar. Sentados en el cesped de la Iglesia me explicaba que siempre había estado enamorada de mí, que en el interior de los sobres que me mandaba escribía en pequeño "TQ". Se acercó y me metió la lengua hasta el fondo. Me aparté y le expliqué que no quería hacerle eso a mi novia. "Pero si hace diez minutos estabas intentando enrollarte con mi amiga". "¿Yo?". Hubo un silencio incómodo. "¿Me invitas a un bocata de lomo?", dije. Se levantó furiosa y se fue hacia su casa, creo que me llamó gilipollas o anormal. "¡Que mañana te lo devuelvo!", le grité.
Chakira me dijo que la boca era su parte más fea. "Qué va. En España triunfarías con esa boca". "¿Haciendo qué?". Y reímos hasta llorar.
Ana la Cocainómana me dio un beso y me susurró: "mañana te llamo". No se volvió a poner al teléfono.
Pascale, la guía turística, me enseñaba un típico bar inglés. "Ven. Aquí al fondo hay un cuarto muy importante. Aquí se sienta la gente y bebe y habla". Miré a mi alrededor. Cinco mesas y unas pocas sillas en una habitación en penumbra. La cogí de la mano y la besé por primera vez.
"¿Te acuerdas de los versos de ayer?". "No, pero me gustaron mucho", dijo Cris. "Date por muerta, amor –le susurré–. Es un atraco. Tus labios o la vida". Y casi nos damos un cabezazo cuando me acerqué a besarla.
Invité a a Ana la Multiorgásmica a cenar. Nunca nos habíamos visto. Salí al pasillo a a recibirla. No dijo ni hola. Nos besamos. "Supongo que tú eres XX". "No, soy su compañero de piso, él dice que ahora sale". Reimos. La enseñé el piso. Llegamos a mi habitación. "¿Y si nos saltamos la cena?", le pregunté.
"¿Y si me voy a dormir a tu casa?", le sugerí a Ana la Cocainómana cuando ya se iba. "Bien". "Pero en tu cama". "Vale". "Pero contigo dentro". "Sí". Y me metí en el taxi.
Elizabeth dijo que era virgen, que nunca le había pasado esto, que se había enamorado de mí y que quería que nos casaramos. Me metió las manos en los bolsillos y se las saqué despacito, asegurándome de que no había encontrado los dólares. Le contesté que estaba tan loco que, si me cambiaba el rollo y me contaba por qué quería salir de Cuba, me casaba con ella al día siguiente y la dejaba en Madrid para que se buscase la vida. Se lo pensó un segundo, se puso a llorar y repitió que era virgen y que se había enamorado de mí. Me despedí.
El fotógrafo le explicó a Gina que yo le había contado que usaba condones XL. "Es un ssorro", contestó con ese acento tan dulce.
Ana la Buena (¿la Buena? nombre provisional) negó tres veces que leyera este diario. Miente tan mal que hasta yo se lo noté. Dos minutos después me llegó su mensaje al móvil. "Lo leo, y estoy enganchadísima".
"Estoy pensando en irme a ese viaje ¿Qué te parece?". "Para lo tuyo, bien, para lo nuestro, de culo". Un escalofrío. "Voy a tener que volver con mi amante italiano", añadió. En cuanto colgué, anulé lo de Murcia.
El gordo cabrón, con el Audi que yo acababa de rayar y con su casa en la playa, había llamado para asegurarse de que no pudieramos tener siquiera la conversación de despedida. Yo, el escritor en paro, escuchaba de pie junto a ella, la treintañera que quería casarse. Lloraba. "No, por favor, te quiero a ti, y quiero que él se vaya ahora mismo de mi casa", escuchaba al otro lado del teléfono el tipo al que le había presentado a mi novia dos semanas antes. "Vete", me decía, después de casi ocho años juntos.
Trabaja en la competencia. Coincidimos en dos o tres presentaciones y le di mi teléfono. "Estoy borracha, en la habitación del hotel, con una cama tan grande... Qué pena que no estés aquí, me quedaría todo el fin de semana". Sentado frente al mar de Altea, veía el atardecer mientras el móvil me avisaba de que la batería sólo daba para dos o tres incoveniencias más
La explosiva Carmen retomó por tercera vez el tema de lo mucho que le gustaba Operación Triunfo. Se acabó, pensé, y le hice un análisis semiológico de La noche del cazador, la película que vi mientras trece millones de españoles seguían el clímax vital de una chica de Granada. A los veinte minutos se le hizo tarde. "¿Quieres que te acompañe a casa?". "No, no te molestes". "¿Qué has hecho?", preguntaba mi amigo el pajas, "si la tenías a punto". "Hay momentos en los que hay que portarse como un hombre. Estoy muy orgulloso de mí mismo". "Y no podías haber dejado la dignidad para el lunes". Lo pensé dos minutos y empecé a hacer pucheros.
Le regalé una rosa a Henar. Sentados en el cesped de la Iglesia me explicaba que siempre había estado enamorada de mí, que en el interior de los sobres que me mandaba escribía en pequeño "TQ". Se acercó y me metió la lengua hasta el fondo. Me aparté y le expliqué que no quería hacerle eso a mi novia. "Pero si hace diez minutos estabas intentando enrollarte con mi amiga". "¿Yo?". Hubo un silencio incómodo. "¿Me invitas a un bocata de lomo?", dije. Se levantó furiosa y se fue hacia su casa, creo que me llamó gilipollas o anormal. "¡Que mañana te lo devuelvo!", le grité.
jueves, 23 de mayo de 2002
Vengo de una comida y aún estoy un poco pedo. Ya se me va pasando, pero casi me va a dar igual, porque dentro de quince minutos tengo una presentación y luego una cena o una fiesta o algo así. Como decía la monja que le daba capones a mi amiga Adela: "from lost to the river".
En el casino (hoy no ha habido tortilla ni Ferrán Adriá, gracias a Odín, porque llevaba el mismo traje de siempre). A mi lado se ha sentado un tipo que tenía todas las soluciones para la situación del periodismo mundial: Que nos colegiemos ¡¡¡¡¡bieeeeeeeeen!!!! más control, porfa, más, ¡¡más!! ¡¡¡¡¡¡¡MAAAS!!!!!!! Para mantenerme el empalme que me producen estas soluciones definitivas tan ssstupendas, a mi izquierda estaba un engominao del ayuntamiento de Madrí. Me he estado preguntando lo mismo toda la comida. Hasta que al quinto vinito del priorato él mismo me ha ofrecido la solución: "¿Ves ese de ahí? Es mi amigo XX (diría nombres, pero es que ni zorra). Bueno, ahora es mi jefe, el presidente de nosequé del ayuntamiento, pero es mi amigo. Fuimos juntos al colegio". Joer, cómo está el pepé.
El vino dulce con sabor a fresa es exxxxcelente.
Me dicen por aquí (eva y dany, www.ayquevomito.com, que no se atreven a masacrarme a mí, snif) que no se creen lo de claudia-p. Ayer mismo, después de colgar el post estuve hasta las mil (en el trabajo, que ya es afición) leyéndome lo que escribe la pobre chica, analizando para ver si era verosímil o no. Sé que soy demasiado crédulo (que se lo pregunten a mi ex la peluquera o a todos los cubanos que consiguieron que llegase al aeropuerto con dos dólares y unos pocos centavos, gracias compadres, con lo que pesa el dinero), pero no encontré indicios de que fuera falso. La chica escribe mal, así que no me creo que sea un experimento literario. Tampoco tiene donde contestarla, así que sería una tomadura de pelo de la que no conocería los efectos. Y además no se hace publicidad en ningún lado. Hombre, lo más increíble es que alargase tanto la intriga de la carta de su padre. Y en general, lo que le pasa, pero es que la vida es así, no me parece tan raro. Sólo que otros no lo escriben en un blog. ¿Os creisteis lo de Anna Frank? Porque eso sí que era tremendo. Resumen: que si alguien quiere tomarnos el pelo es un tipo muy constante, muy paciente (ha ido dosificando demasiado las desgracias) y lo hace por pura afición. Además, añade dosis de verosimilitud muy literarias, de auténtico maestro: cuando claudia cuenta la gente que sonríe por la calle, cuando habla de sus sueños o de lo que le pregunta la gente de su pueblo... ¿Ese blogger sabe hacer todo eso y redacta regular? ¿o finge un estilo torpe? ¿Tan bueno es?
Que me lo creo. Que eso le está pasando a una chiquilla a la que me gustaría darle un abrazo y explicarle algunas cosas, por si le sirvieran de algo.
Y en cuanto a mí. ¿Qué tiene mi vida de particular? Vale, viajo. Y mis amigos me odian por eso, y Cris tarde o temprano dejará de entenderlo (esto se llama captatio benevolentia, para quien no haya estudiado retórica). Pero sexo muy de vez en cuando y pastis a menudo (señores: casi dos meses sin probarlas ¡¡¡¡¡¡¡!!!!!! soy un fiera) no convierten mi vida en algo interesante. Así que, a no ser que seais aficionados a los tríos, poco hubiera podido hacer para sacaros del pozo de la crema de cacao y el jesusvazquez.
Pero besos.
En el casino (hoy no ha habido tortilla ni Ferrán Adriá, gracias a Odín, porque llevaba el mismo traje de siempre). A mi lado se ha sentado un tipo que tenía todas las soluciones para la situación del periodismo mundial: Que nos colegiemos ¡¡¡¡¡bieeeeeeeeen!!!! más control, porfa, más, ¡¡más!! ¡¡¡¡¡¡¡MAAAS!!!!!!! Para mantenerme el empalme que me producen estas soluciones definitivas tan ssstupendas, a mi izquierda estaba un engominao del ayuntamiento de Madrí. Me he estado preguntando lo mismo toda la comida. Hasta que al quinto vinito del priorato él mismo me ha ofrecido la solución: "¿Ves ese de ahí? Es mi amigo XX (diría nombres, pero es que ni zorra). Bueno, ahora es mi jefe, el presidente de nosequé del ayuntamiento, pero es mi amigo. Fuimos juntos al colegio". Joer, cómo está el pepé.
El vino dulce con sabor a fresa es exxxxcelente.
Me dicen por aquí (eva y dany, www.ayquevomito.com, que no se atreven a masacrarme a mí, snif) que no se creen lo de claudia-p. Ayer mismo, después de colgar el post estuve hasta las mil (en el trabajo, que ya es afición) leyéndome lo que escribe la pobre chica, analizando para ver si era verosímil o no. Sé que soy demasiado crédulo (que se lo pregunten a mi ex la peluquera o a todos los cubanos que consiguieron que llegase al aeropuerto con dos dólares y unos pocos centavos, gracias compadres, con lo que pesa el dinero), pero no encontré indicios de que fuera falso. La chica escribe mal, así que no me creo que sea un experimento literario. Tampoco tiene donde contestarla, así que sería una tomadura de pelo de la que no conocería los efectos. Y además no se hace publicidad en ningún lado. Hombre, lo más increíble es que alargase tanto la intriga de la carta de su padre. Y en general, lo que le pasa, pero es que la vida es así, no me parece tan raro. Sólo que otros no lo escriben en un blog. ¿Os creisteis lo de Anna Frank? Porque eso sí que era tremendo. Resumen: que si alguien quiere tomarnos el pelo es un tipo muy constante, muy paciente (ha ido dosificando demasiado las desgracias) y lo hace por pura afición. Además, añade dosis de verosimilitud muy literarias, de auténtico maestro: cuando claudia cuenta la gente que sonríe por la calle, cuando habla de sus sueños o de lo que le pregunta la gente de su pueblo... ¿Ese blogger sabe hacer todo eso y redacta regular? ¿o finge un estilo torpe? ¿Tan bueno es?
Que me lo creo. Que eso le está pasando a una chiquilla a la que me gustaría darle un abrazo y explicarle algunas cosas, por si le sirvieran de algo.
Y en cuanto a mí. ¿Qué tiene mi vida de particular? Vale, viajo. Y mis amigos me odian por eso, y Cris tarde o temprano dejará de entenderlo (esto se llama captatio benevolentia, para quien no haya estudiado retórica). Pero sexo muy de vez en cuando y pastis a menudo (señores: casi dos meses sin probarlas ¡¡¡¡¡¡¡!!!!!! soy un fiera) no convierten mi vida en algo interesante. Así que, a no ser que seais aficionados a los tríos, poco hubiera podido hacer para sacaros del pozo de la crema de cacao y el jesusvazquez.
Pero besos.
miércoles, 22 de mayo de 2002
Tengo muchas cosas que contar sobre Cuba. No quería volverme. Conseguí vivir allí con toda la intensidad que buscaba, aunque sólo fueran cuatro días. Nos metimos en los sitios en los que no había ningún yuma (guiri) y tengo en la cabeza todas esas imágenes, las carreteras; los pueblitos por los que pasábamos oyendo aquella cinta con el cuchibiri y el Ché comandante; la langosta que nos comimos en la playa; toda esa gente que recogíamos haciendo botella (autostop), encantadora, fanática o las dos cosas: mi camino de vuelta a la casa por la mañana, sucio y desastrado, mientras la ciudad amanecía; cuando nos detuvo la policía o cuando me propusieron matrimonio (nos metimos en el baño a comentarlo, "joer, como está Cuba" le dijimos a un tipo que entró, "sí, es un puterío", y nos dio su tarjeta, "soy joyero en los ratos libres, si quereis comprar algo...". Joer, como está Cuba). Hemos aprendido tantas cosas... estuvimos tentados de quedarnos para sobrevivir desplumando a los yumas.
También quería hablaros de cuando vi la trilogía de La guerra de las galaxias con mi ex, la que se casó hace dos semanas. Fue un maratón desde la cama, mientras le explicaba todas las referencias literarias, por qué eran tan brillantes los diálogos, cómo estaba presente la narrativa de aventuras en las situaciones(del western a las historias de carretera)... Paramos sólo para cocinar y para exo que os imaginais y fue una de las cosas que más disfrutamos, justo al final de la relación... Y cómo, porque todo eso es parte de mi vida, me entristece ver El ataque de los clones y comprobar que han hecho otra película de diálogos tópicos, como de teleserie, y situaciones de videojuego, como pensando en la playstation y en los muñequitos que van a vender.
Tampoco quería dejar de contaros cómo me siento de bien cuando hablo con Cris, cómo voy a anular mi próximo viaje para estar con ella un fin de semana, cómo me quiere y me hace volar.
Ya veis, tenía temas profundos, stupendos y frívolos, a elegir.
Pero acabo de leer algo que me ha estremecido. Es una página sincera que me cayó simpática en su momento, antes de empezar a escribir ésta. Luego la perdí la pista, porque nadie tiene un enlace a ella. www.claudia-p.com. No os lo salteis. Leeros el post del 22 de mayo. Yo todavía tengo la piel de gallina.
También quería hablaros de cuando vi la trilogía de La guerra de las galaxias con mi ex, la que se casó hace dos semanas. Fue un maratón desde la cama, mientras le explicaba todas las referencias literarias, por qué eran tan brillantes los diálogos, cómo estaba presente la narrativa de aventuras en las situaciones(del western a las historias de carretera)... Paramos sólo para cocinar y para exo que os imaginais y fue una de las cosas que más disfrutamos, justo al final de la relación... Y cómo, porque todo eso es parte de mi vida, me entristece ver El ataque de los clones y comprobar que han hecho otra película de diálogos tópicos, como de teleserie, y situaciones de videojuego, como pensando en la playstation y en los muñequitos que van a vender.
Tampoco quería dejar de contaros cómo me siento de bien cuando hablo con Cris, cómo voy a anular mi próximo viaje para estar con ella un fin de semana, cómo me quiere y me hace volar.
Ya veis, tenía temas profundos, stupendos y frívolos, a elegir.
Pero acabo de leer algo que me ha estremecido. Es una página sincera que me cayó simpática en su momento, antes de empezar a escribir ésta. Luego la perdí la pista, porque nadie tiene un enlace a ella. www.claudia-p.com. No os lo salteis. Leeros el post del 22 de mayo. Yo todavía tengo la piel de gallina.
jueves, 16 de mayo de 2002
Estoy en Cuba. He batido un nuevo record, debo de ser el unico espaniol que sale de noche por La Habana, se coge un ciego morrocotudo y termina durmiendo solo. Que le den a esa sistema nocturno podrido. No a las jineteras mientras tenga voluntad para negarme. Al parecer, mi pito ya no manda tanto como solia.
Lo que quiero es olvidarme cuanto antes de esta cara de Cuba que irremediablemente he tenido que ver (tanto si senyor, tanta gente servil, pero no amable, con el buen rollo que me he traido yo) y recorrerme los sitios en los que no te ven como un turista al que sacarle algo, si no como un extranjero del que aprender cosas y que quiere aprender cosas de ti. A partir de maniana empezamos con eso.
Hombre, tampoco me voy a quejar de la vuelta en helicoptero, el paseo a caballo por la playa de aguas verdes, el arecife de coral y todas esas risas. Pero quiero mas.
Sigue lloviendo por alli?
Lo que quiero es olvidarme cuanto antes de esta cara de Cuba que irremediablemente he tenido que ver (tanto si senyor, tanta gente servil, pero no amable, con el buen rollo que me he traido yo) y recorrerme los sitios en los que no te ven como un turista al que sacarle algo, si no como un extranjero del que aprender cosas y que quiere aprender cosas de ti. A partir de maniana empezamos con eso.
Hombre, tampoco me voy a quejar de la vuelta en helicoptero, el paseo a caballo por la playa de aguas verdes, el arecife de coral y todas esas risas. Pero quiero mas.
Sigue lloviendo por alli?
lunes, 13 de mayo de 2002
Estaba buscando las anotaciones que tomé en un pueblo mediterráneo sobre el que tengo que escribir dos páginas y lo UNICO que me encuentro son un par de datos sobre la iglesia y una línea que habla de una cafetería: "Café Tal: camareras guapas y en tanga". La madre que me parió, que no tiene culpa de nada, la pobre, pero que tenía que haberme dado una buena paliza cada diez minutos.
Una mala noche en virgenfuriosilandia.
Una mala noche en virgenfuriosilandia.
Joer, estoy consternado, tengo que escribir veinticinco páginas de aquí a las nueve de la mañana. Creí que las cosas habían cambiado, pero sigo siendo el mismo o uno parecido. En momentos como éste me siento un trapito, como la del anuncio, incluídos los sudores. Si de ésta me echan, me lo habré ganado a pulso.
Un poco de voluntad, un pelín de madurez y responsabilidad y sería la bomba.
Mañana os escribo, aunque sea una línea, para contaros si he conseguido la proeza (francamente, lo de los 13 y los treintaytantos fue mucho más fácil).
Me viene a la mente la frase que más vengo utilizando desde la adolescencia en la que, al parecer, sigo instalado: "la he vuelto a cagar"
Se admiten mensajes de ánimo o de choteo.
Un poco de voluntad, un pelín de madurez y responsabilidad y sería la bomba.
Mañana os escribo, aunque sea una línea, para contaros si he conseguido la proeza (francamente, lo de los 13 y los treintaytantos fue mucho más fácil).
Me viene a la mente la frase que más vengo utilizando desde la adolescencia en la que, al parecer, sigo instalado: "la he vuelto a cagar"
Se admiten mensajes de ánimo o de choteo.
sábado, 11 de mayo de 2002
Ayer hice algunas tonterías, entre otras llegar a casa a las 7,30 de la mañana de hoy y comerme cuatro efedras (¿pa qué?). Hay algunas que no hice. Por ejemplo no me lié con Silvia, la chica de la competencia que vino a buscarme al bar buscando probablemente exo. Pero sí que le dije a Noe cosas que ya no siento. ¿Por qué? Porque estaba pedo. No sé dar otra explicación. Pero como no quería nada de ella lo hice con una desgana absoluta. Claro que cómo va a notar eso si no me conoce. Y aunque me conociera, es tan estúpido declararse sin ganas, que nadie lo pensaría. Además, ayer estaba machacado y soso, aburridísimo por una vez. Apenas hablé y seguro que no dije nada interesante ni divertido. Sí, creo que lo de Noe lo hice porque me estaba aburriendo, para animar la noche. Y eso no es que diga tampoco nada a mi favor.
Lo increible es que una chica a la que le cuentas que te gustaba (en pasado) y te dice que le caes bien, que eres interesante (otra vez, ese calificativo me perseguirá toda la vida), que escribes bien, que escuchas y hablas lo justo para decir cosas inteligentes (lo que pasa es que ella y su amiga la gallega no me dejan hablar las jodías, que no callan) y etc..., pero que no hay exo que tiene que haber, y tú se lo devuelves y le dices que es inteligente y divertida, que, como yo, sólo tiene dudas, está un poco perdida, cero certezas (esto último también eran piropos, es que hay que entenderlos) y que ya debo de estar madurando porque el físico no me preocupa tanto en una chica como otras cosas... bueno, pues como decía, lo increible es que pare la conversación en ese momento para preguntar: "pero mi físico también está bien ¿no?". "¿Qué quieres, que te regale el oído?" –calla y otorga– "Pues sí, me gusta" "eso no quiere decir que le guste a todo el mundo –dice ella, dando a entender que sí que cree que le gusta a todo el mundo, o que como está hablando con un supuesto admirador quiere creerlo por un minuto– hay cierto tipo de gente a la que no...", "claro, pero eso nos pasa a todos, y no es que sea un tipo de gente, cada persona concreta tiene sus gustos particulares". En fin, etc, etc... Les encanta que aparezca algún pardillo que les suba la autoestima al ritmo al que a ellos se les baja.
Pero el problema no es ese. Lo que me tiene super acongojado es ¿por qué hago cosas que no quiero hacer? ¿Por qué soy tan capullo tan a menudo? Ayer, con mi numerito hice una tontería triple: cerré las puertas de algo que no tenía porque estar cerrado, quién sabe cómo será el futuro; trastoqué una buena relación con una medio compi del trabajo (a ver cómo nos hablamos ahora) y, de alguna manera, fui infiel a Cris (empezamos pronto). No sé, le estaba dando vueltas y a lo mejor pretendía lo contrario, ser fiel, cerrar el asunto Noe (se lo dije a ella "no, si esto te lo cuento para quitármelo de encima") con una de las dos opciones: a) con 90% de posibilidades, me dice que no le gusto y ya está, kaput; b) me acuesto con ella y descubro que la que me gusta es Cris –o eso esperaba–.
En fin, un rollo, un lío innecesario y una resaca espantosa. Que alguien me guillotine, por favor.
Para rematar el día, hablo con Cris y llego a dos conclusiones. 1.- que sigue subiendo el nivel de porno de nuestros mensajes al móvil, con minuciosa descripción de masturbaciones y escenas imaginarias de polvos sobre o trabajitos bajo la mesa de mi despacho; 2.-que tenemos dudas y más dudas, que no sabemos lo que va a pasar cuando nos veamos. Creo que este sentimiento es más o menos raro para ella, pero a mí me está recordando a algunas situaciones recientes.
Me explico y quien quiera pensar que soy un fantasma que por favor me haga un comentario que diga "fantasma", pero es que si no cuento aquí estas cosas las termino contando por los bares y quedo fatal.
El caso es que casi todas las chicas con las que he estado se enamoran de mí instantaneamente. La cosa empieza con poesía y sexo casi siempre. Y para citar versos de otros soy un genio, pero es que con lo del sexo soy mejor. Se lo contaba a Cris "es como a quien se le da bien cocinar: tienes unas cualidades innatas y otras adquiridas, cuanto más valgas más te gusta y más prácticas y más te documentas". Después de un polvo de trece orgasmos (de ella, yo cero) "sin sacarla" (expresión horripilante, pero la única válida para entendernos) a la compi se le queda una cara que es un poema. Y si no te dice que te quiere es que es alemana. Además, ultimamente pido que me lo digan ("dímelo o la saco", lo sé, es nefasto, pero es que la mezcla de los rasgos "inseguro" y "malote" tiene estos detalles penosos). Nos queremos, es estupendo, me caliento sólo con oir tu voz al teléfono, mañana repetimos y te corres tú.
Lo siguiente es que desaparecen. Suelen tardar unos días, pero se piran. Lo único que se me ocurre es que algo malo debo de tener, no sé qué, ellas no me explican nada o me cuentan versiones diferentes y poco clarificadoras.
Ahora, con Cris, el esquema se repite, con la diferencia gigantesca de que ella me importa y me gusta mucho (o al menos eso creo, tenemos que conocernos), me apetece que viajemos juntos este verano y no dice que soy "interesante" sino "divertido". El siguiente paso me lo estoy temiendo. Vendrá el fin de semana que tiene que venir y luego que te vaya bonito, ahí te quedas. Y, en cuanto entra en escena el temor la cosa se pone fea, si algo puede salir mal, saldrá mal, ya sabeis.
Para rematarlo le he pedido que tome precauciones en su viaje a Italia, me ha dicho que no hacía falta, que no quería acostarse con nadie y me ha preguntado si yo las iba a tomar en Cuba. En vez de asegurarle lo mismo le he dicho que iba a llevar repelente para mosquitos. Vale, qué gracioso, he conseguido que dude de mí para siempre, como siempre. Y el caso es que no me apetece acostarme con nadie que no sea ella, pero lo de prometer fidelidad lo llevo fatal.
En fin, puñetera resaca, tengo que empezar a trabajar, coño, las 11,30.
Ultimamente he estado muy listo, muy seguro, muy feliz y no veo porque tiene que cambiar todo eso. A ver si tengo diez minutos para pensar y vuelvo al rollito positivo.
¿Cómo era mi grito pastillero?: "¡Malos rollos fuera!". Pues eso.
Si has llegado hasta aquí es que tienes mucho tiempo libre. No creo que este post sea demasiado interesante, pero no tenía más remedio que soltarlo. Dónde mejor que aquí. Gracias por escucharme, paciente.
PD: Me he comprado unas medias lunas para suplir los tigretones. De momento funcionan. Y con las Franciskaner al menos he conseguido un entorno de no-trabajo agradable.
Lo increible es que una chica a la que le cuentas que te gustaba (en pasado) y te dice que le caes bien, que eres interesante (otra vez, ese calificativo me perseguirá toda la vida), que escribes bien, que escuchas y hablas lo justo para decir cosas inteligentes (lo que pasa es que ella y su amiga la gallega no me dejan hablar las jodías, que no callan) y etc..., pero que no hay exo que tiene que haber, y tú se lo devuelves y le dices que es inteligente y divertida, que, como yo, sólo tiene dudas, está un poco perdida, cero certezas (esto último también eran piropos, es que hay que entenderlos) y que ya debo de estar madurando porque el físico no me preocupa tanto en una chica como otras cosas... bueno, pues como decía, lo increible es que pare la conversación en ese momento para preguntar: "pero mi físico también está bien ¿no?". "¿Qué quieres, que te regale el oído?" –calla y otorga– "Pues sí, me gusta" "eso no quiere decir que le guste a todo el mundo –dice ella, dando a entender que sí que cree que le gusta a todo el mundo, o que como está hablando con un supuesto admirador quiere creerlo por un minuto– hay cierto tipo de gente a la que no...", "claro, pero eso nos pasa a todos, y no es que sea un tipo de gente, cada persona concreta tiene sus gustos particulares". En fin, etc, etc... Les encanta que aparezca algún pardillo que les suba la autoestima al ritmo al que a ellos se les baja.
Pero el problema no es ese. Lo que me tiene super acongojado es ¿por qué hago cosas que no quiero hacer? ¿Por qué soy tan capullo tan a menudo? Ayer, con mi numerito hice una tontería triple: cerré las puertas de algo que no tenía porque estar cerrado, quién sabe cómo será el futuro; trastoqué una buena relación con una medio compi del trabajo (a ver cómo nos hablamos ahora) y, de alguna manera, fui infiel a Cris (empezamos pronto). No sé, le estaba dando vueltas y a lo mejor pretendía lo contrario, ser fiel, cerrar el asunto Noe (se lo dije a ella "no, si esto te lo cuento para quitármelo de encima") con una de las dos opciones: a) con 90% de posibilidades, me dice que no le gusto y ya está, kaput; b) me acuesto con ella y descubro que la que me gusta es Cris –o eso esperaba–.
En fin, un rollo, un lío innecesario y una resaca espantosa. Que alguien me guillotine, por favor.
Para rematar el día, hablo con Cris y llego a dos conclusiones. 1.- que sigue subiendo el nivel de porno de nuestros mensajes al móvil, con minuciosa descripción de masturbaciones y escenas imaginarias de polvos sobre o trabajitos bajo la mesa de mi despacho; 2.-que tenemos dudas y más dudas, que no sabemos lo que va a pasar cuando nos veamos. Creo que este sentimiento es más o menos raro para ella, pero a mí me está recordando a algunas situaciones recientes.
Me explico y quien quiera pensar que soy un fantasma que por favor me haga un comentario que diga "fantasma", pero es que si no cuento aquí estas cosas las termino contando por los bares y quedo fatal.
El caso es que casi todas las chicas con las que he estado se enamoran de mí instantaneamente. La cosa empieza con poesía y sexo casi siempre. Y para citar versos de otros soy un genio, pero es que con lo del sexo soy mejor. Se lo contaba a Cris "es como a quien se le da bien cocinar: tienes unas cualidades innatas y otras adquiridas, cuanto más valgas más te gusta y más prácticas y más te documentas". Después de un polvo de trece orgasmos (de ella, yo cero) "sin sacarla" (expresión horripilante, pero la única válida para entendernos) a la compi se le queda una cara que es un poema. Y si no te dice que te quiere es que es alemana. Además, ultimamente pido que me lo digan ("dímelo o la saco", lo sé, es nefasto, pero es que la mezcla de los rasgos "inseguro" y "malote" tiene estos detalles penosos). Nos queremos, es estupendo, me caliento sólo con oir tu voz al teléfono, mañana repetimos y te corres tú.
Lo siguiente es que desaparecen. Suelen tardar unos días, pero se piran. Lo único que se me ocurre es que algo malo debo de tener, no sé qué, ellas no me explican nada o me cuentan versiones diferentes y poco clarificadoras.
Ahora, con Cris, el esquema se repite, con la diferencia gigantesca de que ella me importa y me gusta mucho (o al menos eso creo, tenemos que conocernos), me apetece que viajemos juntos este verano y no dice que soy "interesante" sino "divertido". El siguiente paso me lo estoy temiendo. Vendrá el fin de semana que tiene que venir y luego que te vaya bonito, ahí te quedas. Y, en cuanto entra en escena el temor la cosa se pone fea, si algo puede salir mal, saldrá mal, ya sabeis.
Para rematarlo le he pedido que tome precauciones en su viaje a Italia, me ha dicho que no hacía falta, que no quería acostarse con nadie y me ha preguntado si yo las iba a tomar en Cuba. En vez de asegurarle lo mismo le he dicho que iba a llevar repelente para mosquitos. Vale, qué gracioso, he conseguido que dude de mí para siempre, como siempre. Y el caso es que no me apetece acostarme con nadie que no sea ella, pero lo de prometer fidelidad lo llevo fatal.
En fin, puñetera resaca, tengo que empezar a trabajar, coño, las 11,30.
Ultimamente he estado muy listo, muy seguro, muy feliz y no veo porque tiene que cambiar todo eso. A ver si tengo diez minutos para pensar y vuelvo al rollito positivo.
¿Cómo era mi grito pastillero?: "¡Malos rollos fuera!". Pues eso.
Si has llegado hasta aquí es que tienes mucho tiempo libre. No creo que este post sea demasiado interesante, pero no tenía más remedio que soltarlo. Dónde mejor que aquí. Gracias por escucharme, paciente.
PD: Me he comprado unas medias lunas para suplir los tigretones. De momento funcionan. Y con las Franciskaner al menos he conseguido un entorno de no-trabajo agradable.
jueves, 9 de mayo de 2002
¿Alguien se anima a hacer algún comentario sobre lo que digo en los posts, el estilo o lo que sea? Es que me temo que me toca currar hasta las dos o las tres de la madrugá (y mañana más) y así me sentiría menos solo –el truco este de dar pena funcionó muy bien en el pasado, qué os voy a contar a vosotros–.
De momento ya hemos pedido una pizza, he comprado tabaco y la botella de ponche escondida en el armario va bajando peligrosamente.
Y no quedan tigretones en la máquina
–y si con esto no os doy una lástima infinita es que no teneis corazón, snif...–
...y Cris no contesta a mi mensaje en el que la digo que la estoy queriendo con mis tres facultades fundamentales: mi corazón, mi inteligencia y mi...
De momento ya hemos pedido una pizza, he comprado tabaco y la botella de ponche escondida en el armario va bajando peligrosamente.
Y no quedan tigretones en la máquina
–y si con esto no os doy una lástima infinita es que no teneis corazón, snif...–
...y Cris no contesta a mi mensaje en el que la digo que la estoy queriendo con mis tres facultades fundamentales: mi corazón, mi inteligencia y mi...
Dice que es mía, que ya ha cambiado a su amante italiano por el reportero más dicharachero, pero a 700 kilómetros. Dice que la Diagonal bajo la lluvia es muy bonita, que ahora todo es bonito. Dice que me cuelga, porque necesita subir a casa y llorar. Dice que se le pone cara de boba y que el otro día en el quirófano le puso el triple de anestesia a un paciente, y lo dice muerta de risa ("nada, tuvo una taquicardia y se le pasó, no pasa nada", "no, si de algo hay que morir, pero...") Dice que se acuerda de mí en la cama de las perversiones y el cariño. Dice que se ha enamorado y se le nota.
Digo que la quiero, que no se me ocurre mejor compañía para un viaje que ella. Digo que la echo de menos, que este chico es para ella todo el verano. Digo que me paso diez minutos en cada semáforo, rojo, verde, rojo, verde, rojo, verde. Digo que quiero que conozca dónde vivo y cómo vivo. Digo que seré el amante perfecto y que con ella no será difícil. Digo que quiero contárselo a todo el mundo.
Dice que no me asuste, pero me asusto, me desoriento.
Nunca me habían querido así.
Digo que la quiero, que no se me ocurre mejor compañía para un viaje que ella. Digo que la echo de menos, que este chico es para ella todo el verano. Digo que me paso diez minutos en cada semáforo, rojo, verde, rojo, verde, rojo, verde. Digo que quiero que conozca dónde vivo y cómo vivo. Digo que seré el amante perfecto y que con ella no será difícil. Digo que quiero contárselo a todo el mundo.
Dice que no me asuste, pero me asusto, me desoriento.
Nunca me habían querido así.
martes, 7 de mayo de 2002
Ahora que tengo un medidor de visitas sé como se siente Sardá. Dio mío, la audiencia baja, ¡más carnaza! Lo malo es que no puedo darle una inyección furiosa de morbo a este diario. Más bien se va a poner como un empalagoso merenguillo (así, en diminutivo) en las próximas semanas, porque no creo que me drogue con la de cosas que tengo que hacer, y tampoco emplearé ningún sucio truco para acostarme con nadie, porque sólo quiero follar con mi Cris. Hoy me ha escrito un mensaje (por favor, si eres diabético sáltate esta línea): "Te quiero" y yo le he contestado "Te quiero".
¿Y qué fue de Noe?, se preguntará el lector atento. Hoy he comido con ella y estaba guapérrima, como siempre. Pero no es lo mismo. Bueno, no lo sé. Supongo que me atrae en muchos aspectos, a lo mejor podemos ser amigos. A veces me asombra que esté de acuerdo conmigo en casi todo lo que digo ¿nos parecemos tanto o quiere hacerme la pelota? Para mí está bien bien cualquiera de las dos cosas. Todo lo de Noe me parece bien.
Pero para atar a la cama prefiero a mi Cris.
¿Y qué fue de Noe?, se preguntará el lector atento. Hoy he comido con ella y estaba guapérrima, como siempre. Pero no es lo mismo. Bueno, no lo sé. Supongo que me atrae en muchos aspectos, a lo mejor podemos ser amigos. A veces me asombra que esté de acuerdo conmigo en casi todo lo que digo ¿nos parecemos tanto o quiere hacerme la pelota? Para mí está bien bien cualquiera de las dos cosas. Todo lo de Noe me parece bien.
Pero para atar a la cama prefiero a mi Cris.
lunes, 6 de mayo de 2002
Ahora que esto está tan bonito gracias al chavalín de lamentira (si es mayorcete se lo tomará como un piropazo, que se lo merece) y me podeis hacer comentarios y podeis haceros publicidad y puedo saber cuánta gente lee la página (¡qué barbaro!)... ahora, precisamente, que no tengo ninguna gana de abandonaros, no hago más que viajar y comerme marrones y es un poco difícil escribir sin interné en casa (supongo que en mi caso daría igual, nunca piso por allí). Vendrán tiempos peores y nos harán más ciegos. De momento, viajo y me cuesta pararme en el blogger. La semana que viene a Cuba.
Pero lo peor lo peor que le podía pasar a este diario, que en realidad es lo mejor lo mejor, es que he encontrado a una chica en Barcelona. Cris es increiblemente guapa, sólo con deciros que tiene unos ojos igualitos que los míos.. (mentira, son muchos más bonitos los suyos que llevan guarnición de sonrisa). No sé si alguna vez me había sentido así de feliz y así de yomismo con nadie. Le gusto tal cual, se le nota y no le da miedo que se le note. Esta mañana he cogido el avión, pero sigo allí.
En algunas cosas se parece demasiado a mí, pero ni eso me preocupa. ¿Habeis atado a alguien a la cama y habeis hecho de malos aún siendo buenos? ¿Os lo habeis hecho con alguien que os volvía loco en la cabina de un sex shop hasta que, uy, se han acabado las monedas y se ha encendido la luz? Yo ya sí.
Tiene mapas colgados por toda su habitación. Quiere dedicarse a viajar de aquí a tres años. Y la veo capaz. Es, posiblemente, el espíritu más libre que he conocido. Y sin embargo, tal día como hoy y hasta que se nos pase, si se nos pasa, lo único que queremos los dos es no separarnos ni un segundo. Tener más noches nudistas de poesía corporal. Queremos, con todas nuestras fuerzas, pasar esta noche juntos.
Cris está en Barcelona y yo en Madrid.
Pero lo peor lo peor que le podía pasar a este diario, que en realidad es lo mejor lo mejor, es que he encontrado a una chica en Barcelona. Cris es increiblemente guapa, sólo con deciros que tiene unos ojos igualitos que los míos.. (mentira, son muchos más bonitos los suyos que llevan guarnición de sonrisa). No sé si alguna vez me había sentido así de feliz y así de yomismo con nadie. Le gusto tal cual, se le nota y no le da miedo que se le note. Esta mañana he cogido el avión, pero sigo allí.
En algunas cosas se parece demasiado a mí, pero ni eso me preocupa. ¿Habeis atado a alguien a la cama y habeis hecho de malos aún siendo buenos? ¿Os lo habeis hecho con alguien que os volvía loco en la cabina de un sex shop hasta que, uy, se han acabado las monedas y se ha encendido la luz? Yo ya sí.
Tiene mapas colgados por toda su habitación. Quiere dedicarse a viajar de aquí a tres años. Y la veo capaz. Es, posiblemente, el espíritu más libre que he conocido. Y sin embargo, tal día como hoy y hasta que se nos pase, si se nos pasa, lo único que queremos los dos es no separarnos ni un segundo. Tener más noches nudistas de poesía corporal. Queremos, con todas nuestras fuerzas, pasar esta noche juntos.
Cris está en Barcelona y yo en Madrid.
domingo, 5 de mayo de 2002
...¿todo es mentira? ------->escrito aquí por lamentira
con tu permiso: creyente y practicante de la realidad, o sea de la verdad. Todo está ahí. Los cinco sentidos se pueden combinar de tantas maneras... el resultado es siempre cierto, tantas certezas equivalen a ninguna certeza. Todo es verdad, o sea que no hay una única verdad.
Y, bajando a la tierra, en cuanto a mi diario, todavía no he mentido. Espera a que hablemos de centímetros y cifras. Eso será una estupenda prueba de fe para quien quiera creerme.
con tu permiso: creyente y practicante de la realidad, o sea de la verdad. Todo está ahí. Los cinco sentidos se pueden combinar de tantas maneras... el resultado es siempre cierto, tantas certezas equivalen a ninguna certeza. Todo es verdad, o sea que no hay una única verdad.
Y, bajando a la tierra, en cuanto a mi diario, todavía no he mentido. Espera a que hablemos de centímetros y cifras. Eso será una estupenda prueba de fe para quien quiera creerme.
miércoles, 1 de mayo de 2002
Volando voy
volando vengo,
por el camino
yo me entretengo
enamorao de la vida
aunque a veces duela
si tengo frio
busco candela
CAMARON
En el puente aereo, otra vez sin acentos.
Cuando volvi de mexico, y desde eso ya han pasado febrero, abril y marzo, conoci a una chica que vivia en marbella. Mexicana, elegante, dificil de catalogar entre las especies reales, nisiquiera podria explicarla con una manual de mitologia. Se preocupaba por mi, me dormia y al despertar me estaba mirando y me ofrecia una almohada. Nos contamos nuestras vidas, a veces pasa en los vuelos transoceanicos. Al llegar recogio a su perrito, sucio y maloliente, pequeñajo y feo, pero hasta eso me parecio enternecedor. Decidi no dejarla escapar, escribir un cuento sobre ella y publicarlo o ganar un premio o ambas para tener una excusa para llamarla. Era un buen plan. Han pasado febrero, abril y marzo y ni una linea.
Cuando me he vuelto cobarde? Me gusta demasiado Noe, asi que lo que me venia a la cabeza era salir corriendo, porque me hace un poco de caso y eso es lo que me da miedo. Desde cuando me he vuelto asi?
volando vengo,
por el camino
yo me entretengo
enamorao de la vida
aunque a veces duela
si tengo frio
busco candela
CAMARON
En el puente aereo, otra vez sin acentos.
Cuando volvi de mexico, y desde eso ya han pasado febrero, abril y marzo, conoci a una chica que vivia en marbella. Mexicana, elegante, dificil de catalogar entre las especies reales, nisiquiera podria explicarla con una manual de mitologia. Se preocupaba por mi, me dormia y al despertar me estaba mirando y me ofrecia una almohada. Nos contamos nuestras vidas, a veces pasa en los vuelos transoceanicos. Al llegar recogio a su perrito, sucio y maloliente, pequeñajo y feo, pero hasta eso me parecio enternecedor. Decidi no dejarla escapar, escribir un cuento sobre ella y publicarlo o ganar un premio o ambas para tener una excusa para llamarla. Era un buen plan. Han pasado febrero, abril y marzo y ni una linea.
Cuando me he vuelto cobarde? Me gusta demasiado Noe, asi que lo que me venia a la cabeza era salir corriendo, porque me hace un poco de caso y eso es lo que me da miedo. Desde cuando me he vuelto asi?
viernes, 26 de abril de 2002
que alguien me explique
como se apaga esta sed
que tengo que hacer
(Secretos)
El texto de arriba, aparte de evidenciar que estoy en un ciber sin acentos, es lo que me venia a la cabeza las dos ultimas noches, cuando me sentaba a la orilla del mar, en la playa de dos kilometros de Benidorm, con mi copa sacada a hurtadillas de los bares de los guiris. Es pura sed y furia, supongo que la solucion seria no desear, como los budistas. Aunque que rollo. El problema no es de deseo, es de la lucha de siempre entre la realidad y el deseo, snif. O sea que sigo siendo un cazo para eso de ligar suecas.
Ayer estuve en Terra Mitica. Despues de todo el paseo oficial (a la izquierda teneis... -zzzzzzz- y a la derecha podeis ver... -ZZZZZZZ-) me fui a dar una vuelta por mi cuenta, a peticion propia. De entre todos los paraisos artificiales del parque yo me fui a meter en lo peor de lo peor (hay que ver como me tira lo cutre), una sala de maquinitas de arcade. Y de entre todas las maquinas me fui a la de la adivina que te lee el futuro por un euro. Por el camino salude a la monisima vigilanta pelirroja, que no me dijo nada. Tengo que reconocer que, tal y como os ha pasado a todos, lo hice solo para contarlo en el blog, para escribiros sobre lo que me depara el futuro. Lo que me deparaba el futuro era que la maquina se iba a tragar mi moneda sin darme la tarjetita. Como soy un cutre me fui a la pelirroja monisima para reclamarla mi euro. Se acerco, abrio el aparato y me dijo que estaba estropeado. En las tripas del bicho habia tacos y tacos de tarjetas, asi que, con mi mejor cara de malote (la que me hizo famoso en la universidad) le pedi que me diera una tarjeta y yo le daba el euro. Me dio el papelin, pero en Terra Mitica no aceptan sobornos. Lo lei por encima y encontre una frase que decia mas o menos: "deberias empezar una buena amistad con una persona pelirroja". Me agache junto a ella, y con voz de mataor se lo lei, susurrandoselo a unos centimetros de su oido. Me miro y contesto algo como "pues mira" o "pues ya sabes". Como soy asi de derrotista para estas cosas, me retire con una sonrisa. Cuando sali, el fotografo me pillo alejandome de la atraccion mas cutre del parque tematico. Nos alejamos juntos, me gire y vi a la pelirroja monisima mirandome desde la puerta.
Lo que me pasa es que no remato. Siempre he sido poco constante.
como se apaga esta sed
que tengo que hacer
(Secretos)
El texto de arriba, aparte de evidenciar que estoy en un ciber sin acentos, es lo que me venia a la cabeza las dos ultimas noches, cuando me sentaba a la orilla del mar, en la playa de dos kilometros de Benidorm, con mi copa sacada a hurtadillas de los bares de los guiris. Es pura sed y furia, supongo que la solucion seria no desear, como los budistas. Aunque que rollo. El problema no es de deseo, es de la lucha de siempre entre la realidad y el deseo, snif. O sea que sigo siendo un cazo para eso de ligar suecas.
Ayer estuve en Terra Mitica. Despues de todo el paseo oficial (a la izquierda teneis... -zzzzzzz- y a la derecha podeis ver... -ZZZZZZZ-) me fui a dar una vuelta por mi cuenta, a peticion propia. De entre todos los paraisos artificiales del parque yo me fui a meter en lo peor de lo peor (hay que ver como me tira lo cutre), una sala de maquinitas de arcade. Y de entre todas las maquinas me fui a la de la adivina que te lee el futuro por un euro. Por el camino salude a la monisima vigilanta pelirroja, que no me dijo nada. Tengo que reconocer que, tal y como os ha pasado a todos, lo hice solo para contarlo en el blog, para escribiros sobre lo que me depara el futuro. Lo que me deparaba el futuro era que la maquina se iba a tragar mi moneda sin darme la tarjetita. Como soy un cutre me fui a la pelirroja monisima para reclamarla mi euro. Se acerco, abrio el aparato y me dijo que estaba estropeado. En las tripas del bicho habia tacos y tacos de tarjetas, asi que, con mi mejor cara de malote (la que me hizo famoso en la universidad) le pedi que me diera una tarjeta y yo le daba el euro. Me dio el papelin, pero en Terra Mitica no aceptan sobornos. Lo lei por encima y encontre una frase que decia mas o menos: "deberias empezar una buena amistad con una persona pelirroja". Me agache junto a ella, y con voz de mataor se lo lei, susurrandoselo a unos centimetros de su oido. Me miro y contesto algo como "pues mira" o "pues ya sabes". Como soy asi de derrotista para estas cosas, me retire con una sonrisa. Cuando sali, el fotografo me pillo alejandome de la atraccion mas cutre del parque tematico. Nos alejamos juntos, me gire y vi a la pelirroja monisima mirandome desde la puerta.
Lo que me pasa es que no remato. Siempre he sido poco constante.
miércoles, 24 de abril de 2002
Estoy en Benidorm, a ver si me ligo unas suecas. Así que sólo dos apuntillos.
Se supone que es un hotel de lujo pero a) en mi mini nevera sólo había agua. Dos botellas, por si no tengo suficiente con una. Aparte, como entrañable detalle para los clientes vips, en vez de bombones o una cesta de frutas me ponen ¿adivinais? otra botella de agua. Estos tipos me han tomado por un pez de colores. Si fuese el moro Muza recién llegado del Gobi estaría encantado, pero soy periodista, salaos. ¿Se ha parado alguien a analizar el porcentaje de sangre que corre por las venas de alcohol de la profesión? No bebemos agua si podemos evitarlo. En todo caso café y cocacola light.
b) no hay body milk ni nada parecido entre las pijaditas del baño. ¿Para que quiero dos peines? ¿y un gorro de ducha? ¿y las toallitas desmaquilladoras? Tengo que practicar el onanismo (eso de hacérmelo siempre con el mismo) a pelo? Para rematarlo en la tele hay unos canales penosos, sólo consigo ver una teta en un anuncio de champú.
En fin, wellcome to benidor, sexo, pirulas y rock & roll. De momento, como veis no tengo mucho que contar.
Bueno sí, que ayer me bañé en una piscina bajo las estrellas de Javea y le mandé un mensaje a Noe y me llamó y fue precioso. ¿Estará interesada en un tipejo como yo? Luego escribí un poema, bueno, un penema (aplíquesele toda la gama semántica posible al neologismo):
Es que me gusta tanto
tu pelo paje,
tu sonrisa a las cosas que te digo,
tu aparecer a veces
como un rayo asombroso
entre la luz brillante
(aunque no tanto)
que ilumina mi vida en los últimos tiempos.
Es que me gustas tanto
que a veces no lo entiendo
ni sé de dónde viene
esta mirada mía
insensible al reloj,
petrificada,
aprendiendo a contar, las letras, los colores,
cuando tus ojos negros, tus palabras de fuego,
pasean su belleza ante mi nueva
alma de niño tuyo.
No sé de dónde viene el amor nuevo,
sólo sé que no sale
del sitio que solía,
sólo sé que seré
un tipo afortunado
si me sigues llamando,
si apareces los martes,
si vienes a mi cumple el dosmiltres,
si existes y me existes,
Noelia amor amén.
La semana que viene, del 1 al 5, estaré en Barcelona. ¿Alguien de por allí quiere que preparemos una cita a ciegas? ¿A que no hay?
¿Os he dicho ya que ahora me voy a los chiringuitos de la playa a ligar suecas?
Se supone que es un hotel de lujo pero a) en mi mini nevera sólo había agua. Dos botellas, por si no tengo suficiente con una. Aparte, como entrañable detalle para los clientes vips, en vez de bombones o una cesta de frutas me ponen ¿adivinais? otra botella de agua. Estos tipos me han tomado por un pez de colores. Si fuese el moro Muza recién llegado del Gobi estaría encantado, pero soy periodista, salaos. ¿Se ha parado alguien a analizar el porcentaje de sangre que corre por las venas de alcohol de la profesión? No bebemos agua si podemos evitarlo. En todo caso café y cocacola light.
b) no hay body milk ni nada parecido entre las pijaditas del baño. ¿Para que quiero dos peines? ¿y un gorro de ducha? ¿y las toallitas desmaquilladoras? Tengo que practicar el onanismo (eso de hacérmelo siempre con el mismo) a pelo? Para rematarlo en la tele hay unos canales penosos, sólo consigo ver una teta en un anuncio de champú.
En fin, wellcome to benidor, sexo, pirulas y rock & roll. De momento, como veis no tengo mucho que contar.
Bueno sí, que ayer me bañé en una piscina bajo las estrellas de Javea y le mandé un mensaje a Noe y me llamó y fue precioso. ¿Estará interesada en un tipejo como yo? Luego escribí un poema, bueno, un penema (aplíquesele toda la gama semántica posible al neologismo):
Es que me gusta tanto
tu pelo paje,
tu sonrisa a las cosas que te digo,
tu aparecer a veces
como un rayo asombroso
entre la luz brillante
(aunque no tanto)
que ilumina mi vida en los últimos tiempos.
Es que me gustas tanto
que a veces no lo entiendo
ni sé de dónde viene
esta mirada mía
insensible al reloj,
petrificada,
aprendiendo a contar, las letras, los colores,
cuando tus ojos negros, tus palabras de fuego,
pasean su belleza ante mi nueva
alma de niño tuyo.
No sé de dónde viene el amor nuevo,
sólo sé que no sale
del sitio que solía,
sólo sé que seré
un tipo afortunado
si me sigues llamando,
si apareces los martes,
si vienes a mi cumple el dosmiltres,
si existes y me existes,
Noelia amor amén.
La semana que viene, del 1 al 5, estaré en Barcelona. ¿Alguien de por allí quiere que preparemos una cita a ciegas? ¿A que no hay?
¿Os he dicho ya que ahora me voy a los chiringuitos de la playa a ligar suecas?
viernes, 19 de abril de 2002
Una notita más. A veces me pregunto por qué nadie ha puesto un enlace a mi página desde la suya. Hay quien tiene una lista de links de blogs que se sale por arriba y por abajo. Yo creo que algunos están cerrados desde la época en que triunfaba Gloria Gaynor y nadie se ha dado cuenta. Pero yo no estoy en ninguna lista (que tampoco me tenía que extrañar, nisiquiera estoy en el padrón ni en las listas de votantes) ¿Será porque no me lee nadie más que las tres bellísimas personas que se han comunicado conmigo por mail? ¿Será porque soy nuevo? ¿Será porque tengo el fondo más cutre de la redpública(y lleva unos colorines intencionados, ojito)? ¿Será que cuento cosas muy para mayores? ¿Será un coñazo de blog? Supongo que de todo un poco y mezcladito.
Al fin y al cabo no uso este espacio (¿espacio?) para dar información o escribir literatura, eso lo hago en otros sitios. Ya lo expliqué: aquí cuento las cosas con las que no quiero dar el coñazo a todo el mundo, las íntimidades de las que necesito descargarme (joer, que metáfora escatológica). Así que lo lógico es pensar que todo esto no le aporta nada a nadie. ¿A nadie? La irreductible aldea de los fisgones debería de estar interesada en este ojo de la cerradura que da al WC (y dale) de mis interioridades. A veces en la ducha o frente al espejo hasta hago cosas interesantes.
De entre ese público potencial, de entre esos mirones con sentido del post, el blogger de Lamentira (ver enlace a la izquierda) es el único que me menciona y me enlaza, qué bien. Parezco bobo, pero después de unos diez años saliendo en prensa, radio y tv (hombre, en cutreprogramas locales, pero era yo con mi linda carita) me ha hecho más ilu que nada, tanta como cuando me publicaron un cuento en la revista de la facultad de Letras. Y es que al final uno quiere que le quieran por lo que escribe desde su propio mundo de colores/perro mundo (depende), sin más imposiciones técnicas que las interiorizadas.
Yo quiero que me lean y me enlacen, lo juro, pero es que me han dibujado así. ¿Me hago más blando a ver si? ¿Hago como que soy una tía buena y encabezo la página con una foto de mi prima? (sospecho que si supiera hacerlo ya estaría ahí). Pero no.
No.
No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad
Al fin y al cabo no uso este espacio (¿espacio?) para dar información o escribir literatura, eso lo hago en otros sitios. Ya lo expliqué: aquí cuento las cosas con las que no quiero dar el coñazo a todo el mundo, las íntimidades de las que necesito descargarme (joer, que metáfora escatológica). Así que lo lógico es pensar que todo esto no le aporta nada a nadie. ¿A nadie? La irreductible aldea de los fisgones debería de estar interesada en este ojo de la cerradura que da al WC (y dale) de mis interioridades. A veces en la ducha o frente al espejo hasta hago cosas interesantes.
De entre ese público potencial, de entre esos mirones con sentido del post, el blogger de Lamentira (ver enlace a la izquierda) es el único que me menciona y me enlaza, qué bien. Parezco bobo, pero después de unos diez años saliendo en prensa, radio y tv (hombre, en cutreprogramas locales, pero era yo con mi linda carita) me ha hecho más ilu que nada, tanta como cuando me publicaron un cuento en la revista de la facultad de Letras. Y es que al final uno quiere que le quieran por lo que escribe desde su propio mundo de colores/perro mundo (depende), sin más imposiciones técnicas que las interiorizadas.
Yo quiero que me lean y me enlacen, lo juro, pero es que me han dibujado así. ¿Me hago más blando a ver si? ¿Hago como que soy una tía buena y encabezo la página con una foto de mi prima? (sospecho que si supiera hacerlo ya estaría ahí). Pero no.
No.
No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad
Hala, cuánta ausencia. Es que he tenido (con perdón) la polla metida en el trabajo toda la semana. Y esto que digo no es una zafiedad tan gratuita como parece. Hoy mismo discutía con mi redactor jefe sobre qué era mejor, el mejor de los polvos o un buen reportaje, una idea genial, un punto en su sitio. Aunque no os lo creais el que apostaba por el periodismo como superorgasmo era yo. Y es que me pone.
Ayer nuestro director nos dio una arenga de cuatro horas y media (verídico, de ocho a doce treinta de la noche sin dejar de hablar ni de darle al ron dominicano). El resumen es algo así como que publicamos demasiadas mariconadas, que hay que escribir con los cojones, que los redactores somos dioses y el director el enemigo, que el quiera ser contable que se vaya a una de las revistas que hay detrás del biombo, porque nosotros somos los únicos que hacemos periodismo, que tenemos el privilegio del folio en blanco para decidir lo que queramos, que nos tocan los cojones los compromisos publicitarios, que al final el que decide es el director, pero que si antes de que lo decida nos hemos callado y no nos hemos cagado en su puta madre para defender nuestra idea es que somos unos mierdas, que nada de titulares del tipo el orgullo del tercer mundo y que si esto se hunde por lo menos que estemos satisfechos de haber hecho una cosa con personalidad y cojonuda.
Os lo creais o no a mí esto me ha dado mucha moral, jopé, que es verdad que es que eran un poco mariconcillos los titulares y todo, y yo me había creído que es que tenían que ser así, pues no, como dice él, la revista soy yo y lleva mi sangre.
Piensa mi redactor jefe que es que me emociono con todo, y también es verdad, que soy un emocionao, pero a mí lo de ayer me pareció un momento histórico. Desde luego esto ha sido mejor que un sicólogo para subir mi autoestima ¿Follar? No, escribir, que ahí es donde (¡también!) soy un figura y puedo hacer cosas tremendas ¿Para qué quiero mi vida si no es para eso? De momento estoy venga a parir ideas blancas y furiosas, como los conejitos del cuento de Cortazar (está en Bestiario, pero no sé cómo se titula). Y ahora me voy a Alicante toda la semana, así que no sé si escribiré algo. Bueno, lo intentaré.
–¿Qué te pareció la charla de ayer?– me preguntaba el redactor jefe.
–Pues como Apocalypse now. Es una película cojonuda pero le sobra la última media hora.
Ayer nuestro director nos dio una arenga de cuatro horas y media (verídico, de ocho a doce treinta de la noche sin dejar de hablar ni de darle al ron dominicano). El resumen es algo así como que publicamos demasiadas mariconadas, que hay que escribir con los cojones, que los redactores somos dioses y el director el enemigo, que el quiera ser contable que se vaya a una de las revistas que hay detrás del biombo, porque nosotros somos los únicos que hacemos periodismo, que tenemos el privilegio del folio en blanco para decidir lo que queramos, que nos tocan los cojones los compromisos publicitarios, que al final el que decide es el director, pero que si antes de que lo decida nos hemos callado y no nos hemos cagado en su puta madre para defender nuestra idea es que somos unos mierdas, que nada de titulares del tipo el orgullo del tercer mundo y que si esto se hunde por lo menos que estemos satisfechos de haber hecho una cosa con personalidad y cojonuda.
Os lo creais o no a mí esto me ha dado mucha moral, jopé, que es verdad que es que eran un poco mariconcillos los titulares y todo, y yo me había creído que es que tenían que ser así, pues no, como dice él, la revista soy yo y lleva mi sangre.
Piensa mi redactor jefe que es que me emociono con todo, y también es verdad, que soy un emocionao, pero a mí lo de ayer me pareció un momento histórico. Desde luego esto ha sido mejor que un sicólogo para subir mi autoestima ¿Follar? No, escribir, que ahí es donde (¡también!) soy un figura y puedo hacer cosas tremendas ¿Para qué quiero mi vida si no es para eso? De momento estoy venga a parir ideas blancas y furiosas, como los conejitos del cuento de Cortazar (está en Bestiario, pero no sé cómo se titula). Y ahora me voy a Alicante toda la semana, así que no sé si escribiré algo. Bueno, lo intentaré.
–¿Qué te pareció la charla de ayer?– me preguntaba el redactor jefe.
–Pues como Apocalypse now. Es una película cojonuda pero le sobra la última media hora.
sábado, 13 de abril de 2002
Hoy me vais a permitir una de globeros y otra de blogueros.
La primera tiene que ver con el globo que tengo ahora. Me jode muchísimo descubrir las cosas tarde, y por lo que veo ya no hay nada nuevo bajo el sol de blogger. Y sin embargo, hoy creo poder decir que soy el primer bitacorista que escribe empastillado. Tengo la cabeza volando y los primeros síntomas de arrepentimiento: por fin he visto a la hermana de la novia de mi hermano, después de un mes intercambiando mensajes, que es una forma de conocerse que en el pasado me funciono muy bien (mañana os lo cuento, que hoy no estoy para muchas complicaciones). El caso es que estaba tan puesto que no he dicho nada coherente, tenía una sonrisa estúpida en la cara (la misma de ahora) y me metía en silencios demasiado interruptores. Así que nada, otra que me pierdo. Y yo no quiero perderme una chica, un polvo, un mundo. A nadie.
En cuanto a los blogueros, dos cosas. En cuanto recupere el control de mi mente os cuelgo la dirección de pezpalo, mi blog hermano. Varones con una edad parecida y los mismos intereses separados por un océano. Yo mismo me he hermanado sin consultar a nadie, que conste. Y la otra, que me llena de rubor, es que he puesto la foto de nazaret como fondo de mi escritorio en el trabajo. Joer, cómo me estoy volviendo, me avergüenzo un poquito (y eso que me cuesta avergonzarme de nada). Espero que el lunes no haya ningún compañero cerca cuando encienda el ordenador. Naz, cielo, si estás leyendo esto mándame un email cariñoso, que estoy un poco confundido.
Y ahora a esperar que se me baje esto. Besos. Quiero al mundo, a todos uno por uno.
La primera tiene que ver con el globo que tengo ahora. Me jode muchísimo descubrir las cosas tarde, y por lo que veo ya no hay nada nuevo bajo el sol de blogger. Y sin embargo, hoy creo poder decir que soy el primer bitacorista que escribe empastillado. Tengo la cabeza volando y los primeros síntomas de arrepentimiento: por fin he visto a la hermana de la novia de mi hermano, después de un mes intercambiando mensajes, que es una forma de conocerse que en el pasado me funciono muy bien (mañana os lo cuento, que hoy no estoy para muchas complicaciones). El caso es que estaba tan puesto que no he dicho nada coherente, tenía una sonrisa estúpida en la cara (la misma de ahora) y me metía en silencios demasiado interruptores. Así que nada, otra que me pierdo. Y yo no quiero perderme una chica, un polvo, un mundo. A nadie.
En cuanto a los blogueros, dos cosas. En cuanto recupere el control de mi mente os cuelgo la dirección de pezpalo, mi blog hermano. Varones con una edad parecida y los mismos intereses separados por un océano. Yo mismo me he hermanado sin consultar a nadie, que conste. Y la otra, que me llena de rubor, es que he puesto la foto de nazaret como fondo de mi escritorio en el trabajo. Joer, cómo me estoy volviendo, me avergüenzo un poquito (y eso que me cuesta avergonzarme de nada). Espero que el lunes no haya ningún compañero cerca cuando encienda el ordenador. Naz, cielo, si estás leyendo esto mándame un email cariñoso, que estoy un poco confundido.
Y ahora a esperar que se me baje esto. Besos. Quiero al mundo, a todos uno por uno.
jueves, 11 de abril de 2002
Ahora si que necesito ayuda. Acabo de ver que no aparecen mis primeros posts. Si alguien que disfrute leyendo todo esto y quiera ser bueno conmigo sabe cómo hacerlo para que los lectores (casuales siempre) puedan acceder a ellos que me lo diga porfa, me da mucha pena que se los coma esta máquina del demonio y que mis días sean de nuevo días sin huella, snif.
Subiendo las escaleras del Casino, frente a mí, se bambolea un culo glorioso. Melena rubia, vestido rojo, medias de rejilla. Un poco fuera de lugar ¿no? Antonio Gala me acababa de mirar el paquete, José Toledo me había pedido un cigarro negro (¿querría rollo?). Sigo a la chica de rojo. En cuanto se siente me pongo a su lado. Se para en una mesa a hablar con alguien. Vaya. Freno un poco y me hago el despistado. Me adelanta. La sigo. Se para con el camarero para preguntar dónde se tiene que colocar. Yo cojo una silla en una mesa, al lado, hasta que me doy cuenta de que tiene un papelito "acompañante de doña Isabel Gemio". Uy, qué grima. Yo no quiero ser ese. Me levanto y me acerco al mismo camarero, que sigue con ella, haciendo como que es mudo, ciego y sordo, para preguntarle lo mismo. Decidido, donde se siente me siento yo, qué nariz tan mona. Viene un conocido. "Estamos ahí, siéntate con nosotros". Ah, gracias. Grrr. Me siento, no se puede luchar contra el destino, el que nace lechón muere gorrino. Abro el menú para no pensarlo. Dío mío, otra vez la tortilla desestructurada de Ferrán Adríá. Y sigo teniendo sólo un traje. Estoy meditando sobre la maldición que nos persigue a este traje y a mí cada vez que venimos al Casino cuando una mano se posa en mi hombro. ¿Te importa que me siente contigo? La chica de rojo. Así que existen los finales felices.
Toda la cena charlando. La coca gratis en las redacciones de los periódicos peruanos, el número de su novio, que borra cuidadosamente del móvil, debajo de mi nariz, lo bien que sienta el cava, los reportajes de viajes... Cuando me giro casi sólo quedamos en la sala la Gemio, su acompañante y nosotros dos. Salimos. En Sol una hora hablando bajo su paraguas, buscando un taxi pero sin buscarlo. ¿Qué es lo que debería haber dicho? Encuesta: ¿debí hacerle una amable invitación? ¿debí pararle un taxi? ¿qué creeis que hice?
Hoy tengo dos fiestas sucesivas y quiero que me acompañe una chica que me guste. pero no quiero que Noe me diga que no puede. Así que aquí estoy, esperando a Ana, quien, por cierto, no lee este diario (¡ni ella!) para que me dé un teléfono de una amiga suya adoradora del glamour, que pega conmigo y que tiene un polvo. Francamente, no sé si debo meterme en un club en el que admitan a socios tan parecidos a mí, no sé si me entendeis.
Toda la cena charlando. La coca gratis en las redacciones de los periódicos peruanos, el número de su novio, que borra cuidadosamente del móvil, debajo de mi nariz, lo bien que sienta el cava, los reportajes de viajes... Cuando me giro casi sólo quedamos en la sala la Gemio, su acompañante y nosotros dos. Salimos. En Sol una hora hablando bajo su paraguas, buscando un taxi pero sin buscarlo. ¿Qué es lo que debería haber dicho? Encuesta: ¿debí hacerle una amable invitación? ¿debí pararle un taxi? ¿qué creeis que hice?
Hoy tengo dos fiestas sucesivas y quiero que me acompañe una chica que me guste. pero no quiero que Noe me diga que no puede. Así que aquí estoy, esperando a Ana, quien, por cierto, no lee este diario (¡ni ella!) para que me dé un teléfono de una amiga suya adoradora del glamour, que pega conmigo y que tiene un polvo. Francamente, no sé si debo meterme en un club en el que admitan a socios tan parecidos a mí, no sé si me entendeis.
miércoles, 10 de abril de 2002
Al fondo de la página queda, por unos días, un texto incoherente como recuerdo de que una vez intenté poner un contador aquí para saber si estoy gritando en el desierto, ladrando a la luna, llamando a la puerta de la iglesia equivocada, .......... ............ ................... .................... ............... ............. ..................(pon sobre las líneas de puntos tu metáfora tópica particular)
Hoy no he pensado en ninguna moza en todo el día, en serio. Y eso me lleva a la conclusión de que mi ansiedad sexual es sólo producto de la inactividad. Si trabajo y voy a fiestas (ahora mismo me voy a uuuuna, enviiiiidia) no pienso en chicas que, en el fondo, me importan un carajo.
Y me voy y os dejo hasta mañana... mmm, ¿os dejo un poema que habla de dejar o lo dejamos?
Venga, ahí va, que esto ha quedado como sin chicha hoy. Es de la primera y única vez que me enamoré. Hace tres meses, lo que puede uno descubrir de mayorcito.
DESPEDIDA
Te dejo con tus cosas cotidianas,
con tus negociaciones,
con tu cepillo eléctrico,
con tu sobrino, ahora
que ya sabes limpiarle las caquitas.
Te dejo, aunque no quiera,
con tu mirar de asombro,
con tus amaneceres tibios,
quizás en otros brazos,
con tu lunar y con tus tatuajes.
Te dejo con tus largas noches blancas
en que buscas, tal vez,
la voluntad perdida,
el amor imprevisto,
o una risa afilada.
Te dejo unicamente un par de notas,
un par de camisetas,
dos canciones
y un recuerdo brumoso,
poca cosa.
Te dejo, aunque no quiera.
Ya no más telegramas,
no sonará el teléfono en mi nombre,
no te haré más visitas en los sueños.
Te dejo, y sé que pierdo
una vida hipotética
ajazminada y dulce.
Te dejo con la incógnita
de no saber qué quieres,
si me quieres,
si quieres que te quiera,
si sigues extrañando
mi nariz, mis orejas,
mis labios y otras cosas familiares.
Te dejo deplorando
ser tan cobarde
de no mandarte un poema cada día
hasta estar cierto
en que no quieres decorar tu vida
conmigo como amante, como amigo.
Te dejo, y no imaginas como duele
abandonar ahora este destello,
este brillante, inesperado amor,
este verano intenso en pleno invierno.
Hoy no he pensado en ninguna moza en todo el día, en serio. Y eso me lleva a la conclusión de que mi ansiedad sexual es sólo producto de la inactividad. Si trabajo y voy a fiestas (ahora mismo me voy a uuuuna, enviiiiidia) no pienso en chicas que, en el fondo, me importan un carajo.
Y me voy y os dejo hasta mañana... mmm, ¿os dejo un poema que habla de dejar o lo dejamos?
Venga, ahí va, que esto ha quedado como sin chicha hoy. Es de la primera y única vez que me enamoré. Hace tres meses, lo que puede uno descubrir de mayorcito.
DESPEDIDA
Te dejo con tus cosas cotidianas,
con tus negociaciones,
con tu cepillo eléctrico,
con tu sobrino, ahora
que ya sabes limpiarle las caquitas.
Te dejo, aunque no quiera,
con tu mirar de asombro,
con tus amaneceres tibios,
quizás en otros brazos,
con tu lunar y con tus tatuajes.
Te dejo con tus largas noches blancas
en que buscas, tal vez,
la voluntad perdida,
el amor imprevisto,
o una risa afilada.
Te dejo unicamente un par de notas,
un par de camisetas,
dos canciones
y un recuerdo brumoso,
poca cosa.
Te dejo, aunque no quiera.
Ya no más telegramas,
no sonará el teléfono en mi nombre,
no te haré más visitas en los sueños.
Te dejo, y sé que pierdo
una vida hipotética
ajazminada y dulce.
Te dejo con la incógnita
de no saber qué quieres,
si me quieres,
si quieres que te quiera,
si sigues extrañando
mi nariz, mis orejas,
mis labios y otras cosas familiares.
Te dejo deplorando
ser tan cobarde
de no mandarte un poema cada día
hasta estar cierto
en que no quieres decorar tu vida
conmigo como amante, como amigo.
Te dejo, y no imaginas como duele
abandonar ahora este destello,
este brillante, inesperado amor,
este verano intenso en pleno invierno.
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